Cito el sitio argentino Cronista.com:

  • “Todos hablan de Michelle Pfeiffer y la polémica serie sobre las primeras damas de Estados Unidos”.
  • The First Lady es una serie que “tiene un elenco de lujo y muestra cómo nunca la ambición política de las primeras damas de los Estados Unidos”.
  • “Las súper actrices de Hollywood que protagonizan la primera temporada de la serie The First Lady que ya se puede ver en Paramount+ son Michelle Pfeiffer, Gillian Anderson y Viola Davis”.
  • “La serie de 10 capítulos muestra episodios clave de la vida personal y política de Eleanor Roosevelt, Betty Ford, Michelle Obama”.
  • “Gillian Anderson es Eleanor Roosevelt, quien acompañó a Franklin D. Roosevelt (interpretado por Kiefer Sutherland)″.
  • “Michelle Pfeiffer es Betty Ford, esposa de Gerald Ford (en la piel de Aaron Eckhart)″.
  • “Viola Davis es Michelle Obama, quien ocupó la Casa Blanca junto a Barack Obama (rol que ejerce OT Fagbenle)″.

En el sitio de internet de Paramount+ se informa que el público mexicano puede suscribirse por $79.00 al mes, con la posibilidad de cancelar en cualquier momento. Se ofrece la opción de “únete ahora y obtén 7 días gratis”.

Me uní gratuitamente a Paramount+ para ver esa serie y no pude ni con dos capítulos. Me aburrí y creo que no veré los restantes episodios. Espero que no me salgan con obligaciones contractuales ocultas cuando cancele.

Eso sí, además de que casi muero de un bostezo agudo, terminé bastante decepcionado de que, ya bastante avanzado el siglo XXI, exista gente en Estados Unidos que aprueba el papel secundario que se asigna a las mujeres en la democracia de ese país.

Solo una mujer estuvo cerca de ser presidenta, Hillary Clinton, pero el machismo del electorado estadounidense lo impidió.

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Claro está, en el cine ha habido más de 20 presidentas de Estados Unidos. Tristemente ni siquiera en las películas el machismo desaparece, como en el caso de Kisses for my president, de 1964, comedia basada en hacer bromas sobre el marido primera dama o primer damo de la gobernante.

En otra película, cuando la presidenta de Estados Unidos está cerca de lograr la paz mundial, es interrumpida por su novio quien le propone matrimonio.

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Aunque hay presidentas serias en el cine y la TV de Estados Unidos, abundan las de vacilón, como en el reciente filme No miren arriba.

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Pero en la vida real no hay presidentas ni serias ni chistosas: simplemente es algo que en Estados Unidos no existe. Por eso dedican allá dedican tanta atención a las primeras damas.

Ya hubo una película sobre Margaret Thatcher, primera ministra británica: La dama de hierro. Supongo que pronto Netflix o Amazon lanzarán una serie sobre Angela Merkel, excanciller de Alemania.

En fin, si hay suerte —y si el machismo mexicano no impone su lógica de que nuestro país “no está preparado para que lo gobierne una mujer”—, la 4T podrá darle a México su primera presidenta.

Será la única manera de que desparezca la figura de la primera dama porque, estoy seguro, a nadie se le ocurrirá hablar del primer caballero o del primer señor para mantener más o menos ocupado al compañero de nuestra presidenta.

Me pregunto cuánto tiempo saldrá el esposo de Merkel en la serie sobre la vida de esta gran líder. Supongo que aparecerá en la pantalla más de lo que apareció en público mientras su señora guiaba a Europa y, en más de un sentido, a todas las democracias occidentales.

Una maravilla que al esposo de Merkel se le conociera como el fantasma de la ópera porque solo se dejaba ver en los auditorios, especialmente en el festival de Wagner en la pequeña ciudad alemana de Bayreuth.