No es por su experiencia o capacidad probada, tampoco por su preparación o sus logros políticos, ni siquiera por sus credenciales, y mucho menos por el partido que representa; pero Luis Donaldo Colosio Riojas es desde hoy, el único político de oposición capaz de competir contra la maquinaria morenista en la elección presidencial del 2024.

Desde el trágico suceso que le arrebató la vida a su padre hace casi 30 años, no hay un nombre político más idealizado y reconocido que el de Luis Donaldo Colosio. Quizá el único que cuenta con esos niveles de aceptación y reconocimiento es el del mismo presidente López Obrador, quien sin embargo, no estará en la boleta de ese año.

Ante los errores del PAN y los pleitos internos del PRI, y ante la escueta y cuestionable lista de posibles precandidatos que estos partidos presentan, no hay duda de que o es Colosio o nadie más, el que debería convertirse en un candidato de unidad de la oposición si en verdad pretenden arrebatarle a Morena la Presidencia de la República.

Colosio cuenta con la popularidad heredada por su padre y un pueblo mexicano que tiende a ser empático en situaciones de adversidad, que se identifica con las víctimas, y que estaría dispuesto a hacer justicia mediante su voto en la próxima elección.

Sin embargo, el joven político regiomontano tiene demasiados retos por delante que parece que atrasarán su viaje.

Primero, tendría que rebasar a su actual jefe político, el gobernador Samuel García, y diferenciarse de la caricaturización y trivialidad política que éste representa. Tendría también la difícil tarea de convencer a su partido de ir en alianza con las otras fuerzas políticas a las que Movimiento Ciudadano usualmente ha criticado, por lo menos, desde el momento en que Dante salió del PRI para fundarlo.

Después, tendría que sumar un nivel de apoyos tan grande, que haga imposible que tanto PRI como PAN  puedan negarse a su candidatura.  Para esto, habría que pasar por encima de los intereses mezquinos de quienes desde esos partidos están acostumbrados a enquistarse y seguir viviendo del poder, y que desde hoy, ya impulsan a sus familiares o cercanos para contender en dicha elección.

Pero el reto más importante que tiene por delante, es demostrar que llena las expectativas que la gente ha depositado en él; haciendo un gobierno sólido y de resultados, que pueda de manera justificada dar nota nacional por sus logros y aprobación.

Colosio debe crecer en experiencia y aptitudes políticas, debe  dejarse asesorar y apretar el paso si en verdad aspira a llegar a esta próxima carrera.  La marca de familia le da una gran ventaja, aunque la posibilidad hoy en día parezca por demás remota, y la misión luzca como imposible de alcanzar.

Lo cierto es que para la oposición, o es Colosio o nadie más.  Es el único que, bien llevado, puede representar una verdadera competencia a las Sheinbaums, Monreal, Ebrards o al verdadero favorito del presidente López Obrador, su actual Secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

¿La buscará Colosio o esperará a que haya mejores condiciones?  La oposición no tiene muchas alternativas en donde buscar.