En la historia moderna del estado de Sinaloa, 26 periodistas han sido asesinados. (De los que se tiene registro). Los sexenios de Antonio Toledo Corro, Alfonso G. Calderón Velarde y Mario López Valdez encabezan la estadística negra. La paradoja estriba en que los gacetilleros entregan su vida al servicio de la verdad. Mientras que la verdad sobre sus asesinatos en muchos casos jamás fue contada.
En México es ‘barato’ matar periodistas. La impunidad está a la orden del día. Los criminales tienen ‘bajito el zarzo’. Este país es el más inseguro para la profesión de informar fuera de los países en guerra. Pero no se mata la verdad a balazos.
Ni un tweet. A cinco días de la muerte de Luis Enrique en Sinaloa, repetí la acción que hicieron Francisco Garfias de Excelsior y Don Federico Arreola de SDP; anoche (domingo) a las 11:55 pm (hora Pacífico) revisé la cuenta de Twitter del presidente, y todavía no ha emitido su posicionamiento sobre el asesinato de nuestro colega en Sinaloa. Pero, lo que sí sobran son los videos de su gira por Centroamérica.
¡Ni uno más en la lista! Las cifras van en aumento. Las instituciones se desgarran mediáticamente por no acusar el lamentable golpe de ver un informador caído por violencia. Derechos Humanos acusa con frialdad a Fiscalía. Fiscalía utiliza sus recursos al máximo para atender un tema de urgencia. Gobernación anuncia que intervendrán políticamente para esclarecer los casos. Seguridad Pública redoblará esfuerzos. Presidencia no descansará hasta que se resuelva. Todos tienen una narrativa “lavamanos”. La culpa es de nadie. La responsabilidad, es de todos.
Lo cierto es que ningún crimen debe quedar impune. No importa la actividad a la que se dedique la víctima. Hago hincapié en el caso de los que se han dedicado a informar. La prensa no debe jamás ser callada. ¡Ya no más!
La Libertad de Expresión debería ser eso. Libertad. Libertad de informar. Libertad para contar una historia, un suceso o una problemática. Libertad para que el reportero ejerza su trabajo sin temor.
¿Por qué siendo una profesión tan bonita, tiene que ejecutarse con miedo? No culpemos los tiempos. Desde hace más de 200 años se ha violentado la integridad de quienes se han dedicado a informar no sólo en la tierra de los once ríos, sino en todo territorio mexicano. Las plumas deben ser valientes. Deben señalar la corrupción y las injusticias. Como el legendario y sinaloense Héctor “El Gato” Félix lo hizo. Como los hermanos Flores Magón también, opositores del régimen Porfirista.
Su vida al servicio de la gente. Al servicio de informar.
A ti Luis Enrique Ramírez te dedico mi redactar. Periodista distinguido.
Pero no tengan pendiente. Ya andan por ahí los valientes. Que escribirán en su honor.
Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix