La palabra “honestidad” ha sido repetida por AMLO cientos de veces. Su lema incluso, es ese: Todos los que habitan la 4T son honestos, el trabajo que hacen es honesto, las decisiones que se toman son honestas... él es honesto.
El presidente nos ha asegurado que ser honesto es una manera de tener ganado todo en la vida. Nos ha dicho que por medio de la honestidad se adquieren herramientas para tener un país exitoso y próspero. Y asegura, también, que le resulta muy fácil ser honestos a quienes lo rodean.
Pero no, ya nos dimos cuenta que no. Ahora vemos y sabemos que les resulta y que les cuesta mucho ser honestos a muchos. Completa y absolutamente honestos... Más allá de que no roben dinero, el ser honesto implica muchas otras cosas más.
El presidente de México ha dicho que él no va a destapar a nadie para que sea presidente o presidenta, nos ha prometido que por esta vez no habrá “dedazo” como en gobiernos anteriores.
Pero todos hemos visto que él se ha encargado de destapar a su máxima favorita para ser presidenta que es Claudia Sheinbaum.
Sería tan fácil ser honestos... Si AMLO aceptara que sí, que su favorita es ella y que desea que ella gane.
La gente agradece la honestidad, pero más allá de ello, la detecta. Se da cuenta cuando una persona es honesta, ya tenemos muchos de nosotros ese filtro.
El pueblo, ese que le llama pueblo, es inteligente y ya no es tan maleable como antes.
Luego, se le agradecería al presidente su honestidad porque ya de plano no puede ocultar su predilección por Claudia Sheinbaum.
Pero sigue insistiendo en su discurso de que él pone el piso parejo para todos y sigue queriéndonos convencer de que él ni las manos al fuego mete por nadie . Y ya vimos que no es así. Claudia es su favorita. Y no está mal tener favoritas. Lo que está mal es decir que no tienes favoritas y demostrar lo contrario.
Claudia Sheinbaum en sus ganas de querer ser presidenta, pues no la tiene tan fácil, debido a que ostenta un cargo como Jefa de Gobierno de la capital que le implica estar enteramente arraigada a la CDMX, sus viajes están dando mucho de qué hablar.
Todos sabemos que, para empezar a hacer campaña política hay que viajar. Claudia trae la escuela de su Jefe, quien viajó por cada rincón de este país, pero él en realidad no hacía otra cosa más que eso.
Y ahora, legalmente no son tiempos de hacerlo, no ante el INE.
Comprendo que si Claudia fuera enteramente honesta o quizá más valiente que honesta aceptaría que necesita viajar al interior de la República para promocionarse, pero si lo hace el INE se lo condena.
Ahora dice que viaja los domingos que es su día de descanso a dar conferencias, cosa que tampoco este pueblo bueno ya le cree.
¿Qué tendría que hacer la jefa de Gobierno?
En primer lugar dejar de mentir. Dejar de decir que viaja al interior de la República porque imparte cursos y platicas.
Aceptar que le interesa visitar todos los estados de la República sobre todo en donde no tiene tanto aceptación, porque quiere ser Presidenta y porque le interesa que la conozcan .
Tener un acercamiento o un diálogo con el INE para que éste esté enterado que en su día de asueto ella viaja por ese motivo y no por ningún otro, creo que le da un toque de honestidad y transparencia. Al menos estaría intentándolo.
Seamos claros: estamos llegando a un punto en que AMLP no puede seguir yendo contra corriente.
Le conviene aceptar más, que convencer .
Un toque de humildad y de honestidad para nada le vendría mal a él y a sus favoritos y cercanos.
No está mal desear ser presidenta, lo que está mal es quererlo intentar por vías “alternas” para brincarte las leyes y reglamentos.
No está mal que el presidente tenga a su favorita. Es más, sería honesto de su parte decir que los demás si gustan pueden seguir participando pero que él tiene a su favorita.
Insisto. Un poco de honestidad y humildad vendrían muy bien. Porque de lo contrario se les puede revertir y perjudicar.
Si quieren hacer las cosas bien, si quieren ganar , es momento de la honestidad. De esa honestidad verdadera de la que tanto habla. Si quieren convencernos tenemos que ver en ellos que están diciéndonos la verdad. Porque eso se percibe, se huele, se intuye. Ahora sí, no tengo dudas, la honestidad puede llevar muy lejos a quien decida ejercerla para este 2024.
Es cuanto.