El columnista de Milenio y el bloguero de Nexos no han caído en la obsesión, pero están cerca de necesitar terapia. No es normal que dos personas tan inteligentes como Héctor Aguilar Camín y Jorge G. Castañeda insistan excesivamente en exigir a la oposición que vaya unida en el 2024. Tranquilos, queridos intelectuales. Si eso no ocurre, y no se ve muy probable, hay otras maneras de competirle a Morena, el partido que ustedes detestan.

Creo que ni Héctor ni Jorge están contando la historia correcta. Explicaré por qué lo pienso así.

Para que una película funcione, necesita dos elementos: guión y casting. Si uno falla, el filme fracasa.

√El guión es la historia que se va a contar.

√ El conjunto de actores y actrices es el casting —el Diccionario panhispánico de dudas propone usar castin, esto es, adaptar la expresión al español, pero no me gusta—.

Castañeda fue exitoso en la elección presidencial del año 2000 al construir el guión que un excelente actor (Vicente Fox) necesitaba para derrotar al hasta entonces invencible PRI: el voto útil. La oposición formalmente no se unió —el PAN y el PRD se enfrentaron por separado al priismo todopoderoso—, pero en los hechos el candidato panista Fox le quitó al perredista Cuauhtémoc Cárdenas los votos que necesitaba para llegar a la presidencia. La historia la narró mejor que nadie El Güero Castañeda.

O Jorge Castañeda perdió el toque o ya no le importa ser estratega electoral porque, de plano, es muy mala la historia —la de la oposición unida— que hoy cuenta con Héctor Aguilar Camín y con muchas otras personas en los medios y en la oposición.

Es pésimo ese guión porque, de arranque, es difícil —quizá imposible— que la oposición se una para las presidenciales de 2024 sin contar con un candidato o una candidata muy fuerte.

En estos casos el casting —o castin— debe seleccionarse antes de diseñar el guión.

El guión del voto útil en el año 2000 funcionó porque el actor era de primera —otra historia, tristísima, es que Fox haya sido un fraude ya en la presidencia—.

Las encuestas

Si se basan en las encuestas serias, Aguilar Camín y El Güero Castañeda encontrarán lo siguiente:

√ El casting panista es pésimo. Ricardo Anaya, Lilly Téllez, Margarita Zavala nomás no emocionan a nadie.

√ El casting priista espanta: se ha ensuciado de más Alejandro Alito Moreno y el otro aspirante, Enrique de la Madrid, es caca de perico porque ni huele ni hiede.

√ El casting perredista no existe.

√ Es Movimiento Ciudadano el partido que tiene al actor importante, Luis Donaldo Colosio Riojas.

Pero…, grilla mata sentido común

El dirigente de MC es muy listo. Dante Delgado no quiere ir en alianza. A él lo único que le interesa es que su partido crezca, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales.

Lo curioso es que Dante no se atreve a pensar fuera de la caja y ni siquiera él ve las posibilidades de Colosio; por lo tanto, no lo motiva. Tal vez esta sea la razón de que Luis Donaldo no haya hecho nada para buscar la candidatura.

Dante Delgado prefiere apostar a la división en Morena, esto es, esperar a que lo busquen Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard cuando renuncien al partido de izquierda porque la candidatura presidencial sea de Claudia Sheinbaum o de Adán Augusto López.

Considero más probable la renuncia de Ricardo Monreal al partido Morena que la de Marcelo Ebrard. Pero son tantos sus negativos y tan malos sus números en las encuestas que el senador Monreal poco aportaría a la oposición; si MC lo nominara, el partido de Dante Delgado quedaría reducido a prácticamente nada. En el PRI y el PAN no lo aceptarían.

Ebrard sí podría ser el candidatazo que sirviera para la construcción de un guión atractivo para MC e inclusive para los otros partidos de la oposición. Pero veo dos problemas prácticos de muy complicada solución:

√ Primer problema para Ebrard: Sin duda, porque es lo que más le conviene, Marcelo esperará hasta el último momento antes de romper con Morena, lo que significa que cuando lo haga —es decir, si tomara esa decisión, que no es segura— casi seguramente ya tendrán candidatos el PRI y el PAN y aun MC, lo que implicaría enredos políticos y hasta legales para retirar candidaturas, de tal modo de entregarlas a Ebrard. Debe subrayarse que el partido de izquierda no necesita anticiparse. Morena decidirá hasta el último momento; AMLO ha contado tan eficazmente la historia de la candidatura del partido de izquierda, que este ganará con cualquiera de Claudia, Marcelo o Adán al margen de si el destape se da al principio del proceso o hasta el final.

√ Segundo problema para Ebrard: Pienso que el presidente López Obrador tendrá balas de plata para acabar con las aspiraciones de cualquier persona de su equipo que decida jugarle en contra. Conste, considero incapaz a Andrés Manuel de utilizar la información que posee para garantizar que no se amenace a su proyecto político, pero de que sabe cosas, las sabe.

¿Y Colosio?

En las encuestas Luis Donaldo Colosio Riojas está cerca de la líder, Claudia Sheinbaum Pardo, y del segundo lugar, Marcelo Ebrard Casaubón.

¿No es clarísimo que ahí está el actor que la oposición necesita? Deberían Aguilar Camín y Castañeda trabajar para convencerlo de levantar la mano. Como Donaldo no es empleado de Dante, puede inclusive decir que buscará la candidatura por cualquier partido democrático que lo acepte, es decir, no necesariamente por Movimiento Ciudadano.

Si Colosio levantara la mano —que no lo ha hecho—, obviamente crecería todavía más en las encuestas. A partir de ahí la oposición podría contar la historia de un candidato con capacidad de retar a Morena y de unos partidos —el PRI, el PAN y MC— obligados a apoyarlo o a quedar en ridículo; es decir, apoyarlo en una alianza formal, ya que en caso de no hacerlo entonces se reescribiría la segunda parte del guión del voto útil, que está probado y tiene rating.