Tengo otros datos

Asistí en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara a la presentación del libro el “Imperio de los otros datos”, de Luis Estrada, cuyo texto habla básicamente sobre su interpretación personal de las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Me llamaron la atención muchas cosas durante la presentación, ya que abundaron las exageraciones, inexactitudes y mentiras sobre lo que en realidad sucede en las conferencias mañaneras, a las que acudo regularmente como representante de SDP Noticias.

Salvador Camarena, que fue uno de los presentadores, afirmó que se apartan lugares diariamente, sin importar a qué hora lleguen los periodistas, situación que nunca he presenciado. Por su parte, el académico Estrada afirma que el foro está controlado, que la mayoría de las preguntas son sembradas y que el único fin es hacer lucir cómodo y articulado al presidente López Obrador. Nunca me ha tocado recibir línea del Gobierno Federal para ninguna pregunta, y no he escuchado que ningún periodista haga alguna acusación similar. Lo que sí he visto es a muchos críticos del gobierno actual hacer preguntas libremente, y son respondidas tranquilamente, como cualquier otra.

Otra de las críticas del panelista Camarena fue que los reporteros acreditados en la mañanera no somos periodistas. Ante tal argumento, le pregunté durante la FIL que por qué él nunca había ido, si aparentemente tiene todas las credenciales. Su respuesta, al más puro estilo de alguno de nuestros expresidentes fue del tipo “ni los veo ni los oigo”.

Me parece que Luis Estrada desconoce bastante la dinámica de la conferencia Mañanera. La realidad es que las tres primeras filas se rifan y hay una cuota para los reporteros que son de medios impresos (Reforma, Universal, Financiero, La Jornada etc.), otra para medios de televisión (Televisa, TV Azteca, etc.), Multimedios (Grupo Formula, Milenio, etc.), Radio (XEW, Radio Educación y otros) medios Digitales (SDP, Pie de Página, entre otros), Redes Sociales (Sin Censura, El Chapucero) y si algún reportero hace una pregunta no puede participar en la rifa de los lugares durante los siguientes cinco días hábiles.

En el caso de que acudan personajes más conocidos, como Jorge Ramos, Denise Dresser, Salvador Camarena, Ricardo Rocha o algún comunicador extranjero, generalmente se les asigna un lugar especial y casi siempre tienen la oportunidad de cuestionar al presidente.

Algo que me llamo la atención durante su presentación fue lo que respondió a una pregunta del auditorio. Le preguntaron a Luis de qué forma cuestionaría al presidente actual en caso de acudir a una de sus mañaneras. Su respuesta fue qué haría un par de preguntas cerradas, en relación a si estaba de acuerdo el mandatario con despenalizar el aborto y con el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que, a su manera de ver las cosas, le permitiría saber si es o no de izquierda el mandatario.

Me parece que la respuesta de Estrada deja claro que poco le importan los matices y que las diferencias entre políticas sociales y económicas no son relevantes para él. Tomando en cuenta ese argumento, personajes ultraconservadores en lo económico, y que podríamos considerar miembros de la extrema derecha en México, podrían pasar fácilmente como izquierdistas. Me viene a la mente el caso de Gabriel Quadri, quien se ha manifestado abierto a la despenalización del aborto y de algunas sustancias ilícitas, y que sin embargo en política económica va muy por la derecha del PAN o del PRI. Andrés Manuel López Obrador, por su parte, no se ha posicionado demasiado sobre esos temas, pero tampoco ha puesto trabas en ningún momento cuando se ha legislado en otros estados de la república, y la mayoría de las veces en que se han aprobado leyes de este tipo, ha sido con los votos de MORENA.

Creo que en estos temas sociales que tanto interesan a Luis Estrada y a cierta parte de la comentocracia opositora, el debate debe ser nacional y debe trascender siempre mucho más allá de las esferas del poder ejecutivo, me parece que los principales argumentos deben provenir de especialistas, activistas y sobre todo de las víctimas que se han visto afectadas por dichas prohibiciones: las mujeres, los homosexuales, los usuarios de sustancias.

El libro de Luis Estrada lo compré y estoy terminando ya de leerlo, sin embargo, el sabor que me deja es muy similar al que tuve durante la conferencia: Una visión simplista, maniquea, dicotómica y en ocasiones totalmente falsa. De cualquier forma, siempre es bueno debatir en un lugar como la FIL y que las opiniones de todos sean escuchadas, y en caso necesario, rebatidas, lo que no siempre es posible, basta recordar lo sucedido con Patricia Armendáriz en la misma FIL, a la que abuchearon y prácticamente no dejaron continuar, únicamente por dar su opinión, (cosa que, por cierto, nunca hubiera sucedido en la conferencia mañanera del presidente López Obrador).

Estoy agradecido con el autor del libro “El imperio de los otros datos” ya que a pesar de haber tenido serias diferencias y cuestionarle con dureza los datos y dichos de su texto, accedió a dedicarme su obra ya que necesitaba tener su caligrafía de puño y letra porque una compañera de mi hija de la maestría de psicología de la UNAM que está haciendo su tesis sobre “Narcisismo y mitomanía” necesitaba el escrito para poder hacer el análisis grafológico del académico del ITAM que presenta esos trastornos de personalidad.