“En la barca del triste pensamiento,

los remos en las manos del tormento,

por las ondas del mar del propio llanto,

navegaba vandalio; y si algún tanto la esperanza le da propicio el viento,
 la imposibilidad en un momento le cubre el corazón de obscuro manto.


'Vandalio, ¿qué harás hora? decía.
 Fortuna te ha privado de la estrella
que era en el golfo de la mar tu guía'.

Y andándola a buscar, ciego sin ella,

cuando por más perdido se tenía, la vio ante los nublados ir más bella."

GUTIERRE DE CETINA

“Vaya por Dios, qué tonta estoy

Se me ha vuelto a caer el alma por la puerta

Podría ser que he vuelto a ver,

Quizá fue sin querer, aquellas cartas viejas

Vaya por Dios, qué tonta estoy

Se me ha vuelto a llenar el corazón de lluvia

Podría ser que he vuelto a ver,

Quizá fue sin querer, aquellas fotos tuyas”.

ANA TORROJA

Un país que no dependa de ningún otro; en el que todas las necesidades de su población puedan ser cubiertas internamente. ¿Es eso posible? La respuesta es no; no en el mundo en el que vivimos. ¿Pero qué se necesitaría para estar más cerca de ello; concretarlo en algunos rubros en específico? Muchas cosas. Entre ellas, políticas públicas efectivas y de largo aliento, así como —concretamente hablando del sector energético—apostar por energías renovables.

Hay que decirlo claramente: en México no hay un renglón en el que seamos autosuficientes, aunque en algunos podríamos estar próximos a serlo. No lo digo yo, sino especialistas y órganos acreditados mundialmente que se dedican a medir/determinar este tipo de cosas. Mas López Obrador no les cree y, lo peor, si bien en algunos rubros podríamos serlo, la apuesta de la 4T para lograrlo solo consigue hacernos más dependientes y más pobres también.

El primer mandatario pregona que va por la autosuficiencia (lo volvió a decir ayer) y que gracias a sus políticas en ese sentido, México es uno de los países con menor grado de inflación.

Siento desilusionarlo: no es así. Por cuanto a inflación se refiere, no somos de los peores en América (Venezuela), pero tampoco estamos entre los mejores (Chile y Bolivia). México se encuentra a mitad de la tabla, pero con la diferencia de que sus propuestas, programas, estrategias, acciones, políticas, obras y propósitos tendrán un alto costo para la población en el mediano y largo plazo.

Ya que estamos ‘enmendando planas’, vale la pena también corregir a Mario Delgado quien dice que México “no ha entrado en una burbuja inflacionaria gracias a la política económica de AMLO”. Eso es una falacia absoluta que sentimos todos en nuestro bolsillo. Y la situación no es peor gracias a las remesas que la nación está recibiendo, cortesía de millones de mexicanos que han sido expulsados —incluyendo los de este sexenio— por falta de oportunidades.

Y apunto otra ironía —incongruencia es mejor palabra— de la Cuarta “Transformación”: dice querer hacer autosuficiente al país, pero en lugar de lograr la autosuficiencia laboral (atraer inversiones y crear fuentes de empleo), solicita —mendiga—visas de trabajo al primer mandatario de EU (aunque propiamente hablando es el congreso legislativo de ese país el que decide esa cuestión).

Ante la pregunta ¿queremos ser autosuficientes?, el impulso humano es decir ‘sí’. Buscamos ser lo menos dependientes posible de otros. Mas, para lograrlo, se requiere no apostar por el pasado pues las fuerzas del presente son mucho más grandes.

Hoy en día, hay muchas ciudades y regiones a nivel mundial que son autosuficientes sea por cuanto a alimentos o energía. Respecto a otras necesidades, en cambio, no consideran alcanzar la autosuficiencia. No la buscan.

Y sí, México podría ser autosuficiente por cuanto a abastecimiento energético pues es, según la International Renewable Energy Agency (IRENA), de las regiones más favorecida en recursos solares del planeta. En promedio se reciben diariamente 5.5 Kwh/m2 (unidad de medición de la radiación solar). En el noroeste del país excede los 8 Kwh/m2 durante la primavera y el verano.

Algunos ejemplos: aunque nuestro país tiene 5.5 veces el tamaño de Alemania y una radiación solar cinco veces superior, la energía solar generada por los teutones es 44.2 veces mayor. China es 4.9 veces más grande que México, pero nuestro país tiene una radiación solar en promedio 1.2 veces mayor. Desafortunadamente, la energía solar generada es equivalente al 0.1% de la china.

¿Cómo es posible que, teniendo tantas horas de luz al año, el gobierno prefiere apostar por los combustibles fósiles, los cuales cada día son más caros de extraer, refinar y transportar?

La apuesta mundial para lograr la autosuficiencia energética se basa en energías renovables. Las fuerzas eólicas, solares e hídricas hacen que las personas puedan utilizarlas y no depender de los combustibles perennes y contaminantes. Las cuentas además muestran que una vez contando con la infraestructura necesaria, los costos se reducen de inmediato. Y, una vez pagada la inversión, la energía es casi gratuita para empresas, industrias y ciudadanos.

Pero no. En nuestro país la gran apuesta es una refinería (Dos Bocas) que algún día podrá refinar 340 mil barriles diarios de crudo pesado (más allá de las promesas de López Obrador respecto a que en enero de 2023 estará refinando, la misma Rocío Nahle señala que no tiene fecha para ello).

A lo anterior, López Obrador suma la capacidad de Deer Park en Texas y las otras seis refinerías que existen en nuestro país y que requerirían ingente inversión.

Hay muchos tipos de suficiencia/s/insuficiencias. Hoy tan solo esbocé algunos aspectos de la situación de México por cuanto al sector energético. Es trágico comprobar que podríamos ser autosuficientes (con los menores costos que ello implica) si el gobierno apostara por las estrategias ganadoras. Tristemente, gracias al régimen cuatroteísta obsesionado con el petróleo, a los mexicanos no nos “calienta el sol”, lo que podría ser luz para ser autosuficientes en el ámbito energético.

Mientras la 4T no entienda que el presente —y el pasado—ya no son futuro, será imposible arribar a la autosuficiencia energética.