En lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el expresidente Felipe Calderón ha sido consistente, no se ha cansado de criticar y denostar el gobierno de la Cuarta Transformación; mostrando indignación y preocupación por el futuro del país y de su inseguridad. Sí, el mismo país que él gobernó con estrategias fallidas convirtiéndolo uno de los más peligrosos del mundo. En el que había más muertos que otro, en plena guerra.

Calderón “olvida” que su fallida “guerra contra el narco” incrementó la violencia el país. Que su terquedad, su indiferencia llenaron de sangre y terror al país por el cual dice estar ahora preocupado.

Previsor, Calderón consiguió un trabajo en España. Su amigo el expresidente Aznar lo ayudó. Poco antes que iniciara el juicio en Nueva York en contra de su amigo y mano derecha Genaro García Luna, Felipe empacó sus pertenencias y se fue a España. Con un respaldo millonario que tiene distribuido en diferentes cuentas. Allá tiene la libertad de desplazarse entre los países europeos. ¿Tendrá miedo el expresidente que su nombre salga a relucir en el juicio? ¿Que se confirme que el dinero que posee para viajar de manera constante al extranjero, que esas millonarias transferencias a sus cuentas sean de procedencia ilícita? ¿Y que se lleve de paso a su querida esposa por los " speis” que le hizo a sus cuentas? ¿Irá Zavala a España también? No suena descabellado. Podría ella impartir cursos de cómo hablar en público…

Felipe de Jesús Calderón Hinojosa se desempeñó como presidente de México del 1 de diciembre de 2006 hasta el 30 de noviembre de 2012. Calderón “ganó” la presidencia con una mínima ventaja: menos de 1% del total de votos por encima del candidato Andrés Manuel López Obrador; fraude avalado por el entonces Instituto Federal Electoral. Los resultados fueron cuestionados, se pidió un recuento de votos. Su “victoria” se confirmó meses después. La ceremonia de inauguración en el Congreso de la Unión fue tensa y duró menos de cinco minutos. Calderón solo recitó el juramento del cargo para salir por la puerta trasera protegido por el entonces Estado Mayor Presidencial, ya que afuera del Congreso se gritaba que se había orquestado un fraude electoral. Ahora, sale del país por otra puerta…

Después de confirmada su cuestionada victoria, no tardó Calderón en pronunciar, enérgico su “guerra contra el narcotráfico”, estrategia para ganar legitimidad popular para su nuevo cargo después de las complicadas y dudosas elecciones.

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Al final de su administración, el número “oficial” de muertos relacionados con su absurda guerra fue de más de 80,000; de manera forzada hubo más de 250 mil desplazados; 30,000 desaparecidos, a los que sus madres, su familia siguen buscando incansables; seres humanos que jamás produjeron en Calderón un ápice de empatía. En su sangriento sexenio, durante los enfrentamientos perdieron la vida más de cinco mil niños. ¡Niños y niñas! Calderón, de manera fría adjetivó la muerte de civiles inocentes como “daños colaterales”.

El jefe de las Fuerzas Armadas, Felipe Calderón montó en el sótano de Los Pinos un “búnker”. Cuatro paredes forradas con corcho resguardaban los planes de sus “juegos de guerra”. El búnker del expresidente costó a la sociedad mexicana más de 100 millones de dólares. ¿En este lugar se hablaban temas de suma importancia y de seguridad para el país? ¿O de las estrategias para proteger al Cártel de Sinaloa? ¿De cómo debilitar a sus rivales? ¿Dónde recibir los sobornos? ¿Cómo “lavarlos”?

Lo más importante para Felipe Calderón Hinojosa era combatir al crimen organizado. Genaro García Luna era el titular de la Secretaría de Seguridad Pública. Incomprensible que Calderón ignorara los nexos de su mano derecha con el Cártel de Sinaloa, de su evidente riqueza; increíble que Felipe no supiera de las millonarias propiedades que adquiría su amigo.

Felipe Calderón y Genaro García Luna jugaban “gotcha” en las inmediaciones de Los Pinos. Para Calderón esta guerra contra el narco era fantasía pura; ¿solo planeaba con García Luna como consolidar y ocultar su complicidad y sociedad con el Cártel de Sinaloa?

