No se escribe señor Presidente, sino señor presidente. “La palabra presidente se escribe con minúscula inicial”, dice la Fundeu de la Real Academia Española. La explicación es sencilla:

√ “En bastantes medios suele escribirse presidente con mayúscula inicial (Presidente) sin tener en cuenta que esa palabra pertenece a la categoría conocida en gramática como ‘nombre sustantivo común’ y ese tipo de nombres, según las normas ortográficas del español, se escriben con inicial minúscula”.

√ “Solo se aplica la mayúscula a la palabra presidente cuando esta forma parte del nombre propio de una institución, como Conferencia de Presidentes”.

Supongo que algunas personas escriben presidente con mayúscula como una forma de manifestar respeto al gobernante del país. No es necesario.

Es la misma razón de que se acostumbre, en público, ustear o ustedear al presidente, aunque en privado se le tutee.

Pienso que si uno tutea a un presidente en privado, debe tutearlo en público. Lo contrario es hipócrita. Así de plano.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el dueño de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, se tutean desde hace muchos años.

Hoy, en su periódico, el licenciado Ealy publica una carta que ha dirigido al presidente López Obrador y en la que le habla de usted y usa la mayúscula en presidente (Presidente).

Es la respuesta del empresario a ciertas críticas que le lanzó Andrés Manuel. ¿Buena respuesta? Ni tanto.

Ealy ustedea a AMLO, lo que me parece ocioso y hasta farisaico, ya que si se reunieran a platicar seguramente de inmediato surgiría el tuteo entre ambos; así se han tratado durante más de dos décadas y no hay ningún motivo válido para que las cosas se den ahora de una manera distinta.

También, Ealy usa la mayúscula indebidamente: “señor Presidente”, le dice a López Obrador.

En fin, en su carta al presidente de México el dueño de El Universal presume que los gobiernos lo han atacado por su apasionada defensa de la libertad de expresión.

Es una forma indirecta de acusar a Andrés Manuel. Lo que en el fondo Ealy dice es: “me atacas, presidente, porque soy libre”.

Creo que eso es falso. El presidente López Obrador no ataca a El Universal ni a sus funcionarios y colaboradores; AMLO simple y sencillamente critica el mal periodismo, no pocas veces calumnioso, que se practica en ese diario.

Hoy, en su escrito, el columnista Salvador García Soto dice lo mismo que el dueño del medio para el que trabaja: el presidente López Obrador pretende, “con mentiras y falacias, desacreditar el trabajo de más de un siglo realizado por esta casa editorial y amenazar y amedrentar a nuestro director el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz”.

Se entiende que García Soto meta su cuchara en el debate entre Ealy y AMLO: las críticas que ayer hizo el presidente al dueño de El Universal se dieron porque el mencionado columnista involucró, indebidamente, a las hijos mayores de Andrés Manuel en un enredo —ya desmentido— de acusaciones de huachicoleo y crimen organizado.

Es cierto, el columnista no aseguró que José Ramón y Andrés Manuel López Beltrán sean delincuentes, pero sí dijo —algo que no podrá demostrar— que el gobernador de Tamaulipas pidió a la DEA investigarlos.

De inmediato el gobernador Cabeza de Vaca desmintió a García Soto, y este no se ha disculpado por haber publicado como cierto algo de imposible demostración y, por lo tanto, falso.

En un periódico serio no se habría publicado lo que comentó Salvador García Soto; en Reforma, por ejemplo, se le habrían pedido al columnista evidencias sólidas de sus afirmaciones para darle el espacio principal en el medio, pero como no iba a poder presentarlas, con amabilidad se le habría invitado a escribir otra cosa.

Pero como El Universal ha dejado de ser un diario serio, permitió la publicación de algo que sin duda daña la reputación de los hijos del presidente de México.

Comprensiblemente enojado, Andrés Manuel dijo que quizá El Universal calumnia a su familia porque ya no recibe las enormes cantidades de dinero que los anteriores gobiernos federales le entregaban por concepto de publicidad oficial.

Ese fue el ataque que, según Ealy, este empresario de medios recibió solo porque en su periódico defiende la libertad de expresión.

No fue ataque, sino defensa —AMLO defendió el honor de sus hijos calumniados en El Universal—, y no se dio como respuesta a la supuestamente libertaria vocación del licenciado Ealy, sino nada más como una perfectamente comprensible reacción ante semejante bajeza.

Si el licenciado Ealy quiere respetar a Andrés Manuel que deje el ustedeo y las mayúsculas en presidente, y que simplemente sea serio en lo que publica.

Las calumnias no son serias, don Juan Francisco; las calumnias son una chingadera.

CARTA DE EALY ORTIZ A LÓPEZ OBRADOR