Carlos Loret de Mola primero anunció, en la red social de Elon Musk, “uno de esos reportajes que causan un gran revuelo”. Así de amarillista.
Dijo Loret que “Arreola y Mandoki, los que hicieron el documental a Claudia Sheinbaum” fueron contratados por el gobierno de la Ciudad de México.
Mentira 1: Carlos Loret evidentemente se refería a que Luis Mandoki y yo somos socios. No es verdad, punto. La empresa Contra el Viento Films, que Loret mencionó, es ciento por ciento mía. Luis no tiene nada que ver con la misma.
Mentira 2:
El documental sobre la vida de Sheinbaum NO lo hicieron “Arreola y Mandoki”. En lo artístico lo realizó el joven cineasta Rodrigo Ímaz y con este colaboró, resolviendo ciertos detalles técnicos, mi hijo Federico Manuel.
En los créditos del filme está claro lo que hizo Mandoki: tener la “idea original”. Lo conté aquí. Hace años Luis Mandoki tuvo la idea de un documental sobre la mujer científica que podía —y puede, va muy adelante en las encuestas— ser la primera presidenta de México.
Me transmitió su idea y me preguntó si la veía viable. Le dije que sí, pero que yo no podía, por mi edad, involucrarme. Al final, Luis no le dio seguimiento al proyecto.
Tiempo después la idea la retomaron Federico Manuel y Rodrigo y lograron el documental que ya se estrenó y se puede ver en redes sociales. Tuvieron la decencia de darle su lugar a Mandoki reconociendo que suya fue, repito, la “idea original”. Todo lo comenté en una columna reciente.
Mentira 3:
En su reportaje de “gran revuelo” Loret ya no dijo que Luis Mandoki era mi socio, sino su hermano Pablo. Totalmente falso.
Hace años, en 2007 o en 2008, Pablo y yo sí nos asociamos para constituir la empresa Contra el Viento Films, que produjo el documental “Fraude: México 2006″. Con todo en contra llevamos esa película a casi 300 salas de cine y aun al extranjero. Luis Mandoki, que fue el director, demostró el fraude que le había quitado la presidencia a AMLO en 2006.
Años después, en 2014, Pablo decidió retirarse de la empresa, y yo me la quedé. Tenía dos opciones, cerrarla o usarla para actividades que no se relacionaran con SDPNoticias. Me fui por la segunda opción. Más o menos desde ese año Contra el Viento Films ha producido materiales audiovisuales que demandan tanto gobiernos como grandes compañías del sector privado.
Contra el Viento Films tiene numerosos clientes entre gobiernos de todos los partidos políticos y, sobre todo, grandes empresas. Así de sencillo.
Me parece de muy mal gusto que Carlos Loret involucre a los hermanos Mandoki en una empresa en la que no participan. Insisto, uno de ellos, Pablo, fue socio y se retiró hace casi 10 años. El otro, Luis, solo dirigió un documental sobre el fraude de 2006, filme histórico sin duda.
La SCJN como la Cenicienta
Todo el día de ayer Nuevo León esperaba con espanto la llegada de la medianoche. El secretario general de gobierno, Javier Navarro —un abogado serio y respetado hasta antes de decidirse a seguir a Samuel García—, se había preparado para impedir por la fuerza que Luis Enrique Orozco, el interino nombrado por el congreso local tomara posesión del cargo de gobernador que Sami había dejado para ser candidato presidencial de MC.
Parecía inevitable la violencia y la peor de sus consecuencias, la ingobernabilidad, que sin duda iba a generar todavía más violencia.
El conflicto lo habían agravado las absurdas decisiones de malos jueces, en especial uno de distrito en materia de trabajo de la Ciudad de México, Gabriel Domínguez —la sociedad nuevoleonesa espera que a este inmoral juzgador el consejo de la judicatura federal lo sancione severamente, al menos con el despido, ya que fue mucho el daño que hizo—.
Por fortuna, como en la Cenicienta, poco antes de la medianoche el ministro Javier Laynez Potisek concedió una suspensión, que para todo fin práctico significaba que, si Samuel dejaba la gubernatura el interino sería el nombrado por el congreso de Nuevo León. Con eso se acabó el problema. Pero solo ese problema: mi entidad tristemente seguirá con los mismos gobernantes, puesto que Sami se rajó, volvió a su puesto y ya no será candidato presidencial.
Abogados respetados que enloquecen
El poder político es terrible. Antes de decidirse a trabajar con Samuel García, el abogado Javier Navarro tenía una gran prestigio en Nuevo León. Pero aceptó ser secretario de gobierno, y enloqueció. Ser seguidor de alguien como Sami tiene consecuencias en lo relacionado con la estabilidad emocional. La biografía de Navarro ha quedado tristemente muy manchada.
El pasado sexenio lo mismo le pasó a otro abogado con la mejor reputación, el muy culto Ernesto Canales. Dijo sí cuando el locochón Jaime El Bronco Rodríguez lo invitó a colaborar en el gobierno estatal, y perdió la razón. Ya la recuperó, pero Ernesto ensució su buena fama.