García Luna se lucía junto con Cárdenas Palomino y Marisela Morales quien fungió como procuradora General de la República de los resultados de sus capturas, de sus logros… muchos elaborados culpando inocentes, a quienes torturaban para declarar lo que estos procuradores de justicia les indicaban.

La credibilidad de García Luna fue cuestionada después de haber aceptado que se había tratado de un montaje la liberación de tres personas que habían sido secuestradas y se hallaban privadas de su libertad en el rancho “Las Chinitas”. En esa “producción” participó Cárdenas Palomino, ahora preso por acusaciones de tortura. Cárdenas Palomino era quien oprimía el cuello de Israel Vallarta cuando éste no contestaba como él quería al periodista Pablo Reinah. Preguntas a modo. El periodista se desenvolvió con impresionante soltura mientras se realizaba un peligroso operativo para detener a sanguinarios secuestradores quienes portaban armas de grueso calibre. La captura, la liberación de los secuestrados era conducida por Carlos Loret de Mola con dramatismo y un gran protagonismo… ¿Qué hizo Calderón cuando se enteró de este montaje?

Era necesario para García Luna borrar de la mente de los mexicanos ese montaje. Se lució con otro. Con amplia cobertura se comunicó la liberación de Rubén Omar Romano técnico del Cruz Azul, quien después de estar 65 días privado de su libertad fue liberado por un operativo de la Agencia Federal de Investigación. De acuerdo con los especialistas, García Luna necesitaba limpiar su imagen. Se dice que Genaro tenía un equipo de secuestradores; cuando quería sacudirse de cuestionamientos, era entonces cuando se realizaban rescates; sicarios del Cártel de Sinaloa participaban en ellos, según declaraciones de “El Grande” el poderoso narcotraficante quien es uno de los testigos en el juicio contra García Luna. Afirma “El Grande” que García Luna recibía millones de dólares como recompensa por permitir el libre trasiego de drogas.

García Luna fue subiendo escaños desde el gobierno de Vicente Fox Quesada. Se fue consolidando. Hasta llegar a ser, hasta más poderoso que el mismo Calderón, su jefe y amigo.

Mandos policiales, diplomáticos, funcionarios y hasta la Iglesia Católica advirtieron a Felipe Calderón, cuando era presidente de la República, sobre los nexos que tenía con el crimen organizado su secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna.

A pesar de las advertencias, Calderón, ciego y sordo condecoró a su amigo el “súper policía” y a la mano derecha de éste, Cárdenas Palomino por sus excelentes resultados ante el combate del crimen organizado.

Felipe insiste que desconocía las actividades ilícitas en las que estaba su amigo, la persona en quien más confiaba. No se percató de la riqueza de su colaborador, nunca supo que éste protegía al “Cártel de Sinaloa” y que recibía millones de dólares por brindar protección.

García Luna recibía sobornos millonarios en dólares. Recibía maletas de lona “chorizos” en Perisur, centro comercial ubicado al sur de la Ciudad de México o en la Iglesia que está enfrente, la Parroquia de La Esperanza de María en la Resurrección del Señor. Nombre complicado para García Luna sin duda. Genaro era incapaz de articular más de tres palabras sin tartamudear. Tal vez por el temor a equivocarse cuando hacía declaraciones o cuando estaba en alguna conferencia para dar a conocer sus falsos y “magníficos” resultados de las detenciones de personas inocentes; acusadas de tráfico de drogas, de delincuencia organizada, tráfico de armas. Expedientes elaborados con mentiras y mezquindad conformados por declaraciones de “testigos protegidos” que en muchas ocasiones se retractaron. Muchas de las víctimas de García Luna y de su equipo siguen en prisión.

Felipe Calderón Hinojosa afirma que “no sabía nada”, que desconocía todo lo que hacía su compañero estratega en esa guerra violenta que fue su estandarte.

Calderón es el tercer expresidente que se refugia en España. Carlos Salinas de Gortari, fue el primero. Adquirió la nacionalidad española en 2019. Enrique Peña Nieto, distinguido siempre, se instaló en España con un visado dorado por haber comprado un inmueble en el barrio madrileño de Chamberí. El “expresidente del empleo”, se fue a trabajar a España en una fundación de Aznar por la que obtuvo un permiso de dos años que puede extenderse hasta cinco…

Mientras más lejos esté Calderón de México y de Estados Unidos mejor. Desde allá estará atento del juicio, estará planeando una estrategia para liberarse de cualquier acusación…