En nuestra entrega anterior comentamos que efectivamente quién es el líder de la 4T-4R menciona que se encuentra a mitad del camino de su mandato, y de su programa político, de quien su obstáculo más grande ha sido la pandemia global. Ha tenido avances en algunas materias pero desde nuestra perspectiva hay tres espacios de oportunidad que consideramos asignaturas pendientes de importancia, en las cuales si acaso podemos decir que va también a la mitad del camino: avance económico, seguridad y combate al crimen transnacional y lucha contra la pobreza y la desigualdad.

En la primera ha habido un retroceso significativo por la depresión económica provocada por la pandemia, pero también por la equivocada política de austeridad fiscal que acentuó la tendencia recesiva de la economía en 2019 pudiendo haberla relanzado con políticas contra-cíclicas, como se hizo en todo el mundo haciendo menos gravosa la caída de 2020, que fue muy severa (-8.3%) por lo que este año (2021) aún no recuperaremos la exigua posición recesiva de 2019, dado que la política pro-cíclica ejercida preparó el peor escenario para el hundimiento de la economía en 2020, que todas maneras se hubiera producido, pero no sabemos si en la misma magnitud.

Pero la prioridad del gobierno era la aplicación del máximo de recursos para los programas sociales, no el crecimiento económico, de allí que la “austeridad republicana” fue pareja, para gasto corriente y para inversión, y el combate a la evasión fiscal y a la corrupción tenía ese propósito prioritario. La expansión del gasto público con un incremento del gasto en inversión productiva, no en gasto corriente, habría tenido otros resultados, sin aumentar los impuestos, aplicando los ahorros a inversión productiva, aunque se aumentara uno o dos puntos el déficit primario y uno o dos puntos la propia inflación, lo fundamental era revertir la recesión económica e ir ampliando gradualmente la inversión social. Se sustenta la tesis de que la mejor ayuda a los grupos vulnerables es la transferencia directa de recursos, pero requerimos aumentar la riqueza y repartirla, no hundirla y aumentar solo las transferencias.

La incidencia delictiva es fluctuante, no hay una tendencia generalizada a la caída de la misma en todos los renglones, no, algunos delitos han caído otros han subido, algunos Estados o Municipios cambian su posición entre los cinco o diez con mayor incidencia delictiva, pero no hay una mejora generalizada, sino localizada. Aquí también se está a la mitad del camino si bien nos va. Por otro lado, la apuesta por la Guardia Nacional, por su presencia disuasiva en todo el territorio nacional, o con algunos operativos selectivos de ocupación de comunidades con alta conflictividad y violencia, se ha sobre estimado. Claro que juega un rol importante complementado con el ejército y la marina, pero insuficiente.

Pero el trabajo de un cuerpo armado del Estado que combate a la criminalidad ordinaria o transnacional organizada, es su reestructuración conforme a las formas de operación de las organizaciones delictivas (reformas policiales, reformas de los cuerpos intermedios militarizados y en su caso, nuevos cuerpos armados) y la reforma de la inteligencia, de los aparatos de inteligencia militar, policial y civil. En México tal vez con adaptaciones pragmáticas, esa reforma a los cuerpos es muy parcial referido solo a la GN, y en materia de inteligencia, no se ha producido. El tema del crimen transnacional es un tema de la Seguridad Interior (variante de la Seguridad Nacional), no de la Seguridad Pública, aunque también tenemos severos problemas de Seguridad Pública. Ambos debemos atacarlos con estrategias diferenciadas, con un trabajo de inteligencia táctica distinta, con una preparación capacitadora diferente de los cuerpos armados. Aquí se pretende que la GN solucione todo y que ahora no tenga ninguna influencia civil, sub-sumiéndola en la Secretaría de la Defensa, efectuando allí una concentración de cuerpos armados estilo Ministerio de Defensa de Colombia, como otro cuerpo más (ejército de tierra, policía militar, fuerza aérea y GN, además de los cuerpos de élite).

Hay una severa contradicción entre discurso y praxis, y un tremendo error, no sólo teórico y político, sino estratégico en toda esa concepción. Además, una praxis incompatible o por lo menos muy deficiente con un cambio de régimen que se precia de tener una orientación democrática en un contexto de transformación histórica. No tenemos una Ley de Seguridad Nacional moderna y eficiente sino obsoleta e inoperante y no existe Ley de Seguridad Interior, tampoco un Sistema Nacional de Inteligencia. Pero esto no le dice nada al Presidente y a sus asesores y colaboradores, o “no quieren moverle” para tener “manga ancha” y modificar lo que deseen a su antojo, elevando la apuesta en la GN y en sus reuniones matutinas de coordinación. Hay una política pragmática, no política reformista como la prometida. No podemos esperar avances significativos. Las guerras asimétricas como la que se libra contra el CTO nunca se han ganado con concentración de fuerzas, por ello las Mesas de Pacificación se han relegado a último término. Vamos mal.

