Sin duda, la docencia ha sido para la aviación uno de sus pilares más importantes. La acción de pasar conocimiento a otros seres humanos no es una tarea fácil. Por eso es importante agradecer a todos aquellos maestros por la gran labor.
Ahora que fui a la Feria Aeroespacial México 2025 (FAMEX), hubo una dinámica que me encantó, porque refleja lo que acabo de mencionar. La compañía de aviación Viva Aerobus dejó una aeronave, pero no nada más ahí para que fuera parte de la exhibición.
A dicha feria acude mucha gente, muchos de ellos jóvenes que van con las ilusiones a todo lo que dan, y que están descubriendo mundos maravillosos como son la aviación y la industria aeroespacial.
Y es que me parece de capital importancia que no descartemos el gran talento que tenemos como país, y al que hay que incentivar. Me tocó presenciar muchos alumnos de distintas escuelas de aviación, así como otros que todavía no están estudiando alguna carrera relacionada con la industria, pero que están valorando la posibilidad de hacerlo.
Por eso la dinámica que hizo Viva me pareció de lo más enriquecedora. Y no podía hacerse sin alguien que ama la aviación hasta el tuétano, que es ejemplo de vida, de perseverancia, constancia, pero sobre todo de bondad y humanismo.
Les voy a platicar primero la dinámica: Viva subió a la gente por la parte posterior de la aeronave, mientras unos sobrecargos los recibían como sí fuesen a tomar un vuelo.
Al entrar pudieron observar el galley trasero, los baños y comenzar a caminar por el pasillo del avión de la compañía francesa Airbus, modelo A321NEO, hasta llegar a la parte delantera de la aeronave, en la cual fueron tomando los asientos, en espera de darles la bienvenida, y de manera ordenada entrar a conocer la cabina de pilotos, con la posibilidad de charlar con ellos.
Esto no hubiera sido posible si Viva no se presta para esta dinámica, pero hay un elemento clave: Isaías, el sobrecargo instructor que transmite sus conocimientos a las nuevas generaciones.
A él es a quien me he estado refiriendo, un excelente ser humano y apasionado de su trabajo, que invita a los estudiantes que están en la carrera a imaginarse ya volando, les dice “es tu avión, da un anuncio”, y eso da muchísima confianza; me tocó ver a cientos de alumnos que desfilaron por el avión de Viva, y bajaban con una sonrisa enorme en el rostro, y una satisfacción inigualable porque, aunque todavía no “vuelan”, lo hicieron de manera virtual.
Se los digo por experiencia, una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica. Es evidente que las escuelas, aunque tienen aeronaves para sus prácticas, o paneles simulando ciertas partes de los aviones, no es lo mismo cuando te subes a uno que sabes, sí vuela todos los días.
Lo mismo para quienes quieren estudiar para piloto aviador, la experiencia de entrar a la cabina de pilotos y charlar con gente que está volando es “la mar” de enriquecedora, por eso la dinámica que hizo Viva es de aplaudirse.
También fue una gran oportunidad para quienes quieren estudiar ingeniería aeronáutica, o para ser controladores de tráfico aéreo, operaciones, mecánicos y todas las profesiones relacionadas.

Después de la bajada de vuelo de Mexicana de Aviación, sobre todo muchas compañeras, pero también compañeros sobrecargos, encontraron en la docencia un nuevo camino en sus vidas. Varias de mis amigas como Rocío Zúñiga o Ingrid Pulido que en paz descanse, terminaron como instructoras en escuelas de aviación, y han dejado huella en nuevas generaciones que están viviendo una aviación tan diferente a la que conocimos, pero que sigue siendo apasionante.
A todos ellos, compañeros entrañables, ¡muchísimas felicidades! por compartir sus experiencias de vida que no son pocas y por dedicarse ahora a la enseñanza de un mundo tan complejo y a la vez tan atractivo, como lo es la industria aérea.
Y también un reconocimiento especial a Gabriela Fraustro quien, a pesar de haber sido “corrida” de Aeroméxico por ser incómoda a mi sindicato, entonces encabezado por Ricardo Del Valle, supo sortear con gran agilidad las turbulencias y volverse instructora de tripulantes de cabina, hoy muchas nuevas generaciones de sobrecargos ven en ella esa gran mentora.
Porque eso hace un maestro, dejar en cada alumno una huella imborrable, y siempre serán recordados por ellos, por la pasión con la que enseñan, y con la que comparten sus conocimientos.
Quiero aprovechar -ya que estamos hablando de docentes- que el Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, encabezado por el maestro Ricardo Aguilar, quien es su coordinador nacional, buscan el diálogo, pero sobre todo la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, entre otros puntos que les preocupan, como el tema de las pensiones y el ingreso de nuevos docentes, por mencionar algunos.
Desde este espacio expresamos nuestro apoyo a cualquier cambio positivo al magisterio. Debemos avanzar, cuidando los derechos laborales de los docentes, pues forman parte vital de nuestra sociedad.
Aunque sea un día después, muchas felicidades a todos los maestros por lo que son, y por compartir con nosotros un pedacito de ustedes; ¡Gracias!