La falta de proyecto de AMLO y la 4T han puesto a México al borde de una de las peores crisis. Un gobierno sin rumbo, un gobierno fallido.

El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, líder de la oposición y uno de los principales protagonistas del cambio hacia la democracia y la estabilidad, la semana pasada, al presentar su libro “Por una Democracia progresista”, describió al presidente López Obrador y lo que representa la 4T, aclaró que cuando le preguntan “¿qué es la 4T?”, no sabe qué responder, pero eso no le impidió hacer una precisa descripción.

Con la claridad, honestidad y valentía que lo caracterizan, aseguró que el gobierno de AMLO “privilegia la improvisación y las ocurrencias”, aseguró que no existen propuestas ni programas para el crecimiento económico ni para enfrentar el rezago social, “mucho menos ante la demanda más sentida, que es la violencia e inseguridad”.

El poder por el poder

Los nulos resultados, la polarización y la falta de expectativas confirman que tenemos un gobierno tal cual lo describe Cárdenas. AMLO nunca ha hablado realmente de un proyecto de nación, lo único que defiende es un proyecto personal que sustenta su ambición de poder por el poder mismo.

El PRD y la ambición

Cuando AMLO vio que ya no era suficiente el mangonear al PRD, partido fundado por Cárdenas y que representó la lucha de millones de mexicanos, decidió hacer su propio partido y ahí reunió a gente con su misma convicción: el poder por el poder.

Morena no es un verdadero partido político, más bien es una organización conformada por mercenarios que buscan poder y dinero. Sin proyecto ni ideología y como gobierno, sin política públicas y sí con un desprecio por la ley y las instituciones, el “cambio” que dicen representar carece de rumbo y para ellos la democracia es un estorbo.

La consecuencia, aparte de los nulos resultados, es que en el Gabinete del presidente exista un pleito eterno, un todos contra todos que el país ya resiente. No, no es la oposición, ni los neoliberales, los conservadores o fifis, ellos mismos se ponen en evidencia, van por sus más mezquinas ambiciones y no dudan en llevarse al país entre las patas con tal de obtener su “hueso”, como se decía en el PRI que añora AMLO.

Los pleitos en el Gabinete no se pueden disfrazar detrás de la retórica y narrativa mañanera de AMLO. Las diferencias, empezando por el presidente, son inocultables.

Cuatro años con pleitos y sin plan

Al principio de la administración, su primer secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, cumplió con la obligación constitucional de presentar el Plan Nacional de Desarrollo, el resultado fue la peor reprimenda del presidente, todo por actuar con rectitud y plantear un Plan apegado a la legalidad. Esto le molestó a AMLO, porque a él, nadie puede ponerlelímites, entonces, decidió echarlo.

Recientemente Andrés lo explicó, y aceptó que una de las diferencias que tuvieron fue el Plan de Desarrollo: “Yo le dije yo no puedo presentar esto, ya no queremos aplicar está política, no es un asunto ideológico es de juicio práctico, está política nos llevó a la ruina, y puede ser buena para los financieros, para los potentados, pero fue muy mala para el pueblo”.

De ahí para acá, los pleitos en el Gabinete siguen y confirman la visión del ingeniero Cárdenas de que no hay rumbo ni proyecto de nación, sino puros intereses de poder y económicos. Aquí algunos ejemplos:

  • El jefe de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo vs Carlos Urzua por la cercanía con el sector empresarial.
  • Jesús Ramírez vs Julio Scherer y César Yáñez por la comunicación presidencial.
  • Hugo López Gatell vs Marcelo Ebrard vs Claudia Sheinbaum, Por el manejo de las vacunas de Covid-19.
  • Alfonso Romo vs Víctor Manuel Toledo. El extitular de Medio Ambiente acusó a Romo de bloquear proyectos ambientales y de transición energética.
  • Víctor Manuel Toledo vs Víctor Villalobos por el uso del glifosato como herbicida, el algodón transgénico y la agroecología.
  • Gertz Manero vs Santiago Nieto por la disputa de expedientes judiciales y de lavado de dinero, donde se pisaron callos de sus propios aliados.
  • Gertz Manero vs Julio Scherer por confrontación directa de los intereses de uno y otro con despachos de abogados, abuso de poder, contratos y demás.
  • Rocío Nahle vs Octavio Romero por Dos Bocas y la refinería Deer Park
  • Manuel Bartlett vs Adán Augusto López Hernández, por su incapacidad de controlar las inundaciones de Tabasco y la repartición de culpas por las víctimas mortales.
  • Rosa Icela Rodríguez vs Almirante Rafael Ojeda por el tema del Tianguis del Bienestar.
  • Marcelo Ebrard vs Claudia Sheinbaum por la tragedia de la Línea 12
  • Alejandro Encinas vs Ernestina Godoy vs Ricardo Monreal por desafuero de dos morenistas acusados de violación de menores y el otro por temas de lavado de dinero.

En Morena las cosas están igual:

  • Alfonso Ramírez Cuéllar vs Yeidckol Polevnsky por el control del partido y malversación de fondos que llegó hasta las instancias de la FGR.
  • Ricardo Monreal vs Claudia Sheinbaum por la debacle electoral en la CDMX.
  • E innumerables pleitos en la disputa por las candidaturas, desde gobernador hasta el último regidor, donde se exhibe lo más denigrante de cada uno.

Hasta hoy, luego de casi cuatro años de ser gobierno, lo único que Morena ha mostrado es una ambición desmedida por el poder, empezando por su líder máximo, seguido de todos los que se han incorporado al “movimiento” para alcanzar sus fines personales al amparo de una posición política.

Morena y la 4T son una runfla de mercenarios reciclados que destruyen todo lo que encuentran a su paso.