Sonora Power
Una vez acabado el riesgo de la recesión que muchos anhelaban, México ahora se prepara para dar el estirón, y es que nuestro país se ha convertido en la esencia de lo que es un destino atractivo para la inversión a partir de lo que ha venido ocurriendo.
Al arranque de año, teníamos un escenario de desastre, la llegada de Donald Trump y su amenaza de imponer aranceles punitivos a México en particular, planteaba la perspectiva de un derrumbe para México, los aranceles del 25% a las importaciones desde México, castigar al sector automotriz, a las manufacturas, a los alimentos, incluso a la cerveza y el tequila pintaba un panorama realmente de desastre.
Sin embargo, la habilidad que tuvo en los momentos más complejos nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, realmente salvó la situación y hoy México es el país más favorecido en medio de toda una guerra comercial que emprende Estados Unidos contra el mundo.
Evidentemente al ser México el principal socio comercial del país de las barras y las estrellas, al que se le vende el 83% de las exportaciones, enfrentaba riesgos enormes, pero ahora a la luz de los hechos, lo que sobresale son las oportunidades.
En este espacio hemos hablado de la competitividad enorme que tiene México como destino de inversión, la fuerza de México como país, en la manufactura tiene muchos argumentos, uno de ellos es la ventaja logística de estar a las puertas de uno de los mayores mercados de consumo del mundo, pero si agregamos elementos como los evidentes costos menores de producir en México, la capacidad de la mano de obra, su experiencia y la ventaja logística ya mencionada, es evidente que México hoy sobresale por encima de cualquier otro destino de inversión.
Esto hace que la siguiente fase de la relocalización de operaciones fabriles e industriales, esté planteando un cambio total.
En Sonora, por ejemplo la firma de Taiwán Foxconn proyecta establecer su próxima mega planta, con una inversión de 12 mil millones de dólares, todo un hito si pensamos y entendemos que es esa compañía está apostando a redefinir todo lo que tiene que ver con su operación para adaptarse a la nueva era y si Foxconn invierte en esos niveles en México, esto es un llamado para que el resto de las grandes empresas lo hagan igual.
El caso de la taiwanesa es uno, pero no debemos olvidar que en México están ubicadas las grandes armadoras de vehículos del mundo, y que por ejemplo el caso de Ford Motor Company en Hermosillo y en Cuautitlán son icónicos, pues ambas plantas son consideradas las más eficientes de esa compañía estadounidense en el mundo, en ninguno de los dos casos, la firma de Detroit está pensando en cerrar o siquiera bajar el ritmo de su operación, de hecho son tan exitosas a nivel de eficacia, costos y logística que por el contrario la firma automotriz sigue apostando a su operación en México.
México, nuestro país, está llegando al punto de que venció la inercia de una posible recesión y entra después de ese complejo momento a una fase de crecimiento que puede ser tan acelerado como el gobierno de la cuarta transformación se lo proponga.
El tema no es menor, al arranque del gobierno de la presidenta Sheinbaum estuvimos por acumular dos trimestres de decrecimiento de la economía, sin embargo, la estrategia de poner a funcionar el presupuesto público en el desarrollo de proyectos de infraestructura, agregando además los programas de transferencia que suponen el ensanchamiento del mercado interno, junto con la agresiva política de aumento a los salarios, le han dado a México esa posibilidad.
Se venció así la perspectiva de recesión, un fenómeno económico que hubiera hecho las delicias de la oposición partidista y mediática. Lo curioso es que ahora nuestro país se podría estar preparando para una fase de expansión.
La estrategia es simple, se trata de seguir invirtiendo recursos públicos para mejorar la competitividad, para construir infraestructura, para generar empleos, para ampliar el mercado interno y mejorar la capacidad adquisitiva de los mexicanos y con esto, además, hacer más atractivo a México como destino para diversos proyectos de inversión que buscan no solamente los menores costos, las ventajas competitivas o la ventaja logística, sino que procuran la capacidad de consumo de los mexicanos.
El lunes pasado en la conferencia de la mañanera del pueblo. La presidenta presentó junto al secretario de hacienda, Edgar Amador, parte de este plan que supone sustituir compras del gobierno en el extranjero, sustituir importaciones y potencializar a sectores como el comercio y los servicios como parte de estrategia, la idea es que esto aporte alrededor de siete décimas de punto porcentual de crecimiento del PIB a la economía, lo que se sumaría a las previsiones de crecimiento de por lo menos el 2%.
Si México logra crecer en una tasa de ese nivel, podrá vencer toda inercia y se podrá preparar para que a partir del 2026, las condiciones para la economía nacional sean del todo favorables.
México, hoy por hoy es la economía del momento, es el país de moda para la inversión, para el desarrollo de proyectos y esto se verá reflejado en mejores condiciones para toda la sociedad mexicana.
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