Marko Cortés, líder nacional del PAN, anunció ayer que esta semana viajaría a Europa con el propósito de denunciar ante las instituciones de la Unión Europea “las violaciones a la Constitución y a los organismos autónomos, así como exponer al mundo la situación de violencia que vive nuestro país”.

Quizá suene muy rimbombante aquello de “acudir a instancias internacionales” para denunciar al gobierno de AMLO. Sin embargo, en la práctica -y Cortés lo debe saber bien- aquellos viajes de “denuncia” terminan archivados en el buzón de quejas.

Según informó Cortés, visitará el Parlamento Europeo, el Servicio Europeo de Acción Exterior, el Bundestag alemán (el cual no forma parte de la Unión Europea, huelga a señalar) y la Fundación Konrad Adenauer. El panista será acompañado por la diputada Mariana Gómez del Campo.

Si bien muchos mexicanos compartimos la indignación de ver al presidente AMLO hipotecar el futuro del país a través de sus fallidas recetas económicas, su intento de militarización y el acecho contra las instituciones autónomas del Estado, el viaje de Cortés poco contribuirá a la solución de las problemáticas.

Sin embargo, para la mala fortuna de los mexicanos y de todos los que criticamos abiertamente las políticas de AMLO y de su gobierno, no hay nada que las instituciones extranjeras puedan hacer en beneficio de nuestro país. Dado el caso de que la denuncia de Cortés encuentre eco en Europa, el Parlamento Europeo, en el mejor de los casos, emitirá una declaración por la cual “exhorta” al gobierno mexicano a “retomar el cauce legal y democrático”.

Y mismo, si esta situación tuviese lugar… ¿Alguien cree que AMLO escuchará al Parlamento Europeo o a cualquier institución extranjera? El lector recordará que en marzo de este año este mismo organismo emitió una resolución por la cual condenaba la inacción del gobierno mexicano ante la violencia contra periodistas. Acto seguido, AMLO, en un comunicado de vergüenza, llamó “borregos” a los eurodiputados a la vez que calificó el documento como calumnioso. “No podemos aceptar que los eurodiputados nos falten al respeto…” declaró el presidente mexicano.

En suma, el viaje de Cortés conducirá a nada. Y AMLO, seguramente, con ese instinto político que le caracteriza, aprovechará la ocasión para lanzarse nuevamente contra la “derecha conservadora” que frívolamente pasea por Europa y hace propaganda política en favor de su partido. Esperemos, sin embargo, que la Secretaría de Relaciones Exteriores vigile esta vez cualquier reacción o declaración imprudente de AMLO que pudiese lastimar -aún más- el prestigio de México en el concierto de naciones.