A mi modo de ver, México tiene a los mejores periodistas del mundo. Esos que salen a las calles a defender la noticia y a buscar la verdadera información.

Desgraciadamente, México ha sido el país donde más corren peligro los periodistas. Del 2000 a la fecha han habido 153 periodistas asesinados en todo el mundo, siendo en el periodo del presidente López Obrador 53 periodistas a los que se le ha arrebatado la vida. Diez de los 11 casos de periodistas asesinados en este 2022 ha ocurrido en entidades gobernadas por Morena.

La organización “Artículo 19″, una de las que documentan los asesinatos a periodistas en México, señaló que el 40% de la responsabilidad de estos asesinatos recae en funcionarios públicos, es decir: alcaldes, jefes de seguridad, policías, militares y uniformados de cualquier cuerpo.

Hay fallas en las peticiones de protección contra ellos, porque a veces lo más que se hace por ellos es ponerles un guardaespaldas pero, en el caso reciente de Lourdes Maldonado, periodista quien con anterioridad había pedido ayuda en la mañanera directamente al presidente pues temía por su vida, fue asesinada días después con todo y escolta al bajar de su automóvil.

El presidente ha dicho que le importa mucho que los periodistas estén a salvo, pero desde su tribunal matutino ha expuesto datos y vida de periodistas y columnistas, para que se expongan al linchamiento mediático o lo que es muchísimo peor a un posible linchamiento del “pueblo” que pueda derivar en una tragedia.

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Y es que el presidente no considera periodistas a los que lo señalan o hacen crítica sobre su forma de conducirse como Presidente. Esa es la prensa mala, vendida, prensa fifí.

La prensa que lo apoya y alaba, esa sí es prensa valiosa y que hasta segura estoy, paga.

Hoy en día no nada más son los periodistas los que se expresan, sino que también existe una nueva apertura para que la gente que no es periodista pueda escribir y expresar en columnas su sentir y su opinión. Me parece muy trascendental esto, porque esto representa a muchos mexicanos.

En lo personal, gente que me honra con su lectura me dice “escribiste exactamente lo que quisiera decir y no puedo”.

En la mañanera de hoy, “conmemorando” el Día del Periodista, Jesús Cuevas al frente cuál representante de todos los periodistas de este país,  confirmó la creación de un Plan de Seguridad para Periodistas independientes y que están “desamparados”  trabajando, reporteando o escribiendo por cuenta propia ( así dijo) dándoles las siguientes prestaciones:

  • Seguro de enfermedades y maternidad
  • Seguridad de riesgos de trabajo
  • Seguridad de invalidez y vida
  • Seguro de retiro
  • Seguro de guarderías.

Los requisitos para postularse pues, seré medió paranoica, pero es literal entregarles TODA tu información:

  • CURP
  • INE
  • Acta de Nacimiento
  • número de Seguridad Social
  • RFC
  • Currículum Vitae, en donde se trabajó antes, evidencias de columnas o reportajes últimos. Es decir, quieren recopilar toda la información habida y por haber del que se postule.

Por supuesto el que se postule (eso no lo mencionan en los requisitos) es que NO escriba contra el presidente ni ose cuestionarlo.

Es decir, quieren comprar a los periodistas “libres” para que a cambio de que paren de atacar al presidente, reciban estos beneficios, pero no solo eso sino que al entregarles toda la documentación personal, prácticamente tienen comprada a esa prensa y podrán manejarla a su antojo.

Todo esto desde mi punto de vista, no es de ninguna prestación, ni ayuda al periodismo nacional independiente. Es una forma muy sutil y populista de mantener bajo su control a la prensa. Esa que tanto le duele al presidente. Esa que le incomoda e inquieta.

Esos columnistas que ya no sabe cómo callar porque precisamente son libres o trabajan para medios que les brindan la libertad de escribir y expresar lo que quieran.

Para mí, esto no es ningún plan para detener los asesinatos de periodistas mexicanos.

Para mí esto es mantener la prensa libre bajo control y sin libertad.

Pero usted que me lee tiene la última palabra.

Hay personas como yo, que por nada cambiaremos nuestra forma de escribir y de expresarnos, porque se lo debemos a nuestro país.

Y el día que el presidente haga algo bien, seré el primero en aplaudírselo y hablar de ello.

Yo no soy periodista, soy columnista y me siento tan parte del gremio periodístico como el que más. Porque escribir con libertad también es peligroso y requiere dosis de valor. Yo lo tengo.

Es cuanto