No hay plazo que no se cumpla, y los legisladores norteamericanos han sentado a la fabricante de aviones Boeing. El miércoles hubo dos sesiones en el Senado, junto con diferentes testigos clave. Entre ellos por supuesto el ingeniero Sam Salehpour, Ed Pierson y Joe Jacobsen.

Las audiencias del Subcomité de Investigaciones de Seguridad Nacional se centraron en “la cultura de seguridad rota de Boeing”, y vaya que hay fuertes declaraciones.

Resulta que en estas audiencias salieron de nuevo las quejas que Salehpour presentó a inicios de año ante la Agencia Federal de Aviación norteamericana (FAA por sus siglas en inglés), donde consta que informó a la gerencia de Boeing de las inspecciones que realizó en los aviones B787Dreamliner, pero que la compañía armadora ignoró, al grado que lo cambió al programa de un equipo diferente, el B777.

Ante los legisladores norteamericanos ratificó que observó una “desalineación grave cuando se ensamblaron los aviones. Literalmente vi gente saltando sobre las piezas del avión para alinearlas. Yo lo llamo el efecto Tarzán”, además le dijeron que se callara y recibió amenazas, “Mi jefe dijo: ‘Habría matado a alguien que dijera lo que usted dijo en la reunión’”. Tal y como lo recoge el medio Spectrum News.

El otro “whistblower” o soplón como los medios se refieren a estos testigos es Ed Pierson; él habló sobre las condiciones que se tenían al momento de la fabricación de los aviones de la familia MAX, que terminaron en dos terribles accidentes fatales.

“El mundo está conmocionado al enterarse de los problemas actuales de calidad de producción de Boeing. No me sorprende porque nada cambió después de las dos caídas. A menos que se tomen medidas y los líderes rindan cuentas, toda persona que suba a bordo de un avión Boeing está en riesgo.” Ed Pierson fue gerente de Boeing.

Señaló en dicha audiencia que lo que ha estado haciendo Boeing es encubrir sus propias pifias, como el caso de la puerta/ventanilla del avión de Alaska Airlines.

Joe Jacobsen por su parte, quien es ingeniero aeroespacial y además es asesor técnico de la “Fundación para la Seguridad de la Aviación”, acusó a la fabricante Boeing, de un “grave defecto de diseño” en el caso de los aviones B737MAX.

Además Boeing ocultó el tema del sistema del MCAS a los pilotos, esto porque tenían el resquemor que la FAA les exigiera certificados y capacitaciones extras, y lo que buscaban era precisamente “ahorrarse” esos pasos y sacar lo más pronto posible los equipos, para ponerlos a volar.

Debemos recordar que los dos accidentes de los aviones B737MAX fueron precisamente por el sistema MCAS, un software nuevo diseñado para actuar de manera automatizada para empujar la nariz del avión hacia abajo, sin que el piloto en la cabina pudiera corregirlo.

“Si lo hubiéramos sabido, al menos media docena de ingenieros experimentados de la FAA en la oficina de Seattle habrían rechazado inmediatamente el diseño original del MCAS. El ocultamiento de Boeing provocó dos accidentes y 346 muertes. He pasado casi 40 años estudiando y tratando de eliminar los accidentes de aviación. Ignorar los problemas, tomar atajos y engañar al público sólo conduce a más accidentes”. Mencionó enfáticamente Jacobsen.

Lo sorprendente de esta sesión es la ausencia de representantes de Boeing. El senador demócrata por el estado de Connecticut, Richard Blumenthal, presidente además de dicho subcomité, dijo esperar que el CEO de Boeing, Dave Calhoun, pueda comparecer en una próxima audiencia.

Por su parte, las investigaciones realizadas por la FAA, han arrojado datos preocupantes, pues se descubrió que se utilizó jabón Dawn y una tarjeta llave de un hotel dentro del proceso de fabricación de las aeronaves. En respuesta, Boeing aclaró a la FAA que son técnicas “ingeniosas”, y no negligentes como quieren hacerlo ver.

Esta respuesta por parte de la fabricante Boeing la creería si estuviésemos en México, donde se premia “el ingenio mexicano” a falta de las herramientas adecuadas.

Según Spirit AeroSystems el utilizar jabón de cocina y una tarjeta llave de hotel son parte de las “herramientas” permitidas por las autoridades de ingeniería de Boeing, que supuestamente están documentadas ante la FAA.

Según un artículo de The New York Times, “La gente mira la tarjeta llave de hotel o el jabón Dawn y piensa que esto es un descuido. En realidad, se trata de un planteamiento innovador para desarrollar una eficaz ayuda de taller”. Según declaraciones de Joe Buccino, vocero de Spirit AeroSystems.

Si esto no le ha puesto lo pelos de punta, esperen a ver la respuesta de la propia Boeing, que afirma que el uso del jabón de trastes así como de la tarjeta son herramientas que ayudan dentro del taller de fabricación. Por su parte la FAA se negó a hacer comentarios sobre este tema, al referir que está en medio de una auditoría.

¿Cómo se usa el jabón para trastes? Es una gran interrogante para todos. Mientras la FAA realizaba la auditoría a Boeing, observaron cómo los mecánicos aplicaban el jabón líquido a los sellos de las puertas, como una especie de “lubricante”, durante el proceso de montaje, y después con un trapo húmedo eliminaban el jabón de las puertas. Según los propios trabajadores refirieron que las instrucciones era poco claras y vagas sobre que acciones tenían que registrar.

En defensa del jabón Dawn, el vocero de Spirit AeroSystems aseveró que su uso se debía a que servía para verificar que no hubiese ni desgarros, ni abultamientos en los sellos de las puertas al momento de su instalación, además las propiedades químicas del jabón no alteraban los componentes del avión, por lo tanto tenían la aprobación de la fabricante Boeing para su uso.

Y la tarjeta llave de hotel se utiliza para comprobar que el tapón de la puerta no tuviese obstrucciones, rodamientos e incluso aplastamientos. Dicen que probaron con otro tipo de herramientas pero que eran demasiado frágiles o no tenían la suficiente “flexibilidad”, por eso los ingenieros de Spirit decidieron que esta es una herramienta adecuada para poder hacer el trabajo.

También manifestaron que antes de usar el jabón de trastes, experimentaron con otro tipo de productos, como maicena, talco e incluso vaselina, pero que todos estos terminaban degradando los componentes.

En estas audiencias, Jacobsen les hizo saber a los senadores que Boeing requiere tener más inspectores, pero que sobre todo debe cambiar la mentalidad con la que ahora están trabajando, y enfocarse más a la seguridad aérea.

Para el senador republicano de Wisconsin, Ron Johnson, es “preocupante” lo que está pasando en Boeing y declaró: “Tenemos que preocuparnos por lo que está pasando, tenemos que llegar al fondo de esto”.

Por su parte el senador Blumenthal señaló que el objetivo es que Boeing vuelva al redil, para que vuelva a ser esa compañía pionera en ingeniería y seguridad aérea, regresando al éxito de antaño.

Hasta aquí vamos con esta historia de Boeing, pero mientras se siga favoreciendo sacar el mayor provecho económico posible, por encima de la seguridad, irán descubriéndose más pifias de esta fabricante.