Israel Vallarta sigue preso, han pasado 17 años; gracias al vil montaje que produjo Genaro García Luna en coordinación con Carlos Loret de Mola; el primero, para refrendar su imagen de “súper policía” y el otro, la de un periodista audaz aquel que tiene la oportunidad única de transmitir en vivo, el rescate de tres personas que habían sido secuestradas.

Gracias a esa escenificación, a esa farsa, Israel lleva más de 6 mil 205 días preso; ha sido torturado desde el primer día en que comenzó a grabarse la película de su infierno. Sus gritos se los tragaron las paredes del reclusorio; y las autoridades corruptas lo despojaron de todo derecho y acceso a la justicia.

Ahora, se dice que un juez federal ordenó llevar a cabo una audiencia para resolver si Israel Vallarta Cisneros, permanece preso o en libertad mientras se lleva a cabo el juicio que enfrenta.

Carlos Loret de Mola sigue insistiendo en que no sabía que se trataba de un “montaje”. Ha mentido durante 17 años, se mantiene en lo dicho a pesar de las pruebas, de las declaraciones de sus colaboradores; Carlos fue advertido en diferentes ocasiones que era un montaje, que parara la transmisión. Él contestaba que no, que eso era “nota” y siguió.

Loret y García Luna produjeron la farsa, que no fue solo eso, sino un delito que se transmitió en vivo; enjuiciaron a nivel nacional a dos personas que terminaron en la cárcel. Loret ha vivido inmune al dolor físico de Israel Vallarta; indiferente a los años de cárcel, a todo lo que le fue arrebatado, a lo que pudiera suceder; maligna adrenalina circula por las venas de Loret.

Mostró cero empatía cuando Cárdenas Palomino encajaba los dedos en el hombro de Vallarta, el dolor lo doblaba… Loret seguía narrando. Sordo a los consejos de sus colaboradores, “no sigas, es montaje”… A Carlos no le importó, tampoco el golpe que tenía Israel en el rostro, este periodista gozó el episodio, de los minutos de fama, esos que le han costado a Israel Vallarta diecisiete años de cárcel y torturas. Loret de Mola no siente empatía, no la conoce…

A él lo único que le importaba era el “rating”, y a García Luna fortalecer su imagen. Ellos fueron siempre ajenos al sufrimiento de las personas, primero estaban ellos, pisaran a quien pisaran. Ser noticia, era lo único que les importaba.

Vil acción. Dramatizada por un tercer personaje, el valiente reportero, ése que con increíble pasividad ingresa a un lugar en el que se encuentran peligrosos secuestradores que están armados hasta los dientes. Pablo Reinah, entrevista a Israel tan pasivo… Sí, él tampoco sabía nada. Mientras cuestionaba a Vallarta, Cárdenas Palomino lo torturaba oprimiéndole con discreta saña el hombro, justo en esa parte, la sensible, la que los torturadores conocen bien; los apretones eran los indicadores para que Vallarta contestara lo que Cárdenas Palomino quería.

Carlos no se presentó a las audiencias cuando le era requerido; nadie dijo nada. Cínico, indiferente afirmaba que ya nos enfocáramos, -a quienes reclamábamos- al presente, que eso ya había pasado hacía muchos años. Ajeno al infierno de Israel, conocedor de las torturas a las que era sometido, Loret, el periodista estrella no ha sentido nunca nada.

El desempeño de Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública fue aplaudido a finales de 2005, cuando elementos de la extinta AFI ingresaron al Rancho “Las Chinitas” ubicado en la carretera federal México-Cuernavaca. Según versiones de la AFI, el rancho era la casa de seguridad de una banda de secuestradores llamados “Los Zodiacos”. La AFI era una mafia

La detención se había realizado en el transcurso de la madrugada. No ahí, no en ese rancho… García Luna, después de haber sido evidenciado, aceptó haber realizado el montaje, mientras Loret de Mola negaba de manera rotunda que él no sabía que todo era ficción. Durante la transmisión, Loret dio órdenes a que se repitiera la escena del ingreso de los policías… Aún así lo niega.

Carlos debe tener tatuada en su mente la frase atribuida a Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Hitler: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, aunque solo Loret, solo él cree en sus mentiras, en sus fantasías…

Ojalá que ahora sí se escuchen los gritos de Israel, que traspasen los muros y tenga la oportunidad de llevar su juicio en libertad…