Las coaliciones opositoras cometen un error grande al pensar que el desgaste de tres años o la amplia imaginación de sus promotores las harán ganar. Su falla lógica es unirse contra un proyecto de gobierno sin tener agenda programática conjunta, plan o propuestas unificadas, menos calidad moral ni un Plan de Nación que ponga sobre la mesa los roles pragmáticos y programáticos de la mezcla heterogénea que protagonizan.
Unirse contra Morena es la única agenda que sostienen, tan vacía como sus candidatos y al mismo tiempo, tan reveladora de intereses: no pretenden ganar por amor a México sino por odio al Presidente y sus simpatizantes (a esos que no pierden oportunidad en tontear y rebajar por su clase social). No pretenden construir un proyecto de coalición sino unirse para defender los privilegios que da el abuso del poder. Ni siquiera cuentan con acuerdos en temas torales como despenalización del aborto o matrimonio igualitario... pero si cuentan con una larga lista de amistades, empresarios y líderes con los que han hecho negocios con cargo al erario público.
Así como en Chihuahua, los opositores en todo el país se han incomodado.
Hablar de derechos humanos les incomoda porque entre sus filas, hay militarizadores profesionales, negociadores con narcotraficantes vg. Cocoa Calderón y Tuta en Michoacán. Son odiadores profesionales con miedo… un miedo tan grande que ninguna diferencia importa con tal de continuar en la impunidad. Odiadores de oficio y con prebenda.
Quedan 9 días para la elección y las alianzas del PRI-PAN-PRD exhiben que los atan más las corruptelas que cubrir que las agendas programáticas. Chihuahua es el ejemplo perfecto, donde Javier Corral, militante de Acción Nacional y gobernador de aquella entidad, es el primero en investigar a Marú Campos a través de la Fiscalía del Estado por cohecho y peculado.
Ni el militante de su propio partido se ha atrevido a ser partícipe de la coalición en defensa de la corrupción heredada de César Duarte que ahora conforman la candidata del Partido Revolucionario Institucional, Graciela Ortiz; la candidata del Partido Redes Sociales Progresistas, María Eugenia Baeza y Alejandro Díaz, de Fuerza por México, quienes declinaron no por la candidata del PAN-PRD, sino contra Morena.
Ser mujer no es sinónimo de tener manto impune para cometer ilícitos
Se dice que las investigaciones contra Marú Campos son golpes electorales o hasta violencia política de género, pero ser mujer no es sinónimo de tener manto impune para cometer ilícitos. María Eugenia Campos obtuvo en enero de 2017 una propiedad con valor actual de 6 millones 882 mil 917 pesos, cuyo origen no se explica sumando sus actividades profesionales, que POR CIERTO, fue entregada como garantía al juez de control que la vinculó a proceso al encontrar elementos para investigar el delito de cohecho. A eso se le suma una segunda propiedad y su vinculación directa a la “nómina secreta” de Duarte en la que comparte lugar con el notario público número 4, Luis Raúl Flores Sáenz, quien constituyó mínimo seis empresas fantasma, con domicilios inexistentes y certificó pagos a otros miembros de de la red de corrupción para el desvío de, al menos, mil millones de pesos durante la administración de Duarte Jáquez.
El caso no es nuevo y no comenzó en la mañanera de esta semana. Van 5 capturas y 5 sentenciados, entre los que están Alejandro Gutiérrez, exsecretario general adjunto del CEN del PRI por desviar 250 millones de pesos destinados a la educación; Ricardo Yáñez Herrera, exsecretario de Educación, Cultura y Deporte, sentenciado a 4 años de cárcel; el exdiputado Fernando Mariano R., sentenciado a tres año de prisión; Javier Alfonso Garfio Pacheco, exsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas, sentenciado a a tres años de prisión; el empresario Germain Lezama Cervantes, sentenciado a 5 años y 6 meses de cárcel; Karla Areli Jurado Bafidis, exdirectora Administrativa de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, sentenciada a tres años de cárcel… Y la lista continúa. Más de 30 órdenes de aprehensión liberadas por el mismo asunto.
¿A eso le tira la unión de opositores contra Morena?
¿A volver a colocar en el poder a los que saquearon las arcas del estado de Chihuahua? A quien congelará las investigaciones de sus amistades y garantizará la impunidad de los Duartistas.
A defender al Chihuahua corrupto y prepotente que salió con la llegada de Corral.
Al PRIANRD+2 se le debe dar una noticia: el odio no es una ideología política ni una agenda programática.
Ese es su gran fracaso: el vacío total de proyecto.