Vaya brete en el que metió AMLO al presidente Biden… y al mundo capitalista. Me refiero a la negativa de Andrés Manuel a participar en la Cumbre de las Américas si no se invita a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ello anuncia una nueva era en las relaciones entre América Latina y Estados Unidos.

El giro latinoamericano a la izquierda es ya imparable. Acabo de leer un texto en el Financial Times acerca de las elecciones de Colombia, que podría ganar el exguerrilero Gustavo Petro. El tono del articulo del diario británico es al mismo tiempo de espanto y de esperanza. Cito: “Si Petro gana en Colombia y si, como sugieren encuestas recientes, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva logra lo que sería una victoria trascendental en octubre, las siete naciones más pobladas de América Latina, Brasil, México, Colombia, Argentina, Perú, Venezuela y Chile, estarán bajo el dominio de izquierda”.

Sobre Petro, el periódico considerado la Biblia del capitalismo dice: “Para algunos, incluso con los riesgos que eso implica, una victoria de Petro podría ser preferible a continuar con el statu quo”.

El FT da voz a Alejandro Gaviria, ex rector de la Universidad de Los Andes de Bogotá, una de las mejores de América Latina: “Estamos durmiendo en la cima de un volcán. Hay mucha insatisfacción. Podría ser mejor tener una explosión controlada con Petro que embotellar el volcán. El país está exigiendo un cambio”.

Creo que gracias a AMLO los sectores neoliberales de Latinoamérica y del resto del mundo, Estados Unidos incluido, cada día ven con menos preocupación —y con mayor esperanza— la explosión controlada que los gobiernos de izquierda representan.

López Obrador todo lo ha cambiado en México, pero su revolución, sin duda radical, ha sido tan cuidadosamente ejecutada, que el país ha resistido con estabilidad económica, que es fundamental para la gobernabilidad democrática.

Si Petro sabe hacer las cosas en la lógica de AMLO, podrá transformar todo en Colombia, permitiendo que se mantenga lo básico, que es lo que sostiene al sistema. Lula sabrá hacerlo también. Boric en Chile apunta en esa dirección.

Gobiernos de izquierda fallidos —Venezuela, Argentina, la misma Cuba— tendrán que reinventarse, si quieren ser viables, aprendiendo del ejemplo de AMLO, quien lo ha cambiado todo sin dinamitar los fundamentos de la economía.

Creo que Biden entenderá que la no participación de AMLO en la Cumbre de las Américas es solo un anuncio de lo que viene en la relación de Estados Unidos con una Latinoamérica de izquierda… una izquierda que será catastrófica si sigue el modelo venezolano, pero que será positiva para todos si el estallido de las transformaciones se da de manera controlada, sí, como lo ha hecho Andrés Manuel en México.

La seguridad en la CDMX

Cito lo que dijo Jorge Zepeda en Milenio y El País:

√ “Algunos barrios como La Condesa o la Roma se han poblado de turistas extranjeros al grado de que en sus parques y en muchas terrazas de cafeterías y restaurantes se observan curiosas escenas en las que los foráneos superan en número al de los mexicanos”.

√ “Literalmente han inundado estas zonas convirtiéndolas, a ojos de los visitantes, en una versión exótica y más barata del Soho neoyorquino o londinense”.

√ “Recordemos que la disminución de la terrible crisis por inseguridad que vivió Nueva York en los años ochenta, fue la clave para el resurgimiento de la Gran Manzana”.

√ “Quien se llevó el crédito, haya sido por motivos justificables o inflados, Rudy Giuliani, entonces fiscal de la ciudad, llegó a ser alcalde”.

√ “Cito lo anterior para llevar agua al molino de la reflexión política”.

√ “El martes fue un día notable para Claudia Sheinbaum, de cara a la sucesión presidencial”.

√ “El descenso de la criminalidad en la capital tiene un valor significativo para el propio Andrés Manuel López Obrador, porque el tema de la inseguridad y la expansión geográfica de los cárteles se considera uno de los renglones a deber del sexenio obradorista”.

El Giuliani chilango es sin duda Omar Hamid García Harfuch. No sé si crecerá en la política y ni siquiera si se le reconocerá, a nivel mediático, por el trabajo espléndido que ha realizado. Si sé que Claudia Sheinbaum acertó al nombrarlo, a pesar de la oposición de no poca gente cercana a Morena. Se necesitaba profesionalismo al frente de la policía capitalina y Harfuch lo ha aportado.

No estoy seguro de que la inseguridad sea uno de los “renglones a deber del sexenio obradorista”. Creo que en la explosión controlada representada por AMLO, se ha hecho lo correcto al cambiar el fondo de la estrategia de lucha contra las mafias; los resultados se verán pronto.

De hecho, los resultados ya se ven: la Ciudad de México es hoy más segura y se nota. Es importante que la capital recupere la tranquilidad. Significa esperanza para el resto de las ciudades mexicanas, donde se logrará lo mismo si los gobernadores y alcaldes se aplican.

El pasado sexenio, con Mancera en la jefatura de gobierno, creció la inseguridad en la CDMX. Ello fue una pésima noticia para el país porque si la capital se perdía, se arruinaría todo en México.

El Giuliani chilango —una creación arriesgada, pero exitosa, de la jefa de gobierno Sheinbaum— ha dado resultados. Es un triunfo de la 4T, una prueba de que la izquierda sensata puede. Una evidencia más de AMLO para señalar el camino a una Latinoamérica que cambia radicalmente, pero en paz, o se incendia.