Y no, no es caer en el victimismo ni en el drama. Pero es que no  alcanza el dinero para nada, para casi nada.

Jamás había notado este aumento en el precio de las cosas como ahora. Me parece que ha sido sutil pero contundente e implacable.

Afortunadamente no soy una persona compradora compulsiva, realmente no soy de comprarme ropa de marca o aficionarme a la adquisición de cosas caras, aun cuando tuviera dinero no es algo que me llame la atención.

Tampoco visito restaurantes lujosos o comidas caras porque no tengo ni me interesa. Soy de esa clase de persona que disfruta más de una hamburguesa y con eso soy muy feliz…

Pero no es la primera vez en estos meses que acudo a la tienda a comprar diferentes productos y llevo conmigo unos doscientos pesos creyendo ilusamente que con eso me alcanzaría y  hasta me sobraría.

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Y  les cuento que, vergonzosamente, he tenido que dejar en el mostrador todo lo que pretendía comprar porque por 5 o 6 productos la cuenta se fue hasta casi los 400 pesos.

Y no eran productos fifís… Eran  productos que deberían de estar al alcance de todos para pagarlos: Mi lista de cosas eran:  Unas Papas, una Pepsi, un paquete de rebanadas de queso, 5 jitomates y dos chocolates pequeños y nada más.

Sí, ya sé que dirán que para empezar eso que llevo no es comer sano. Pero créanme que si me hubiera  llevado una lechuga y verduras me sale el doble de caro.

En fin, que llegué muy contenta a la caja con mis productos y la cuenta era de $340 pesos. No sé qué cara de sorpresa le habré puesto a la señorita cajera que hasta ella me dijo: “Está todo muy caro”.  Y pues como nada más lleva aún billete de 200 tuve que dejar todo.

A lo que voy es que pocas cosas te alcanzan con 200 pesos. Ahora todo está por arriba de 200… todo esta carísimo.

A veces pienso si no será que en particular en esa tiendita me estafaron pero platicando con más gente han coincidido que todo está por los cielos.

Y es muy preocupante. Porque antes alcanzaba para más cosas cuando ibas al súper y ahora apenas puedes llevar lo indispensable.

Hoy, don Ricardo Sheffield, durante su intervención en la mañanera, aceptó que ha habido un “ligero incremento” en la canasta básica.

Lo tenía que aceptar tarde que temprano pero disfrazando la realidad.

Porque el aumento a la canasta básica no ha sido “ligero”…

Probablemente los ricos no sientan esta inflación. Vaya, qué bueno por ellos. Pero los que no somos ricos estamos viendo con asombro cómo es que el poco dinero que llega se va.

La cuesta de enero es una realidad. Y ha sido una cuesta bastante inclinada.

Yo solo espero que llegue el momento en que podamos respirar tranquilos y nos recuperemos de esto.

No sé de finanzas ni las entiendo, tampoco como les he platicado soy una persona materialista, pero vaya que no poder comprar cosas en la tiendita porque no me alcanzó el dinero si es algo que me sorprendió muchísimo.

Supongo tendremos que tomar medidas fuertes como ahorrar, como invertir en lo que se pueda, como buscar más ingresos y también es tiempo de darle la mano a la mayor cantidad de gente en una y mil maneras. Creo que solo así podremos salir adelante.

Yo al menos trato también de agradecer lo que tengo para que la angustia no me carcoma. Y confiar que esto será pasajero.

Porque aunque no lo crean el tema de la economía nos impacta emocionalmente y nos agobia muchísimo a todos.

Proyectar en nuestra mente que todo vendrá para bien, nos da enfoque y objetividad... Es lo que sugiero.

Es cuanto.