El compromiso que adquirieron los senadores de Morena confirmó la lealtad al proyecto de la Cuarta Transformación. Más allá de que existan diferencias por algunas posturas han cerrado filas cuando el contexto legislativo lo ha requerido. Prueba de ello, es que han resuelto con gran eficiencia un esquema de Reformas Constitucionales tomando en cuenta que, todas ellas, fueron con mayoría calificada y, mejor aún, sin contratiempos.

Nadie puede poner en tela de juicio la responsabilidad de Ricardo Monreal porque, desde el punto de vista legislativo, ha sido eficaz. Tanto con la oposición como internamente creó un marco efectivo de diálogo; tal es así, que en momentos de tensión fue, una y otra vez, el liderazgo que sacó la cara para salir adelante en los proyectos que propuso el presidente López Obrador.

Nadie le puede cuestionar nada, ni mucho menos la lealtad que, política y moralmente, ha sido íntegra.

Sin embargo, no falta quien meta ruido para contaminar el buen desempeño. No está de más recordar que, su eficiencia, se mantiene sólida a pesar de la grilla interna de tres senadores de la República que, en virtud de la ignominia que viven los presos políticos en Veracruz, quieran sacar provecho al incursionar con mecanismos de polarización o, mejor dicho, golpistas.

La convocatoria que lanzó César Cravioto a un grupo de legisladores para revisar el tema de la comisión del caso de José Manuel del Río Virgen es, por mucho, un recurso de división. No le encuentro sentido ni lógica cuando se ha diferenciado con testimonios y evidencias que, en Veracruz, la justicia es desigual.

La propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos les dio la razón a los legisladores. Falta que se pronuncie en el caso del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política, pero, con tanto abuso y arbitrariedad, es lógico que emitirá una postura que favorezca a José Manuel del Río. Realmente esa es la lógica, máxime cuando se han expuesto los abusos y se ha preponderado la conjetura como mecanismos de sometimiento.

Si somos reflexivos entonces la postura del bloque que pretende conformar César Cravioto van en contra de la auténtica justicia social, al menos esa es la posición que podemos descifrar porque, el abuso de poder, es tan solo la punta del Iceberg de la ignominia en Veracruz.

Esta crónica o narrativa de hechos es, hoy en día, la consecuencia de una sucesión presidencial adelantada. Es inocultable la cercanía que tiene César Cravioto con Martí Batres, uno de los principales operadores políticos de confianza de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Por ello no me resulta raro de dónde intentan tejer una división para tratar de golpear literalmente a Ricardo Monreal. Eso es. Se han enfocado en buscar coyunturas para pretender desgastarlo y debilitarlo como presidenciable; lo hizo Antares Vásquez, José Narro y ahora César Cravioto.

Y esto tiene que ver, ya lo dijimos, con la sucesión presidencial. El detalle es que, hasta hoy en día, ninguna estrategia les ha funcionado. Lo he dicho en espacios de opinión. Paradójicamente, más fortalecen a Ricardo Monreal. Estás y otras prácticas le han servido al coordinador de los senadores de Morena para potencializar su aspiración de cara al 2024.

Ahora, el hecho de que 30 senadores firmarán un documento para revisar el tema de la Comisión de Veracruz, no significa que estén del lado de Cravioto. Quizá les interesa examinar los términos legales de hasta dónde puede tomar decisiones un órgano colegiado de esa naturaleza.

Esa es una gran diferencia que han tratado de inflar. Por eso comentó la inquietud el senador Ricardo Monreal en un comunicado. Dijo que en la fracción de Morena ha predominado el diálogo y fue, gracias a ello, que se están cimentado los grandes cambios constitucionales en México.

Lo que pretende César Cravioto, José Narro y Antares Vásquez es, lo que muchos han denominado, gatopardismo. A ellos los mueve el deseo de inclinar la balanza hacia otro lado; se vale, pero no tratando de menospreciar una comisión legítima de la Junta de Coordinación Política del Senado en un caso donde claramente existe un sesgo.

Esa es la razón por la cual tratan de crispar el asunto. Seguramente encontraron el pretexto perfecto para intentar nuevamente neutralizar a Ricardo Monreal al tratar de entrar en conflicto, sin embargo, repito, paradójicamente él que más se fortalece es el zacatecano porque, cuando se trata de sacar el liderazgo, demuestra no sólo su pericia y madurez, sino su poder político que lo colocan, hoy por hoy, en los presidenciables favoritos de Morena.