¿A usted le causó sorpresa que el PRI anunciara su voto en contra de la reforma eléctrica?

Si la respuesta es positiva, podríamos pensar que es muy joven y desconoce de las triquiñuelas que durante sexenios han hecho los tricolores, o de plano es necio, sordo y quizá tarugo.

En el discurso pronunciado ayer por su dirigente nacional, Alejandro Moreno, solo se notó su desinformación  de lo que una reforma de ese tamaño representa para todos los mexicanos, y por eso es urgente sea aprobada.

En palabras de “a centavo” para que todos entendamos, es necesario que de inmediato los habitantes de este país paguemos menos por el recibo de la luz.

Aquí en Veracruz, cada bimestre tenemos que tomar aire antes de ver el costo de la energía eléctrica, pues cada recibo es una bofetada al bolsillo de las familias.

Y muchos, le juro, prefieren “colgarse” o poner “diablitos” (con todos los riesgos que esto implica) antes que pagar cantidades estratosféricas  que nos cobran por el servicio.

Créalo: pagamos más por la luz que por la renta de una vivienda.

Y le aclaro que estoy hablando de la clase media, sí, de quienes tenemos al menos un aire acondicionado en casa para soportar las temperaturas elevadas que vivimos la mayor parte del año.

De los más desprotegidos, es decir aquellos que consumen menos porque solo tienen un refrigerador (en el mejor de los casos) o una pantalla, mejor no hablamos.

Pero los priistas, insensibles y desmemoriados, se envalentonan para decir que la reforma no pasará, refrendando una vez más su apoyo incondicional a los empresarios, quienes conchudamente se quejan de la propuesta del Ejecutivo federal.

En el mismo tenor están los demás partidos de oposición: PAN, PRD, Movimiento Ciudadano. La cosa es ser “contreras”, decir que no solo porque sí, dejando de lado los intereses y necesidades del pueblo.

¿Acaso han hecho algo para el beneficio del más necesitado en algún momento?

En contraparte, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, este fin de semana no perdió la oportunidad de hablar sobre el tema con miembros de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, sección Veracruz, ante quienes expuso que el gobierno de la Cuarta Transformación, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, no pretende excluir a la iniciativa privada de dicha reforma, todo lo contrario,  podrá generar 46 por ciento de la producción.

Las diferentes posturas son claras.

Mientras los de siempre, aquellos que han abierto más la brecha de la desigualdad social en el país, se empecinan en defender los intereses de unos pocos, la titular de la Sener explica con “manzanitas” en cada foro en el que se presenta la urgencia de aprobar una reforma que a todos nos beneficia, incluso a quienes se oponen a ella.

Un voto por la niñez

Cuando veo las pataletas de los partidos de oposición ante la propuesta de aprobar la reforma eléctrica, me queda claro que la mayoría jamás se ha ensuciado los zapatos viendo las necesidades de uno de los grupos más vulnerables y por ende más afectados con el alto costo de la energía eléctrica en México: los niños.

Basta darse una vuelta por cualquier escuela pública de la zona conurbada Veracruz Boca del Río para sentir que tomar clases con una temperatura de 40 grados o más, es un infierno.

El ya de por sí lastimoso rezago educativo que tenemos en el país (más ahora en tiempos de pandemia) amerita que se apruebe una reforma que beneficia grandemente a la niñez al permitirle tomar clases en aulas climatizadas, que ayudaría a un mejor  rendimiento académico.

Son muchos los planteles, me consta porque los he estado recorriendo, que tienen suspendido el servicio de luz ya que los recibos sobrepasan los 50 mil pesos, incluso estando cerradas las escuelas.

Y esto es solo una parte del problema.

¿Por qué no dejan de lado su cerrazón, señores, y por una sola vez en su vida piensan en el bien común?

Quizá al hacerlo tendrían más simpatías y con suerte levantan un poco la cabeza aquellos partidos tan venidos a menos debido a su indiferencia, a su falta de empatía, a su desinterés.

Vienen elecciones en breve, ¿no se les antoja que alguien más los voltee a ver?

Es pregunta…

Paréntesis…

Anoche escribía estas líneas e iba a tocar el tema de la sobrecarga de energía en tiempos de calor, y se me fue la luz.

Pasé una nochecita épica tratando de dormir con 36 grados o permitiendo que los moscos me comieran si abría la ventana.

En épocas de calor las fallas en la energía eléctrica son el pan nuestro de todos los días, sobre todo por las noches que llegamos todos a casa a descansar.

Si a los legisladores no les importa ni los niños, ni los pobres, ni los enfermos, los invito a pasar la noche conmigo cuando me quedo sin luz para que vean lo que es amar a dios en tierra de paganos.

Les juro que a la media hora de sudar la gota gorda la reforma queda aprobada.