Los ataques al Frente Amplio por México (FAM) se han intensificado, no sólo se emiten desde el púlpito presidencial, sino que se replican a través de las plumas orgánicas del oficialismo. Quieran o no aceptarlo, esto es la muestra más evidente de que la oposición aumentó significativamente su competitividad para 2024, con amplias posibilidades de triunfo.

Es evidente que el proceso interno del Frente Amplio ha enfrentado desafíos, errores, egos, manipulaciones y hasta acusaciones de fraude electoral, particularmente una vez que una de las interesadas subió mucho como fue el caso de Xóchitl Gálvez y otros candidatos siguieron haciendo una verdadera campaña de propuestas y territorial.

Las críticas del régimen

Así, por parte del oficialismo, el proceso del Frente Amplio por México ha sido atacado, criticado y minimizado por una supuesta falta de eficiencia política para supuestamente imponer a Gálvez como ganadora oficial y que la contienda es solo una simulación ¡el León piensa que todos son de su condición!

Otra de las grandes críticas es el carácter contranatural de la alianza electoral entre el PRI, PAN y PRD y la historia de agandalle, chantaje y fraude electoral sobre la cual han transitado estos partidos, lo que aseguran ha influido en este proceso. Se suma también y en aras debilitar la “participación ciudadana”, que según el oficialismo esta no existe pues domina el control partidista, y aunque hay actores políticos que se han infiltrado en el movimiento social de la oposición, nadie puede negar que una gran parte de la población tomó la decisión de mantener más activa su participación cívica-electoral.

Lo que realmente se puede mencionar, es que es un ejercicio novedoso y aunque perfectible, nadie puede negar que despertó el interés ciudadano, preocupó al gobierno y que las militancias partidistas se han esforzado por sumarse a los trabajos de este movimiento opositor.

El proceso que se diseñó, desde luego no quedo exento de las viejas prácticas de la partidocracia, pero si las minimizó, me explico:

1. Ya no fue la cúpula partidista quien define a los candidatos.

2. Los aspirantes se vieron obligados a “ensuciarse las botas” y buscar a la ciudadanía, es decir a personas no militantes de algún partido o agrupación.

3. Al interior de los partidos paso algo que nunca esperaron, se rompió el esquema clientelar en una buena medida, dos o más de un partido tuvieron que ir a sus bases sin que contaran con la instrucción del líder del partido.

Traidores

Sin embargo, tal pareciera que desde el oficialismo se han lanzado balas de la discordia y desconfianza y el primer tirador, fue el ahora expanista Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien repite una y otra vez el mismo discurso del inquilino de Palacio Nacional: “ya está definido que se Xochitl”, “Claudio X. González es el empresario que impuso a la hidalguense”, etc. etc.

Quizás veamos pronto al excoordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la pasada legislatura, engrosar las filas de alguno de los partidos de la mal llamada cuarta transformación, de quien vale la pena señalar que espero cinco meses para sumarse a la argumentación presidencial: “Lo que tuve conocimiento en el Partido Acción Nacional es que el proceso ya está arreglado. Inicialmente solo pasarían dos personas del PAN, que serían Xóchitl Gálvez y Santiago Creel, obviamente creo que Cabeza de Vaca está haciendo un esfuerzo extraordinario entonces pasarían tres del PAN, dos del PRI, que serían Beatriz Paredes y De la Madrid y por supuesto, alcanzaría a entrar uno del PRD, ese es el acuerdo inicial, es probable que sea Silvano”.

La próxima etapa del proceso revelará a los nombres que avanzarán, de los cuales ya algunos alcanzaron las firmas, Xóchitl Gálvez con el apoyo de simpatizantes y militancia del PAN y con una fuerte carga ciudadana alcanzó más del doble de lo requerido, Beatriz Paredes, de manera inversa, con una carga mucho más fuerte de militancia priista y con un toque de ciudadanía, al igual que Enrique de la Madrid, que el podría estar entre un 50% militancia y un 50% ciudadanía, Santiago Creel que quizá es el que mayor voto corporativo tenga - probablemente ayudado por sus amigos del la 4T- y Silvano Aureoles que seguramente alcanzó las firmas con el apoyo de su partido el PRD.

¿Qué sigue?

Siendo la siguiente etapa del proceso del FAM mucho más de cara a la ciudadanía y, fuera de las estructuras partidistas, veremos un mayor movimiento, de personas y grupos sociales dispuestos a dar la batalla por este país, lo que al grupo político en el poder le incomoda y atemoriza, pues en el debate se evidenciará la urgencia de cambiar el rumbo del país, ante la falta de resultados del eterno candidato que no supo ser presidente.

En contraste, las corcholatas de Morena no tendrán la oportunidad de contrastar ideas, lo que pretenderán “vestir de unidad”, aunque las patadas y codazos bajo la mesa terminen en batalla campal cuya característica será la del discurso “queda bien” con su tlatoani, pues no hay cómo defender el desastre gubernamental.

Reitero, guste o no, el FAM gana terreno y el oficialismo solo intenta no hundirse más. No nos perdamos, el Frente avanza y entre demócratas podemos diferir, debatir, criticar pero no claudicar en el objetivo mayor: resolver los problemas y retos del país, que la 4T lejos de solucionarlos, los empeoró.

Twitter: @diaz_manuel