Billy Nolan es el jefe interino de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), y ha declarado que no se espera que el equipo Boeing 737MAX-7 tenga su certificación correspondiente antes de fin de año, debido a los requisitos adicionales que impondrán a Boeing, fabricante de este avión.

La armadora norteamericana Boeing tiene como fecha límite el 27 de diciembre de este año, y a partir de esa fecha, todos los aviones deberían de contar con sistemas modernos de alerta en cabina de pilotos para evitar tragedias fatales, como las que se presentaron en el pasado.

A partir del primer minuto del 1° de enero de 2023, entrará en vigor la legislación que exige que todos los nuevos aviones certificados en los Estados Unidos de Norteamérica, deben contar con estos nuevos sistemas de alerta en cabina de pilotos.

Debe quedar claro que esto no afecta a las aeronaves que se encuentran en línea de producción, tal como es el modelo B737MAX-8 y 9. La modificación legal afecta en particular a dos modelos de la familia B737: el B737MAX-7 y el B737MAX-10.

En el mes de octubre la armadora Boeing obtuvo el respaldo del Senador Republicano Lindsey Graham, quien ha estado trabajando fuertemente dentro del Congreso de los Estados Unidos, en un cabildeo incesante para convencer a dicho cuerpo colegiado de ampliar el plazo que tiene la fabricante de aviones Boeing, y extenderlo hasta el próximo septiembre de 2024.

La propuesta de este Senador Republicano, es apoyada por la compañía aérea United Airlines; sin embargo, el Congreso del vecino país del norte todavía no se ha pronunciado, ni mucho menos emitido algún veredicto al respecto. Se especula que la reciente declaración que hizo la FAA, a través del portavoz Nolan, pueda influir para que se dé una respuesta al tema de la certificación en los próximos días.

Por otro lado, el Presidente Ejecutivo de la armadora Boeing, Dave Calhoun ha manifestado que confía en que les sea otorgada esa prórroga y entonces puedan llevar a cabo con más calma las certificaciones necesarias en los aviones B737MAX-7, ocupando lo que resta del 2022 y durante todo el 2023, así como comenzar las pruebas de vuelo con el B737MAX-10 en 2023, con la esperanza de ponerlo a trabajar en aerolíneas apenas comience el 2024.

Igual que en los automóviles, en los equipos (aviones) hay familias de modelos y van mutando con el paso del tiempo. Así como el muy querido VW Sedan o “vocho” ha evolucionado hasta llegar a lo que ahora conocemos como Beetle, en la aviación el modelo del B737 es famoso por ser un “caballito de batalla”, un modelo de avión muy solicitado por las aerolíneas. Justamente su gran demanda es la que motivó a la armadora Boeing a acelerar procesos, y erróneamente puso los intereses económicos por encima de la seguridad.

Boeing trabajó a marchas forzadas para sacar nuevos modelos; tal es el caso de B737MAX-7, con una capacidad de transportar entre 153 y 172 pasajeros, siendo el reemplazo natural del modelo B737-100. Era su respuesta para con su competidor más cercano, un modelo muy similar en la cantidad de oferta de asientos: el A320 de la armadora europea Airbus, otro equipo que se convirtió en el gran favorito de muchas aerolíneas, por ser un equipo eficiente de cabina angosta.

Boeing intentó ofrecer mejores equipos a las aerolíneas, y trabajó una variante del clásico B373, a la que llamó B373MAX-10, cuya capacidad se comparaba con su competidor Airbus A321 NEO, con una oferta de asientos que ronda los 230 lugares. Equipo que configurado con una sola clase, es ideal para aerolíneas bajo costeras, pues les permite mover grandes cantidades de pasaje, y generando ahorros en la operación.

Debemos estar muy al pendiente, sobre todo en caso de que se decida finalmente otorgar una nueva prórroga para la certificación de estos equipos. En este seguimiento, no debemos dejar a un lado la enorme presión que también realizan diferentes aerolíneas, a quienes les urge les entreguen los aviones prometidos para poder seguir en la recuperación, y salir de la crisis por la que atraviesa la aviación a nivel mundial.

