Los aficionados al fútbol mexicano hemos visto, muy triste e impotentemente, cómo se han venido tomando decisiones suicidas para este deporte en nuestro país: eliminación del descenso y el ascenso del torneo local de copa, prácticamente nulo límite para futbolistas extranjeros en los equipos lo que hace tener una prisa (que a veces raya en obsesión) del jugador mexicano por emigrar a Europa, así sea a entrenar en algún pueblito de España u otro país.

Si bien se tiene un ejemplar diseño en fuerzas básicas, con torneos alternativos en distintas categorías por edades, para poder debutar en los primeros equipos se forma una especie de embudo, que causa que se pierdan no pocos excelentes prospectos ó promesas nacionales.

Siempre repito que no hay que olvidar que, en las mejores selecciones mexicanas de la Historia, sólo uno o dos militaban en el extranjero, lo cuál hacía más fácil la logística para la preparación de la selección para cualquier tipo de partidos; hoy, por ejemplo, vemos penosamente cómo el principal afectado por la altura de la Ciudad de México es el mismísimo futbolista mexicano, que al jugar (o a veces sólo vivir y entrenar) en el extranjero, se sofoque ante la altitud y el clima se su propio país; hoy, el estadio Azteca dista mucho ya de ser nuestra fortaleza inexpugnable.

Otro hecho que tiene molesta a la afición es la necedad llevada al extremo y la inflexibilidad del DT Gerardo el “TATA Martino en no modificar sus convocatorias, lo cuál se ve acentuado al vérsele tan campante paseándose por los estadios viendo el fútbol, lo cuál sería incluso aplaudible, sino fuera porque es... ¡en Argentina!

Y los federativos no mueven un dedo, parecen creer que con los dólares que la selección mexicana genera, contra (las más de las veces) rivales mediocres en los Estados Unidos, bastará para que el deporte más popular del país se desarrolle de forma atinada.

La llegada de un político caído en desgracia, prianista, itamita neoliberal y deportista (jugador de pelota vasca) a dirigir la Liga, no parece augurar nada bueno.

Con el sello tecnócrata de obedecer a los amos del dinero (al igual que lo hicieron por varios sexenios dentro de los gobiernos neoliberales), lo deportivo se adivina ya cómo algo secundario; ojalá caigan en la cuenta, tanto el referido Señor Mikel Arriola, cómo toda la asamblea de dueños de Clubes de fútbol profesional, que de seguir por la misma senda, se estarían disparando en el pie, es decir, en el negocio mismo.

Desde este torneo se presenta una alarmante baja tanto en la asistencia a los estadios cómo en los ratings (audiencias) por televisión, al hacerse buena la predicción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en cuánto a que los partidos de fútbol por televisión se estaban reservando cada día más a la gente que tiene dinero para pagarlo, porque cada torneo menos partidos van por TV abierta, y no sólo eso, van por plataformas de ‘streming’ (vía Internet) y/o por canales que se autodenominan “premuim”, los cuales para verlos no sólo basta con ya pagar un servicio proveedor de televisión de paga, sino una cuota extra por canal y/o pago por evento.

En fin, para que se empiece por un cambio que, al menos, de algo de esperanza a la afición mexicana en el CORTO PLAZO, lo mejor que puede pasar con la selección es que que los próximos dos partidos de fecha FIFA, contra Perú y Colombia a jugarse en septiembre, tenga tanto resultados cómo desempeño desastroso, para así orillar a los federativos a un relevo en el timón del combinado azteca, que tan sólo por poner un ejemplo, el único delantero mexicano en activo con estatura mundialista (Raúl Jiménez) ha sido atacado con saña por las lesiones, Henry Martin es demasiado intermitente, Marcelo Flores aún es un niño y los demás, algunos incluso extranjeros nacionalizados, no meten un balón ni por la puerta de Alcalá.

Por lo anterior, y aunque van ya de salida y también han protagonizado episodios de indisciplina e incluso anti patrióticos, cómo lo son Carlos Vela y Javier el CHICHARITO Hernández, luce cómo indispensable recurrir a ellos con calidad de urgencia, sino es que se quiere que México haga un papel vergonzoso en el ya tan cercano campeonato mundial a celebrarse en el lejano Emirato de Qatar.