Desde su unción formal como la eventual candidata presidencial oficialista, Claudia Sheinbaum Pardo, invitó a todos los sectores de la sociedad a sumarse al segundo piso de la transformación.

El llamamiento fue expreso. Se convocó a empresarios, clases medias, intelectuales, científicos, entre otros.

En cuanto a que dentro de su proyecto habrá cabida para personas de todas las corrientes del pensamiento, la doctora fue específica: su campaña será la más amplia y plural. A su candidatura podrán adherirse todos los que lo hagan por vocación y no por oportunismo.

Es la primera vez que desde el oficialismo se hace proselitismo enfocado y dirigido a la totalidad de los mexicanos y no únicamente a Palacio Nacional.

Era cuestión de tiempo. Si la candidata del oficialismo quería ampliar su ventaja, tenía que, de manera paulatina, empezar a contrastarse del presidente de la república para persuadir nuevos adeptos. Sólo así se apelaría a convencer a desilusionados por el obradorato y para coquetear con notorios detractores del régimen y del lopezobradorismo.

AMLO lo sabe. No por nada su reciente apertura en lo referente a Omar García Harfuch. Antes del pasado fin de semana, el otrora secretario de seguridad ciudadana de la Ciudad de México no era santo de la devoción del tabasqueño. Incluso cuando aquél sufrió un terrible atentado, Andrés Manuel no lo visitó, no lo llamó y apenas le dedicó unos segundos en una de sus conferencias matutinas.

El perfil de García Harfuch es antitético con el oficialismo. Sin embargo, su persona cuenta con el respaldo y la simpatía de la próxima candidata presidencial oficial.

Hoy todo indica que la transmisión del simbolismo del bastón de mando fue un acontecimiento que trascendió más allá de una liturgia esporádica. Pareciera ser que realmente se le está cediendo a Claudia el poder. Y próximamente habrán más sorpresas.

Porque de ser cierto esto, la ex jefa de gobierno capitalina empezará a definir candidaturas y liderazgos que la acompañarán durante las próximas campañas presidenciales.

Y seguramente muchas nominaciones serán a personas no afines a López Obrador.

¿Estamos ante una incipiente emancipación de Sheinbaum Pardo? De ser así, el panorama se antoja sumamente complejo para la oposición.

X: @HECavazosA