Esa presión viene de verdaderos gigantes, y no es poca cosa que estén metiendo las manos en el cabildeo del congreso gringo nombres de líneas aéreas como Southwest Airlines, United Airlines, Allegiant Air (con quien VivaAerobus hizo una alianza recientemente), Delta Airlines y VietJet, por nombrar a las más visibles.

En nuestro país, Aeroméxico sería otra de las aerolíneas interesadas en ejercer presión, sobre todo ante el crecimiento de Volaris y VivaAerobus, quienes no han resentido menos la crisis, o por lo menos de una manera menos preocupante, solo con algunos retrasos por parte de Airbus, pero esto más bien derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

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En caso de que la certificación de los modelos B737MAX-7 obtenga la prórroga hasta el próximo año, la consecuencia directa que es se retrasará instalación de los nuevos sistemas de alerta en cabina de pilotos, un serio problema que podemos calificar de un gran revés para este fabricante de aviones, que en los años recientes se ha visto envuelto en una serie de escándalos.

Tener que parar por dos años la salida de este modelo de avión le ha traído como consecuencia a Boeing una pérdida estimada de poco más de 20 mil millones de dólares; recordemos que todo fue consecuencia de dos accidentes fatales. Por si eso fuera poco, se espera que las aseguradoras eleven considerablemente el precio de las pólizas.

Veamos ahora el otro lado de la moneda: hay grupos y distintas organizaciones que se oponen terminantemente a que le sea concedida una prórroga por parte del Congreso Norteamericano. De la misma forma que unos cabildean a favor, estos grupos lo hacen pero haciendo una solicitud concreta: que se le obligue a la armadora de aviones Boeing a desarrollar un nuevo sistema de alertas, aunque el costo sea que tanto los operadores (aerolíneas) como la fabricante, asuman los costos de tener diferencias de operación con los modelos B737MAX-8 y 9.

Para que le quede más claro estimado lector, la belleza de los aviones que se denominan “caballitos de batalla”, es que no se requiere de un adiestramiento adicional a sus tripulaciones, y eso genera ahorros a las compañías aéreas; pongo de ejemplo a la competidora de Boeing: la europea Airbus. Cuando una aerolínea adquiere un avión de esta armadora europea, sabe que el interior de la cabina de pilotos, así como el manejo del avión en sí, es estandarizado. Esto significa que un piloto puede manejar desde un A318, A319, A320, A321 y A321NEO de la misma forma. No se requiere un adiestramiento extra.

Y es que en la aviación, a diferencia de otras industrias, como piloto no puedes “brincar de un modelo de avión a otro; tu licencia especifica “Piloto del A320″ por ejemplo, lo que significa que solo pueden volar aviones de dicha familia.

Un capitán de Airbus no tiene permitido volar un avión Boeing, aunque la actividad, volar, sea “igual” a los ojos de los pasajeros. La restricción es tajante, y aunque el piloto, en sus tiempos libres de dedique a volar “Cessnas”, sus contratos laborales son para operar un modelo de avión en particular.

En ese orden de ideas, Boeing se va a resistir a implementar diferentes sistemas de alerta en cabina de pilotos, porque sabe que eso rompería el encanto de adquirir los modelos de avión de la familia B737; y es que la idea de que dos de sus equipos se operen de manera diferente, significa que las aerolíneas tendrían que contratar más pilotos, para operar en específico esos aviones. Esto elevaría considerablemente sus costos operativos.

Por eso las aerolíneas están empujando a que esto no se lleve a cabo así, sino que el mismo sistema que usan los modelos B737MAX-8 y 9 sean usados en el B737MAX-7 y 10.

El asunto es de tal envergadura que un juez del estado de Texas determinó que las víctimas de los accidentes de los B737MAX (de Indonesia y Etiopía) deben ser consideradas legamente como “víctimas de un delito”, ya que en enero del 2021 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos retrasó una de las tantas acusaciones que el fabricante de aviones tiene en su contra.

Estimado lector, ante los hechos aquí presentados ¿ustedes creen que el B737MAX-7/10 logrará certificarse antes de que termine este año? ¿Cuál es su opinión al respecto? Me gustaría mucho saber qué piensa; no lo dude, leeré atenta sus comentarios.