Ha sido una de las  noticias constantes y sonantes  el tema de la venta de una de las casas del ingeniero Carlos Slim, ubicada en Nueva York.

Aunque no debería de sorprender tanto esto, ya que sabemos que tiene cientos de propiedades y que es millonario, el tema de la venta de esta casa en particular llama mucho la atención por varias razones.

Para empezar, no es una casa cualquiera: Primero, llama poderosamente mi atención que la modesta casa cuenta nada más y nada menos que con 1,800 metros cuadrados. Tiene siete pisos (sí amigos, siete pisos y no es un edificio), ocho recámaras  y diez baños, así como muchísimas más amenidades.

Impresiona saber que es una casa que es considerada casi casi patrimonio cultural de Nueva York, al ser una casa construida entre 1891 y luego en 1991 y es mejor conocida como la casa Benjamin N. Duke.

El Ingeniero Slim la adquirió en el año 2010 costándole 45 millones de dólares. Es decir unos 847 millones de pesos.

¡Qué poderoso es el señor ‘Don Dinero’! Que la mansión  hasta cuenta con acabados de lujo y paredes de mármol.

Su ubicación no podía ser mejor: Se encuentra justamente enfrente del museo de Arte de Nueva York. Para ser más fifís: frente al The Metropolitan Museum Art.

La gran mansión ha salido a la venta en unos 80 millones de dólares , esto es una suma de 1,600 millones de pesos. Y pues como se comprenderá, no ha podido ser vendida de manera rápida  porque realmente nadie ha tenido el dinero para comprarla.

La duda que me asalta es: ¿Por qué uno de los más grandes millonarios del mundo se ve en la necesidad de vender una joya como esta? Me suena a que, por increíble que parezca, el ingeniero Slim necesita de ese dinero. Y no estamos hablando de una cantidad menor.

¿A quién tendría que pagarle? Esa es la gran duda.

Algunas veces se rumoró que debía ciertos impuestos, cosa que no sé si sea verdad, pero inmediatamente relacione tres cosas: Carlos Slim-venta de su mansión-López Obrador.

Sí, lo pienso porque creo que ya se le acabo el tiempo a Slim.

Algo pasó quizá entre ellos que ahora el ingeniero tiene que pagarle alguna deuda o pagar sus impuestos. Porque podrás ser muy millonario pero a los más millonarios también se les juntan los impuestos y resultan ser una  cuantiosas cantidades y Fortunas a pagar.

Y es que el presidente de México ha dicho desde siempre  que será muy enérgico con quienes más tengan para el cobro de impuestos y quizá le llegó la hora a Carlos Slim.

Es mera suposición mía, pero hasta angustia me da saber que ya lleva un rato la casa anunciada  en venta y nomás no hay un multimillonario que quiera pagarla.

Y es que la verdad mantener una casa así debe de ser costosísimo también.

Si yo, que nomás tengo una casa de dos pisos y es interminable limpiarla, no quisiera imaginar tener que tener deslumbrantes y relucientes de limpio  siete pisos con sus ocho recámaras y con sus diez baños... ¡Qué horror!

Y no. No se me confundan. No es envidia.

¿Si tuvieran ustedes 80 millones de pesos se comprarían esa mansión? Piénsenlo bien…

Además hay que tener impecables las áreas de amenidades, jardines, el mármol pulido y resplandeciente y demás rincones.

Mientras escribo esta columna no saben cómo le doy gracias a Dios por la casa que tengo. Es pequeña, y para mí es mi pequeña mansión.

Yo no gastaría en comprar una casa así. Aunque nunca vaya a tener esa cantidad de dinero ni volviendo a vivir diez vidas.

Suena al Neverland (la mansión de Michael Jackson)  pero en Nueva  York.

Pero bueno, para que sienta paz don Slim, hasta esa logró ser comprada en 22 millones de dólares, es decir 414 millones quinientos cuatro mil ciento setenta y ocho pesos mexicanos   a un multimillonario llamado Ron Burkle, y eso que su precio solo constaba de la quinta parte del valor real de esa propiedad, es decir se adquirió ya muy devaluada.

Así que me imagino el ingeniero Slim debería de contactar a este millonario hombre para hacerle una buena oferta pero también tendrá que bajarse de precio de lo contrario difícilmente será comprada esta hermosa casa-mansión. (No la conozco pero debe de ser hermosa.)

Por lo pronto podrá ser visitada imagino, también, por cientos de  turistas curiosos que jamás podrán obtener en sus vidas una propiedad así.

Yo como ni visa tengo me será imposible conocerla por fuera aunque sea.

Pero bueno. Ya fuera de chistoretes, la verdad es que si mis especulaciones no me fallan y el ingeniero Carlos Slim anda en problemas de dinero y necesita pagar deudas, deseo de corazón que se venda rápido su propiedad.

A veces pienso yo que ser millonario puede llegar a ser un dolor de cabeza.

Es cuanto.