Las compañías de seguros en la actualidad ocupan los primeros lugares de la pirámide económica, en muchas latitudes superando incluso a los sistemas bancarios, aunque nunca superarán a la industria farmacéutica, que ocupa el primer lugar en dicha pirámide.

Son de conocimiento universal las peripecias que pueden hacer los seguros para incrementar sus ingresos, sus gastos, y el valor de sus primas, como por ejemplo están los seguros de autos, que pagan cantidades exorbitantes a los siniestros de autos nuevos en las agencias, y cantidades mínimas a los autos viejos en talleres propios.

También los seguros de vida son complicados para pagar, como el ejemplo que acaba de ocurrir con el esposo finado de la señora y viuda, lamentablemente, María Amparo Casar, que tiene tanta difusión mediática, o el caso que me enteré de otra mujer que también enviudó, y un banco no le quiso pagar el seguro de vida de su esposo porque pasaron más de 5 años del fallecimiento, ella no sabía que podía cobrar ese seguro hasta que falleció un amigo de su esposo, y sus familiares le explicaron que tenían ese seguro como prestación de su trabajo.

Los seguros de gastos médicos desafortunadamente se prestan a un posible abuso por parte de algunos médicos, pero las compañías de seguros no tienen derecho de generalizar al respecto, y tampoco de cuestionar las razones por las que los médicos cobramos nuestros honorarios, al igual que no se pueden cuestionar las opiniones personales médicas; a mi personalmente me acaba de llegar una carta de solicitud de explicación de mis honorarios médicos por parte de seguros Sura, los mismos que manejan las afores de muchos trabajadores mexicanos, como lo querían hacer con la de mi propio padre, y reclamé por dicha solicitud de explicación y desglose de lo que yo considero justo cobrar, ya que en esa compañía de seguros no me conocían como médico ni mi trabajo, y consideré una falta moral que me hayan pedido dicho desglose de los honorarios que le cobré a mi paciente para que se los pudieran pagar por reembolso, les expliqué que el trabajo y la dedicación que di por su asegurado valían completamente los honorarios que cobré, y que por eso se llaman honorarios desde que surgió la medicina en Grecia, porque le pagan el honor a los médicos.

Esto debe de cambiar por el bien de los seguros, de la economía, y de su pirámide, y por el bien de la humanidad, poder asegurarse debería ser un derecho humano universal.

Nota agregada: recomiendo la lectura sobre las afores publicada en éste portal SDP Noticias el 10 de Abril del 2019.