Mucho se han quejado ciertos sectores de la sociedad, de las incongruencias en las que ha caído el actual gobierno federal y sus funcionarios, de quienes afirman, antes criticaban lo que ahora justifican y promueven. Sin embargo, en la oposición poco se ha hecho para mermar la credibilidad del actual partido en el poder, porque por cada oportunidad que se les presenta, siguen cometiendo sus propias pifias que le restan legitimidad a su crítica.

Un ejemplo de ello es Dante Delgado, el propietario de Movimiento Ciudadano y ex gobernador priista de Veracruz, quien ha estado muy activo últimamente encabezando la lucha en contra del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, por considerarlo una persona represora y autoritaria, que utiliza su poder para perseguir a sus opositores y acallar las críticas.

El activismo de Dante inicia cuando uno de los suyos, José Manuel Del Río Virgen, fue apresado por un delito que dicen desde la oposición, ha sido fabricado solo para reprender a sus jefes políticos, Ricardo Monreal y el mismo Delgado.

Por supuesto que el gobierno de Cuitláhuac ha sido polémico de inicio a fin, cuestionable por varias de sus acciones, y exhibido en algunos casos en donde el uso de la FGE ha sobrepasado los límites de la legalidad para lograr sus detenciones.

A pesar de ello, es la misma oposición la que le resta fuerza y credibilidad a su reclamo, porque en el caso de Dante y Movimiento Ciudadano, al mismo tiempo que arremeten y levantan la voz contra el gobierno veracruzano, impulsan en Quintana Roo a un personaje deleznable como Roberto Palazuelos a la gubernatura de dicha entidad.

Y es que el Diamante Negro, no solo carece de la preparación política para aspirar a dicho encargo, sino que además, ha sido evidenciado por sus desafortunadas y preocupantes declaraciones que por si mismas, constituyen probables delitos que se deberían de perseguir y castigar penalmente. En una de ellas, afirma haber participado activamente en una balacera en la que orgullosamente se jacta de haberle dado muerte a dos personas; en otra, amenaza a quienes hoy lo critican, afirmando que tiene una lista con sus nombres para ajustar cuentas una vez que llegue al poder ejecutivo de su entidad.

Represor, autoritario, fantoche y homicida, pero además, proveniente de una familia de la que algunos señalan que su abuelo, hizo su fortuna bajo el cobijo de los viejos gobiernos del PRI que a Movimiento Ciudadano tanto le gusta denostar diariamente. No es sorpresa, así aceptaron a Enrique Alfaro, así promueven al ex priista Arturo Diez en Tamaulipas, y así, con todo y su lucha por la justicia social en Veracruz, impulsan al impresentable, amenazante y homicida confeso de Palazuelos, como candidatos de su “tercer vía”, a los gobiernos de cada entidad.

Primero los votos y luego todo lo demás, así es como Dante Delgado y su partido exhiben su doble cara y le quitan fuerza y validez a la crítica que hacen; lo que daña profundamente cualquier intento de movimiento fidedigno, que desde la sociedad civil intente sacar a los gobernantes que actualmente le están fallando a sus ciudadanos. Con este tipo de prácticas y políticos de doble cara, la sociedad está sola en su lucha por vivir en un mejor país.

Carlos Acevedo Hernández en Twitter: @CarlosAcevedoH