El próximo jueves nueve de septiembre se realizará en Washington una reunión de Alto Nivel entre los gobiernos de México y Estados Unidos que ha levantado expectativa por los alcances e impacto que pueda tener en la relación bilateral.

A esta reunión ambas naciones envían como líderes de sus respectivas delegaciones a los dos más importantes funcionarios después del presidente, por parte de México asiste el canciller Marcelo Ebrard y por Estados Unidos la poderosísima vicepresidenta Kamala Harris.

Por parte de México participan también la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, de Hacienda, el subsecretario Gabriel Yorio, mientras que por Estados Unidos estarán los Departamentos de Estado y de Comercio, así como la Oficina de la Representante Comercial.

El objetivo del encuentro será el relanzamiento del mecanismo bilateral de Alto Nivel que había sido desechado por el expresidente Donald Trump desde 2016.

Este mecanismo se estableció en 2013 para promover prioridades estratégicas en materia económica y comercial, con el objetivo común de fomentar el desarrollo y el crecimiento económicos, la creación de empleo, la competitividad global, la reducción de la pobreza y la desigualdad.

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Agenda imprescindible

En la reunión se tratarán temas de interés para el desarrollo de ambos países, desde la recuperación de la pandemia por el Covid-19, el desarrollo de la resiliencia climática, sector energético, abordaje de las causas fundamentales de la migración y de cooperación en materia de seguridad.

Por parte de México, la secretaria de Hacienda confirmó que el objetivo del encuentro será profundizar y complementar la integración productiva para desarrollar condiciones que favorezcan y potencien la competitividad.

Trump y su huella

Lamentablemente aún se mantiene la sombra de Trump. Antes de su llegada al poder, México había adquirido la “mayoría de edad” y la relación era mucho más institucional y ya no más como el “patio trasero” o el hermano al que hay que estar guiando y dándole todo para que no se descarrile.

Con Trump y el beneplácito de México, se regresó a los tiempos en que nuestra nación carecía de todo, éramos dependientes y solo teníamos para ofrecer la mano de obra barata.

Para Trump la relación bilateral se basaba en el sometimiento de México a sus caprichos y se limitaba a las élites de interés económico, tal como ocurrió en el encuentro de julio de 2020 en la Casa Blanca donde Trump y AMLO llevaron como parte de sus comitivas a sus “cuates” y solo se vio el interés de ellos, no el de los países.

T-MEC

Sin embargo, cabe considerar que la reposición del mecanismo de los encuentros de Alto Nivel no es una generosidad de Estados Unidos ni de Biden, se trata de que en el marco del T-MEC los tres países tengan una mayor simetría, de lo contrario no funciona.

Si Estados Unidos quiere que Norteamérica vuelva a colocarse como el bloque comercial más importante y poderoso del mundo, necesita de la cooperación de México y de Canadá, para ello México requiere estar plenamente incorporado en términos de igualdad como socio y aliado y reunir condiciones de desarrollo económico, social y democrático.

Sin embargo, la visión de AMLO no está a la altura, por el contrario, limita a México, a la época de dependencia de los años sesenta, donde la aportación del país eran dos cosas, ser proveedora de mano de obra barata y consumir chatarra y tecnologías obsoletas de Estados Unidos, o sea, éramos el basurero de los gringos.

Hoy AMLO nos pretende regresar a esos momentos y presiona y juega de manera criminal con los migrantes, al punto de reducir la agenda bilateral solamente a ese tema. Tan es así que previo a la reunión de Alto Nivel decide enviar una carta a Biden para fijar su posición y limitar la reunión al tema migratorio, sin importarle dejar de lado la amplia agenda bilateral. ¿Qué caso tiene enviar una carta?

AMLO ha repetido que para los migrantes su aspiración es llegar a ser la mano de obra barata de los gringos: Así lo dice: ¿Cómo se va a llevar a cabo el plan tan importante de fortalecimiento de la infraestructura en Estados Unidos?, lo que ya logró el presidente Biden. ¿De dónde van a salir los trabajadores de la construcción que se requieren?

AMLO, estancado en el pasado, tiene entre sus alter egos a Carlos Madrazo Becerra (padre de Roberto Madrazo) para él, un gran dirigente político, que fue el primer diputado federal desaforado por traficar con tarjetas para contratación de braceros en EU, es lo mismo que hoy pretende hacer el compañero presidente, como si la solución para la crisis que viven en el sur de México y Centro América sea que les otorguen visas temporales para que se conviertan en mano de obra barata.

Limitar la reunión de Alto Nivel al tema de tráfico de migrantes y exigir a Estados Unidos que entregue visas temporales de trabajo, no es atender las causas de la pobreza en los países centroamericanos y del sur del país.

Esperemos que de la reunión surjan cosas verdaderamente importantes, se trata del desarrollo de México y de no quedarnos atorados en la visión “trumpista” del imperio que se impone a sus súbditos.