Decir que la pobreza creció durante 2019-20 en México en 4.0 millones de personas, sin contexto ni mayores referentes como sí lo hace CONEVAL, no sólo es un lugar común, que no representa un dato duro a considerarse, sino efectivamente un dato aportado de manera tendenciosa. Y si lo mencionan al lado de afirmar como también lo hace dicho organismo que en el periodo 2008-2018 el número de pobres se redujo en 2.5 millones de personas, igualmente sin ninguna otra contextualización o explicación, resulta escueto, simple. Pero que el Presidente responda con un “tengo otros datos” y no digas cuáles, tampoco puede considerarse un planteamiento serio, sino defensivo sin aportar más referentes. Tomar un dato aislado sin contextualizarlo ni explicarlo, no aporta significativamente a la discusión. El tema de la pobreza tiene muchos ángulos de visualización y análisis pero hay uno fundamental: el lugar que este tema social ocupa en la agenda de prioridades de un gobierno. Este ha dicho que los temas de la política social son su prioridad,

“El nuevo paradigma de desarrollo está centrado en el bienestar de la población, entendido este como el acceso efectivo a los derechos humanos. La visión de la política de desarrollo social es transitar hacia un “sistema universal de bienestar” a través de la coordinación y articulación de todos los recursos institucionales y materiales disponibles. Los principales instrumentos de la mencionada política son los Programas Integrales de Bienestar, los cuales fueron estudiados desde la perspectiva de la integralidad con los enfoques de curso de vida y seguridad alimentaria. Es positivo que la política social tenga una perspectiva centrada en no dejar a nadie atrás en un país como México en el que atender las brechas entre grupos de población debe ser un tema prioritario de la política y el desarrollo. (…) Para que la integralidad se cumpla, es necesario generar los elementos que contribuyan a la clara articulación de los programas a partir de su propio diagnóstico y análisis de los problemas sociales que intentan atender. Es un acierto que el esquema de coordinación de la operación de los programas prioritarios busque un proceso eficiente al reducir el número de intermediarios; sin embargo, existen oportunidades de mejora en términos de la comunicación entre los actores involucrados, capacitación a los Servidores de la Nación, calidad de la información (…), mejora continua de los programas y difusión de calendarios de entrega de apoyos. Estos aspectos adquieren particular relevancia en un momento en el que el bienestar de buena parte de la población recae en los bienes y servicios que recibe por medio de los programas de la política social.”

Informe de Evaluación 2020, p. 216

Un planteamiento analítico y contextual de este tipo esclarece muchos los términos de las afirmaciones del informe:

a) Se habla de un nuevo paradigma del desarrollo para llegar a un sistema universal completo.

b) De la necesidad de coordinar y articular todos los recursos institucionales para poder cumplirlo.

c) De un enfoque de integralidad y de reducción de intermediarios; pero igualmente de áreas de oportunidad como en comunicación, capacitación de servidores públicos, calidad de la información como la difusión del calendario de entregas de los apoyos, y de mejora continua.

d) y de una coyuntura de recaída en el acceso de bienes y servicios en los programas de política social. Otra cosa.

Si los incrementos desde el gobierno narrados en la primera entrega para los diferentes programas –en otros se retrocedió- no fueron suficientes esto no debe agraviar al gobierno, la economía es una ciencia del aprovechamiento óptimo de recursos siempre escasos contra necesidades crecientes por satisfacer, de tal manera que los esfuerzos económicos siempre están en una función de interrelación e interinfluencia de esas tres variables, recursos, aprovechamiento y necesidades, con un objetivo histórico: un régimen universal de derechos para el bienestar.

Pero la crítica enriquece siempre y en cualquier escenario coyuntural. El poder no puede porque no es sano ser hipersensible a la crítica. Actuar como fortaleza sitiada a cada momento. En todo caso debe situar el dato concreto que se esgrime en su contra tendenciosamente en su contexto adecuado, la información mayor y sistematizada está de su parte, pero descalificar por un prurito defensivo no nos parece lo más sano ni útil. Y si se quiere polemizar con los especialistas que ya hemos visto en la cita de arriba no hacen señalamientos tendenciosos o de mala fe, entonces con toda seriedad acometer la parte técnica-metodológica y las valoraciones socio-políticas y presentar los puntos de rechazo fundamentados y contrastados. La sociedad opinante y no, ganaría mucho con ello.

Maro Cimoli especialista de la CEPAL afirmó que en las estimaciones del organismo económico-regional habrá 30 millones más en pobreza en la región por efecto de la pandemia global (Excelsior, 29/05/ 2020) y los especialistas del Banco Mundial estimaron que entre 88 millones y 115 millones de personas más entrarían en una situación de pobreza extrema. Otros cálculos hablan de entre 118 y 124 millones de personas en dicha situación. (Lakner et.al, 2021). Un aumento inédito. ¿Qué hacer para atacar este inmenso drama humano? Nos ocupara los próximos lustros y decenios.