“Voy a construir un automóvil para la gran multitud…”

Henry Ford.

Ahora que hay tanta inestabilidad económica en Estados Unidos, que se avecina, según los medios de comunicación, otra recesión económica, que China ya es primer potencia mundial económica, y que la guerra en Ucrania parece interminable, es momento de que en los Estados Unidos, que siempre han liderado la economía mundial, se reactive su propia economía, para reafirmar dicho liderazgo y equilibrar al mundo, empezando con las compañías de renta de automóviles como modelo económico.

Las compañías de renta de automóviles en todo el territorio estadounidense, aunque no lo reflejen, incluyendo a Avis, Budget, Dollar, Gertz, Sixth, Alamo, etcétera, conforman una pieza muy importante del motor que impulsa a la economía estadounidense, lo cual se refleja en la inmensa cantidad de automóviles nuevos que compran a las diferentes compañías automotrices para rentarlos, y sabiendo de antemano que dichas compañías automotrices han mantenido por décadas a la economía de los Estados Unidos, y fueron éstas las que estabilizaron la recesión económica tan grave que ocurrió durante el gobierno del presidente Barack Obama, al impulsar a las agencias que rentan automóviles, todo el negocio automotriz se incrementa.

Sin embargo, dichas compañías de renta de automóviles de los Estados Unidos, a pesar de los ingresos multimillonarios que generan con la compra y renta de automóviles, de alguna manera, se sabe que engañan a los usuarios de las mismas al cobrarles costos excesivos por seguros generalmente innecesarios, pero que ellos promueven como indispensables, con el cobro de la gasolina a costos muy excedentes, y con otros cargos que no especifican desde el inicio de la renta a los usuarios, y que muchas veces también las tarjetas de crédito con las que necesariamente se tienen que ingresar con los contratos de renta de los automóviles, aceptan por estar de acuerdo con las políticas de rentabilidad de las compañías en cuestión.

Si todos estos abusos descritos se limitaran, o de alguna manera, desaparecieran, las rentas de automóviles en los Estados Unidos serían mucho más prósperas, y aunque no lo pareciera, mejoraría en general la economía mundial, como lo expreso en el presente ensayo, ya que se disiparía ese rumor existente entre casi toda la humanidad del abuso en la renta de automóviles en los Estados Unidos, sobre todo, repito, en la imposición de seguros innecesarios por parte de los agentes de las compañías de rentas de automóviles que casi se los exigen a los usuarios al momento de contratar sus servicios, y en el cobro excesivo de la gasolina de los mismos cuando dichas compañías llenan los tanques de los automóviles que les compraron a las compañías automotrices para rentarlos, pero al desterrar dichos vicios, repito, se venderían y se rentarían mucho más automóviles de todo tipo, incluyendo eléctricos, en todo el territorio estadounidense.

Alberto Halabe en Twitter: @cancercuretop2