“Al país al que fueres, haz lo que vieres”

Filosofía universal trascendental

Debido al éxito en cuanto a análisis sociológico y resolutivo del ensayo sobre la primera parte de los conflictos del pueblo judío publicado en éste mismo portal el pasado 12 de septiembre, continúo escribiendo sobre los mismos, haciendo énfasis en las migraciones y exilios que ha presentado el pueblo judío como factor importante en la generación de conflictos.

Durante todos los exilios y migraciones del pueblo judío, que podrían considerarse similares, aunque los primeros son más forzados, desde el de Egipto hasta la actualidad, pasando por el de Babilonia, y la emancipación del año 70 de nuestra era, el común denominador de todos ellos ha sido la adaptación y la asimilación de los judíos con los pueblos donde se han exiliado o a donde han migrado, adoptando sus idiomas, parte de sus costumbres, y hasta en determinado momento, su identidad e idiosincrasia.

Así, desde que llegaron a éste grandioso país fanático del futbol hace ya poco más de un siglo, los judíos se han ido adaptando y asimilando, incluyendo a la familia Khalo, de quien muy orgullosamente contamos con Frida, yo digo que se han mexicanizado, tanto, que los fanáticos judíos que apoyan a las Chivas rayadas del Guadalajara pueden odiarse literalmente con sus correligionarios que le van a las Águilas del América.

Y no está de más comentar sobre esta adaptación y asimilación, que el desayuno predilecto de más del 90% de los judíos de México, incluye chilaquiles, con cebolla picada por alguien que derramó lágrimas, crema, y queso rallado (y frijoles refritos con tostadas muy mexicanos).

También los judíos migrantes adoptaron muchas modas nacionales mexicanas, y más los jóvenes, como la presentación y asistencia a conciertos de rock, por mencionar alguna, al respecto acoplo una anécdota muy interesante al presente ensayo: en una ocasión en un centro comercial de Israel conocí a un integrante del dúo de rock pesado, con su familia, también de Israel, llamado “Infected mushroom”, y al escucharme hablar en español preguntó mi nacionalidad, y con gran júbilo me comentó que el mejor país para tocar su música es México, que de aquí son los fans más apasionados que conoce.

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Retomando el contenido de la primera parte del presente ensayo, y considerando ésta moda descrita en el párrafo pasado, resultó muy controversial que un grupo de rock de la comunidad judía de México haya sido tan mexicanamente criticado hace poco, valga la redundancia, en redes sociales y en casi todas las maneras de comunicación personal y tecnológica, por los mismos miembros judíos de dicha comunidad, hecho que estuvo más plagado de malos entendidos que de faltas, porque lo hicieron, repito, mexicanamente también.

Finalmente, no fue contraproducente que los judíos migrantes se adaptaran y se asimilaran a costumbres mexicanas como las descritas en el presente ensayo, lo contraproducente fue que se sobrepongan dichas costumbres nacionales mexicanas a la hermandad que siempre ha existido entre judíos, misma hermandad que nos ha mantenido como pueblo desde hace casi 5000 años, y que paradójicamente haya sido la que haya permitido las migraciones y exilios de los mismos, y su estancia terrenal tal cual.

Epílogo: siempre resulta muy venerable hablar de las raíces y de la estancia en México de los judíos migrantes de Europa y Medio Oriente hace un siglo, porque siempre también han sido un gran ejemplo para una muy importante mayoría de los pobladores de éste gran país, que su destino fue escrito por el dedo de dios, incluyendo a nuestro presidente: Andrés Manuel López Obrador.