IRREVERENTE

“Mi abuela Celia idolatraba a su hijo mayor, mi tío Raúl Baillères González.

Fue un hombre muy apuesto y talentosísimo; era encantador, bueno para los deportes, para los estudios.

En cambio sus hermanos Celia, Susana y Alberto -mi papá- no tenían esas virtudes, por lo tanto, el favorito de doña Celia González era mi tío Raúl y a mi papá le hacía el feo.

Desde chiquito me decía: ‘Alberto, tienes qué aprender a flirtear con el universo’.

Mi tío Raúl murió en un accidente de automóvil en la curva de ´La Pera´, cuando iba de México a Acapulco.”

Este es el relato de Alberto Baillères Gual, que en sus propias palabras les platico:

“Nacer en una casa con ese nivel de infuncionalidad y recibiendo ese tipo de mensajes de su propia madre, creó un trauma de notoriedad buscada en mi papá, que hasta la fecha sufre (agosto 2019) y que manifiesta a través de su afán de controlarlo todo y anteponiendo su imagen por encima de todos.

No tenía capacidad para manejar el consorcio de empresas que heredó en charola de oro, no de plata, sino de oro.

Yo fui el cómplice y mejor amigo de mi mamá y fui como el papá de mis hermanos, amigable con ellos todo el tiempo, mimándolos porque yo era el objeto de los mimos de mi madre.

Papá siempre estuvo celoso de mí

Mi amistad con mi mamá fue tan cercana como un noviazgo.

Se valió de los dos motivos que antes te platiqué para sacarme de la jugada, para librarse de mí.

Debido a su inseguridad, ya no me soportaba, por eso me forzó a que me fuera de México.

Un día después de que endosé todas mis acciones, me fui a Acapulco a la casa de Pepe Hernández Lomelí, hijo de Regino Hernández Llergo, dueño de las revistas Impacto y Alarma. ¿Te acuerdas de ellas?

Mientras armaba mi exilio, trabajé en el Baby´O, sin cobrar, nomás a cambio de alimentos y estancia.

Luego vivimos en el norte de Estados Unidos donde tras empezar desde bajo cero, llegué a un puesto directivo en Flat Bank del que ya te platiqué.

El que era mi jefe sintió pasos en la azotea y terminé por irme de ahí.

Naples, Fla., el mayor polo de riqueza de EU

Con Robin me fui a Naples, Florida, que tiene la mayor concentración de riqueza per cápita de EU, situación que descubrí ya estando allá, porque mi intención primera era irnos a Miami, pero como mi padre tiene casas ahí, me bloqueó y escogí lo que más lejos estaba en línea recta de esa ciudad.

En Naples, abrí mi propia empresa de créditos hipotecarios vinculada a una agencia de bienes raíces con un alto enfoque en los intereses del cliente, que deja en segundo plano los de la institución y los inversionistas que prestan.

Mi propuesta a AMLO: Banco de los Pobres

Expandí por todo Estados Unidos ese negocio, porque lo sé hacer muy bien y tan pronto me fume un puro con mi papá y hagamos las paces -porque así va a tener qué ser- (desgraciadamente nunca sucedió esto pues su padre murió en 2022) voy a regresar a México y le voy a proponer al presidente López Obrador crear un organismo que se convertirá en el banco de los pobres.

Podremos prestarle dinero a la gente más desfavorecida con un esquema tan ingenioso y tan conveniente para la gente, que lo he patentado con honores en la meca de Silicon Valley.

Esto lo hice por mi cuenta, pues si bien es cierto que mi papá financió mis estudios, lo hizo debido a mis buenos desempeños académicos.

A mis hermanos Mauricio y Juan Pablo los sacó de las escuelas donde estudiaban en Estados Unidos porque seguían siendo ´los burros de oro´.

Yo los rescaté para que se fueran a vivir conmigo en el mismo internado donde estaba.

Ahí vivíamos tres en un espacio para una sola persona.

Tengo una carta de mi papá en la que, en vez de agradecer y reconocer este gesto, me culpa por solapar los malos comportamientos de mis hermanos.

Me da ternura la monumental inseguridad de mi papá

Quién sabe qué pensaría toda esa gente que se arrodilla (arrodillaba) ante él como dueño de tantas empresas, si conociera las debilidades que tiene.

Mi papá no oye argumentos del otro lado, es tajantemente inflexible y rígido, no se puede dialogar con él, lo único que le interesa es no quemarse en el nicho de los millonarios y para lograr sus objetivos, es capaz de todo.

El poder absoluto corrompe absolutamente.

Esto es lo que le sucede a mi papá, quien conmigo y con otros de su familia ha cometido el peor abuso imaginable, sevicia”.

(Nota del editor: Según la RAE, sevicia significa crueldad excesiva.)

Cajón de sastre:

Mañana, Episodio 6: Los Baillères serían más ricos que Slim, pero mi padre fue un huevón.