Ya tenemos claro quién va para la Presidencia: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. No me gusta usar el término CONTRA, porque no es un partido de futbol. Es ganar la gobernanza de un hermoso y gran país como lo es México. Pensar en quién puede ser la mejor opción para presidenta para el 2024 conlleva muchísimas cosas.

Ya es un hecho y eso nos debe de quedar claro: Por primera vez en este país habrá una mujer como presidenta.

Sin embargo, muchas  mujeres están enojadas por ello: Dicen que no debemos de alegrarnos de que vaya a haber una mujer en la Presidencia tan solo porque sea mujer. Ya saben, que si eso es cuota de género no es correcto y demás.

Personalmente, y probablemente estoy muy mal y estoy equivocadísima para muchas feministas o para muchas mujeres, tengo que confesar que a mí sí me da emoción (si es que llego con vida al 2024)  poder llegar a ver a una mujer a la Presidencia.

Me alegra porque a pesar de todo lo que se dice contra Claudia, finalmente las mujeres podemos ser más sensibles y tengo esperanza en que de ganar ella pueda suavizar y paliar tanto odio diseminado por el ahora presidente Obrador.

El tema acá  en el que hay que enfocarse es lo indispensable que la que sea presidenta de la nación tenga buena relación y cercanía con quien será jefe o jefa de gobierno de la CDMX. En este tenor ya se han puesto algunos nombres sobre la mesa como candidatos para la jefatura local:

* Clara Brugada

* Martí Batres

* Sandra Cuevas

* Omar García Harfuch

Por el lado de Xóchitl Gálvez, de ganar la Presidencia, pienso que no tendrá inconveniente en tratar con ellos. Si bien la mayoría son de Morena, me parece que Gálvez tendría la altura para tratar con ellos, además de que ella no ha tenido ningún encontronazo con ninguno de los aquí mencionados.

En tanto, por el lado de Claudia Sheinbaum, ahí sí veo más difícil la cosa y es que aquí es cuando ella tendrá que hacer uso de todo su control emocional para no estarse desgastando con Sandra Cuevas de quedar electa ella como jefa de gobierno, por ejemplo.

Con ella sí que han habido fricciones. Claudia tiene que aprender el arte de no tomarse las cosas personales y no caer en jaloneos políticos ni divisiones ni señalamientos.

La presidenta y el jefe de gobierno tienen que estar  enteramente en buenos términos.

Para Claudia, de no ganar Sandra Cuevas la jefatura de la CDMX, entonces no hay afrenta.  Y el ideal sería Omar García Harfuch.

El resto de los que puedan quedar como jefe o jefa de gobierno serían de Morena. Y a ellos sí les da la cara, les propicia el diálogo y les abre las puertas.

No sé cómo es que Claudia desde el día miércoles en su discurso como ganadora de la candidatura a la Presidencia por su partido, empezó a hablar de divisiones y polarizaciones.

Me preocupa porque siendo presidenta tendría que ser amable y abierta al diálogo con todos las y los gobernadores que no sean morenistas.

Creo que debe de hacer un análisis profundo de la forma en que poquito a poco pueda irse desapegándose del discurso agresivo de Obrador.

Imagino que el presidente mantiene  la ilusión de que Claudia hable como él, se mueva como él y diga las mismas cosas que él dice.

Yo mantengo la ilusión de que Claudia se empodere y no permita que nadie le diga cómo  hablar ni qué  decir.

Ella debe de aprender a creerse que es valiosa por lo que ella es. No por quien le dice que es valiosa.

Hoy escuché a Claudia Sheinbaum en una entrevista que le concedió a Francisco Zea decir que faltan muy pocos días para el 2024.

Y tiene razón: Faltan muy pocos días para que el rumbo de México cambie.

Temo que hay mucho fanatismo en torno a ambas candidatas y  eso me da pavor. Porque el fanatismo no lleva a nada. Lleva al quiebre y a la polarización. Lleva a la agresión y al desorden.

Confío y espero que los seguidores de ambas mujeres sepan apoyarlas desde la paz y desde la conciencia.

México no merece más guerras internas, ya con los índices de inseguridad que existen, con la violencia, con los desaparecidos, con los homicidios y feminicidios, tenemos suficiente.

Será interesante cómo buscará un acercamiento  Sandra Cuevas  con Claudia Sheinbaum.

Si casi tampoco la he visto cerca de Xóchitl, me intriga entonces cuál será su postura.

Ayer que fue la entrega del Bastón de Mando, algo que francamente me pareció de lo más cursi del mundo pero además con mucho mensaje autoritario por parte de AMLO, como dándole a entender a Claudia que si es ella, es que fue gracias a él y será gracias a él.

En esa ceremonia bizarra y extraña, nada más estaban invitados los gobernadores morenistas.

Pues entonces empezamos mal.

Me deprime ver que entonces quieren seguirnos dividiendo.

Yo estoy segura que por ejemplo el gobernador del estado donde vivo, Querétaro, Mauricio Kuri, sí habría aceptado asistir. Es que no creo que ningún gobernador de la oposición hiciera rechazado asistir pero los morenistas no los incluyen. Los hacen a un lado.

Y el presidente es aquel que por definición va a gobernar a todo un país. ¿Entonces no va a gobernar para todos Claudia Sheinbaum?

Quiero que me convenza, quiero ver en ella la esperanza que me provoca Xóchitl Gálvez.

Quiero verlas unidas. Quiero ver concordia entre jefe o jefa de gobierno y la presidenta en cuestión.

Quiero todo eso y más para mi país porque de otro modo, siento que vamos a colapsar.

Si no hay líderes a quienes seguir, si sigue habiendo desunión y división, ¿qué nos espera?

Es cuanto.