AJEDREZ HUMANO

Que grave lo que pasó ayer en La Noria, otra vez, aficionados volvieron a encarar a jugadores, otra vez, seudoseguidores de un equipo en México se tomaron el papel de jueces y fueron a cuestionar, a intimidar, a insultar, en una dinámica que es urgente se le ponga un alto antes de que termine en una tragedia. Porque esto va más allá de los colores, de las instituciones, saquemos el futbol de la ecuación, son personas que llegan a agredir, a vandalizar bienes privados y que impunemente se quedan sin castigo, eso es lo que pasa, como ocurrió hace meses en Monterrey o en Guadalajara, este tipo de actos tienen que ser frenados, tomados por la autoridad o que esperan. ¿Personas heridas? Basta ya de justificar a estos vándalos que disfrazados de aficionados confunden los sentimientos hacia un equipo de futbol.

Puedo entender la tristeza, la frustración, el coraje de la afición cementera tras la goleada sufrida ante América, puedo asimilar el dolor que representa para familias enteras que han heredado de generación en generación el amor por los colores cementeros, comprendo que tras estar hace poco más de un año festejando un título, tras 23 años de sequía, ahora, con incredulidad, hayan visto en el estadio o por televisión, como su Cruz Azul fue sacudido, fue humillado en la cancha, convirtiéndose otra vez, en la burla del futbol mexicano, pero eso no justifica ir a tirarles huevos a los coches de los jugadores, grafitear la fachada del lugar donde entrenan, ni insultarlos con mentadas de madre o decirles que si son extranjeros se vayan a “robar” a otra parte, eso también es violencia, esa violencia de la que tanto se ha llenado la boca la Liga MX que quieren erradicar del futbol mexicano, pues les tengo una noticia, su responsabilidad no termina nada más dentro del estadio, castigar a las barras desde marzo prohibiéndoles no entrar a los estadios no es la solución, porque no todos los barristas son culpables de la violencia, porque lo que se necesita es empadronar, aplicar el FAN ID que tanto se presumió para sacar del anonimato a tanto delincuente que se ha infiltrado en estos grupos de animación quienes al ver la impunidad que permea en este sector, han encontrado ahí un nicho del que hay que expulsarlos. Para no salirme del punto, lo escrito antes, también debería de interesarle a la liga, no porque no ocurra en un estadio se deban de lavar las manos.

Urge que la Federación Mexicana de Futbol, Liga MX, Expansión MX, Femenil MX y otras divisiones, aborden de manera seria estos hostigamientos de seudo aficionados en los lugares de entrenamiento de los clubes, que se analice lo ocurrido en los equipos Monterrey, Chivas, América en su momento y por supuesto Cruz Azul para darle realmente un contexto más serio del que se le ha querido dar por algunos medios, no es un tema menor, insisto, no esperemos que termine en tragedia para actuar, que no pase lo del Querétaro vs Atlas ahora, afuera de las instalaciones de un Club, le demos la seriedad que amerita en una sociedad como la nuestra en la que la violencia ha llegado a niveles nunca antes vistos.

Hay formas de expresar el malestar de un aficionado con su equipo, maneras más civilizadas y que tienen un impacto directo, uno de ellos es el no asistir a los estadios, darle la espalda a su club, dejar de consumir sus productos, si en verdad quieren hacerse sentir, eso tiene un mejor efecto que ir a llenar de mentadas de madre a un jugador o a un directivo.

Las columnas más leídas de hoy

La afición de Cruz Azul, la verdadera afición, no es la que vimos ayer en La Noria, la afición cementera es leal, familiar y no vandaliza, es también, la que más ha sido golpeada por su club y la falta de resultados, el título les dio una satisfacción en 23 años, pero otra vez, volvieron a las andadas, a ellos, mi respeto y admiración, porque, a pesar de tener a directivos que solo ven el dinero por encima de lo deportivo, en una cooperativa que está plagada de traiciones y de intereses políticos, ellos aguantan, aguantan lo que otro club de los llamados grandes no hacen, pero ojo, todo tiene un límite, por lo pronto, dejemos de normalizar la violencia dentro y fuera de la cancha antes de que lo volvamos a lamentar todos.

Luis Enrique Alfonzo en Twitter: @LEAdeportess