“Ser mujer es resistir”

Antier y ayer (8 y 9 de marzo) no fueron días para festejar. Han sido días para reflexionar y participar. Días para reivindicar derechos no concedidos, sino ganados. Días para conmemorar las luchas históricas y cotidianas de las mujeres.

Derechos políticos, es decir, el derecho al voto y para elegir a sus gobernantes. Derecho al trabajo con salario y prestaciones dignos. Derechos a la salud y la educación. Y demás derechos a favor de la igualdad y la dignidad de las personas desde la perspectiva de género. Hoy también la lucha es por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo (despenalización del aborto), así como por el derecho a la justicia, pronta y efectiva; y contra la corrupción y la impunidad.

Éstos son días de disidencia para pelear por las igualdades sustantivas; días de protesta, de reclamo, de resistencia contra el abuso y la violencia de género. Para dar la batalla por la equidad, el trato respetuoso, digno. Por la paridad en todos los espacios institucionales y organizaciones sociales.

Éstas son las voces que se expresan, que gritan cada día, que reclaman con sus enérgicas palabras, sin titubeos. Éstas son las frases publicadas en los pasillos, en los muros, en las paredes, en los patios y las explanadas; son las ideas de las mujeres en los lugares públicos que se han convertido en espacios de resistencia y reeducación:

“Somos las voces que nunca callarán”.

“Nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio”.

“Que se nos proteja como a los monumentos”.

“Mi sobrina es mi mayor motivo de lucha”.

“Ninguna revolución se hizo regalando flores ni felicitando”.

“La UPN es nuestra y esto es una muestra”.

“Ábrete pendejo!!! Déjame estudiar en paz”.

“México feminicida”.

“Por las que salieron a estudiar y no volvieron para graduarse”.

“Algún día dejaremos de ser víctimas”.

“Todas somos una”.

“Sal de tu burbuja de privilegios y voltea a ver lo que está pasando”.

“Todos los días me defino. Ya sé lo que soy hoy. No te prometo nada para mañana”.

“Somos el grito de las que ya no están”.

“El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente”.

“Quiero salir a la calle sin el miedo de ser perseguida. Quiero que todos los días mi mamá tenga la certeza de que su hija llegará con vida”.

“Donde quiera que te encuentres, florece”. “No estamos dejando de enseñar, les estamos enseñando a luchar”. “Las rudas también florecemos”. “Si nosotras no avanzamos, el mundo se detiene”. “Soy hermosa. Soy fuerte. Soy mujer”.

“Vivas, libres e iguales”.

“Ma, si no me encuentras, búscame en las estrellas”.

“Mujer segura deja huella por donde camina”.

“¿Por qué te espantas por las que luchan y no por las que mueren?”

“El feminismo me enseñó que calladita no me veo…”

“Somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”.

“Ser mujer es resistir”.

“Acosos, abusos y violaciones son los/las que callan las instituciones”.

“Una combinación de fragilidad y fuerza. Así eres tú, mujer hermosa”.

“Educar para no acosar”.

“No somos competencia; juntas somos resistencia”.

“Somos el corazón de las que ya no están”.

“Soy la futura maestra de las niñas que jamás vas a poder tocar”.

“Mi cuerpo no quiere tu opinión”.

“Yo quiero vivir, no sobrevivir. Ni una menos”.

“No es frágil como una flor; es frágil como una bomba”.

“Si nosotras ardemos, ellos arderán con nosotras”.

“Usa bien el fuego, incendia este sistema”.

Y aquí una frase que vi estos días de resistencia en redes sociales digitales:

“El día que toquen a alguna de mis alumnas, quemaré todo, todo”.

Reeducación y resistencia para estos días y para los demás días del año, también.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23