El secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de la 4T, Marcelo Ebrard, viajó a Nueva York para participar en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.

Así lo informó oportunamente el embajador de nuestro país ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente.

Ebrard seguramente dijo cosas muy importante, pero lo cierto es que Ebrard ni siquiera se enteró que hablaba en el Consejo de Seguridad.

El propio Ebrard difundió un tuit para “compartirles —a sus seguidores, desde luego— la sesión del consejo general de hoy en la ONU”.

La sucesión presidencial debe traer extremadamente nervioso a Ebrard, ya que, contra lo que afirmó, en la ONU no existe ningún “consejo general”. Los expertos como el embajador Gutiérrez Canet rápidamente lo corrigieron.

Existen el Consejo de Seguridad, con sede en Nueva York, y el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra.

También existe la Asamblea General, pero en esta no participó nuestro señor canciller.

Habló del “bloqueo” a Cuba, pero este tampoco existe, no en Nueva York: lo que sí existe ofícialmente es un “embargo”.

Tiene razón el embajador Agustín Gutiérrez Canet, quien sabe mucho más que Marcelo Ebrard acerca de relaciones exteriores: el canciller debe renunciar para dedicarse de tiempo completo a su precandidatura presidencial.

Cito al embajador Gutiérrez Canet:

“Hasta ahora, todos los candidatos a la presidencia de la pepública que han sido secretarios de Relaciones Exteriores han fracasado. Desde Ezequiel Padilla Peñaloza en 1946 hasta José Antonio Meade en 2018, y Marcelo Ebrard no será la excepción en 2024”.

√ “En 1946 Padilla, siendo priista, no fue candidato del Partido Revolucionario Institucional sino del extinto Partido Democrático Mexicano, y perdió contra Miguel Alemán Valdés”.

Comentario a lo afirmado por Gutiérrez Canet: si no renuncia para concentrarse en lo que sí le interesa, que es la candidatura presidencial de Morena, Ebrard correrá la misma suerte que Padilla, esto es, no será candidato presidencial del partido en el poder, sino de otro instituto político sin ninguna fuerza, y no ganará.

Distraído con una candidatura que seguramente no será suya, Ebrard anda dando pena en sus propios tuits. No lo merecen ni la 4T ni el presidente López Obrador.