Hay una premisa que fue el detonante para que Claudia Sheinbaum no solamente emitiera su posicionamiento desde la tribuna de la mañanera, sino de manera escrita por medio de una carta que envió a la dirigencia nacional del partido al que pertenece. Se trata, a grandes rasgos, de una narrativa clara que nace de los principios de un movimiento que nació precisamente para ello: servir al pueblo de México. Hay, en efecto, aspectos muy valiosos que podemos destacar para que esa igualdad social, desde el poder, sea el mejor ejemplo para proyectar un porcentaje de la sociedad que, hay que decirlo así, necesita todavía el apoyo a través de asistencia, empleo y programas sociales. De hecho, los mismos datos del INEGI, que han sido claros y precisos, muestran una reducción en los índices de pobreza y desigualdad. De modo que hay continuidad del legado que heredó AMLO, pero también hay cambios profundos que podemos presumir como sustanciales, hay larga vida para la transformación.

Por esa y por muchas razones, específicamente la declaración de principios de un partido, Claudia se inspiró para redactar la narrativa de una misiva que la misma Luisa María Alcalde hizo gala en leer. De entrada, como todos sabemos, Morena se autoproclamó como el partido que nace de esa necesidad de la sociedad, pero también del rechazo a los partidos tradicionales que, por años, vivieron bajo la opulencia. Siendo así, los elementos que citó Claudia, especialmente en los fragmentos, hace alusión a que se deben de rechazar todos aquellos que tengan una similitud con la parafernalia, los lujos y las excentricidades. En todo caso, ese fue uno de los componentes que abrió camino para que la sociedad, que pondera Sheinbaum como factor para hacer posible este proceso de transformación, nutriera de una fuerza que alcanzó cifras históricas de votación el pasado dos de junio.

Entonces, para Claudia Sheinbaum, la razón principal de esta carta, es el pueblo de México. A nuestro juicio, y seguramente el de muchos segmentos de la población que se manifiestan a través de los mecanismos de participación, está la democracia participativa. Desde luego que estamos a favor de que se erradiquen las prácticas del nepotismo, específicamente cuando nos han dejado un mal sabor de boca por la forma en cómo se elegían esos representantes por medio del dedazo. En Morena, como sabemos, la única vía para tomar decisiones en torno a los puestos de elección es la encuesta. Nada mejor que la gente decida quienes nos representan en las boletas. Eso, por lo tanto, no debe quedar únicamente en el discurso, sino en los propios hechos.

La discusión sobre el nepotismo fue una de las principales causas que dio origen a esta convocatoria. Más aun cuando hay aspirantes dentro del movimiento que, siendo objetivos, no tienen nada que ver con una práctica antisocial como esta. Tanto Félix Salgado, como Saúl Monreal, han construido sus propios roles dentro de la política. De hecho, cada uno de ellos tiene asignada tarea que le delegó el propio pueblo de México a través del mandato popular. En retrospectiva, queda claro, ellos se sometieron a una encuesta que, a su vez, dominaron de pies a cabeza para llegar a la candidatura de la fórmula del Senado a la que, por cierto, arrasaron con unas cifras históricas. Por esa razón creemos que, como tal, sería una injusticia cortarles el derecho legítimo de participación en 2027, pues antes de esa consanguinidad que los liga, hay una carrera de años que han ido acuñando uno y otro.

Desde luego que la carta de Claudia Sheinbaum sienta las bases para construir una unidad nacional. En lo personal, claro está, apoyo, siendo militante activo del lopezobradorismo, todas las recomendaciones que realiza en torno a los principios básicos, especialmente aquellos que ponen en jaque al movimiento, cómo los lujos y las excentricidades. Eso, por supuesto, no debe tener cabida en un partido que nació precisamente para erradicar ese claro ejemplo de lo que no se puede realizar siendo representantes del pueblo. Y como no debe haber excusas para no poner en práctica, los ojos del territorio nacional estarán puestos en cada uno de los representantes que tienen alguna función legislativa o administrativa.

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Al final de todo, haciendo un balance del Consejo Nacional de Morena, el partido salió fortalecido en la unidad. Fue muy claro el posicionamiento de Claudia Sheinbaum, y las recomendaciones que, al final de cuentas, provocarán un gran efecto.

En el tema de nepotismo, que no podemos catalogarlo únicamente por el tema de consanguinidad, considero que debe existir un debate profundo. La misma sociedad, que se ha ido expresando en las encuestas, tiene su mejor juicio. Precisamente por su importancia, y por el punto de quiebre que puede traer las limitantes de registro para quienes se han ganado y tienen el derecho legítimo de participar, puede provocar una polarización. Ese asunto, como tal, no debe precipitarse, máxime cuando el congreso federal emitió una declaratoria constitucional para fijar los tiempos. De lo demás, está más que claro, los fragmentos de una misiva, inspirada en la esencia de un movimiento, tienen una base sólida de justificación. Lo más importante, antes que cualquier aspecto, es el porvenir del pueblo de México.

Notas finales

En ese marco, específicamente del Consejo Nacional de Morena, desfilaron senadores, diputados y gobernadores de la República. Como una muestra de ese liderazgo político, figuró al lado de los dirigentes del CEN, el mismo Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador constitucional de Michoacán. En esa entidad, lo hemos dicho una y otra vez, se ha ido calentando el escenario preelectoral que, hasta cierto punto, vemos como un hecho normal considerando el tiempo tan anticipado con el que se jugó la disputa de las corcholatas. Desde luego que la lectura del Consejo Nacional hizo énfasis en los tiempos correctos de participación, sin embargo, hay metodologías que nos han ido acercando a tener una predicción más precisa de lo que puede llegar a ocurrir.

Lo que es una realidad, en especial por los sondeos que se dieron a conocer en términos de proporción, es el salto que ha dado Gladys Butanda, pieza clave del armado de Bedolla en la administración. Ella, en un careo con actores en distintos partidos, ganaría en un hipotético escenario si ella representara únicamente a Morena como vehículo, pues para Gladys, la titularidad de Movilidad y Desarrollo, ahora que la infraestructura está alcanzando su punto más alto en obra en la entidad, la están catapultando a la cima.

Uno de esos componentes, que el propio portal de SDPnoticias cubrió, fue la puesta en marcha del emblemático Mercado Municipal: un inmueble que, además de la modernidad y la palanca de impulso a la economía para miles de familiares, se ajusta a los usos y costumbre de un pueblo Mágico como Pátzcuaro, que, por cierto, ha sabido dar equilibro el edil que, en este momento, es calificado, de acuerdo con los estudios que miden el desempeño de las administraciones, cómo uno de los mejores alcaldes de territorio nacional. Hablamos de Julio Arreola.