Hagamos memoria… En agosto de 2017, la periodista Lilly Téllez escribió una columna en la cual elogió sin medida al entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade. Afirmó, con esa contundencia estridente que la caracteriza que Meade era “súper bueno como funcionario” porque había sido secretario de Estado cinco veces. ¡Sí, cinco veces! Que era “requetebueno como político”, ya que había sido miembro del gabinete de dos presidentes y de distintos partidos: el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto. Ese político nunca se dio cuenta de nada en esos sexenios como muchos otros que andan por el mundo disfrutando de su ilícita riqueza y otros, refugiados en España.

Arropada como heroína con los colores tricolor, Téllez denostó al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador: “Tiene un carácter especial, y eso no lo ayuda, creo que peca de soberbia y su terquedad lo hace un político demasiado rígido”. “Es un dictador, un obstinado ególatra, mesiánico”.

Escasos meses después, Téllez cambió de parecer. Buscó a aquel a quien de manera contundente calificó de ególatra, al que “sería un peligro no solo para México sino para él mismo”: Lilly Téllez la indecisa periodista, se despojó de los colores, de su momentánea y convenida convicción priista corrió al camerino para vestirse de marrón. Ya olvidó Lilly que el presidente López Obrador confió en ella y que gracias a él a ella se le abrieron las puertas del Senado.

La camaléonica Téllez vestida de marrón, una vez asegurada la silla en el Senado los colores con los que entró se fueron destiñendo; los falsos ideales y superfluas convicciones se esfumaron. Comenzó a emerger la verdadera Lilly mostrándose en contra de las iniciativas impulsadas por sus compañeros de bancada: como la despenalización del aborto.

Empezaron a emerger los ataques y la furia “lilytellezca” por lo que la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena solicitó expulsarla.

Téllez se despojó del marrón con nuevas convicciones para vestirse de azul. Adoptando las iniciativas de su nuevo partido. Afirmó que seguirá trabajando contra la corrupción, la injusticia y la desigualdad. “Voy con fuerza por la libertad, el Estado de Derecho y la prosperidad de México. Firme en mis principios y valores, cumplo con mi palabra”. Téllez dice y se desdice, cambia de partido, de convicciones, firma y se arrepiente, grita, se desgañita…

El camino azul que ahora recorre la ex periodista y ahora senadora ha sido errático, estridente. No logra controlar sus impulsos, la desesperación la rebasa… todo lo que sea en contra del gobierno actual lo grita… ahora será interesante ver su desempeño después de que el ex presidente Vicente Fox la etiquetó, como la “mesías” junto a Santiago Creel. Ambos se veían sonriendo cuando el profeta Fox se refirió a ellos de manera bíblica.

Lilly Téllez ha dicho que no le gustan las posturas extremas… entonces, ¿habrá sido en uno de sus constantes ataques viscerales cuando participó en la reunión entre legisladores panistas con Santiago Abascal, líder del partido Vox de España? Téllez firmó decidida la “Carta Madrid” imputada por dicho partido para frenar el “avance del comunismo”.

En Twitter Téllez ofreció una disculpa por el apoyo que externó a Vox, pues lo consideró como una equivocación y añadió que no asumirá “posturas extremas”. Escribió hace unos días: “Dos decisiones equivocadas que tomé. Asumo la responsabilidad y ofrezco una disculpa. No estoy de acuerdo con las posturas extremas…

“Fue título personal; no tengo alianza de ningún tipo con Vox. Detesto los extremismos, la homofobia, el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo. Defiendo la libertad y la democracia”. Lilly, no es congruente: Detesta los extremismos y está en contra de la despenalización del aborto.

Afirma detestar posturas extremas pero declara:

- “Nunca más nuestro México al capricho de una sola persona. Echaremos a Morena por el enorme daño que ha hecho a las personas”.

- ”Yo soy la mejor, porque yo sí puedo echar a Morena”.

- ”Los mexicanos, la oposición y las organizaciones de la sociedad civil hemos tenido que ir hasta el infierno para rescatar a algunas de estas instituciones y volveremos a ir al encuentro del diablo para tomarlas y devolverlas a México”.

- ”Estamos en tiempos en que la oposición nos estamos jugando literalmente la vida, la libertad. La única promesa que López Obrador ha cumplido es haber mandado al diablo a las instituciones”.

- ”El solo voto -anti AMLO- no nos alcanza para vencer al monstruo”.

- ”¡Vamos a echar abajo a los corruptos de Morena!”.

-” Estoy aquí para cerrar filas con todos mis compañeros y atendiendo siempre el llamado que nos ha hecho Marko Cortés a estar unidos”.

Lilly Téllez externó: “López Obrador, usted tiene tres traumas que no lo dejan dormir que lo sacan cada mañana amargado: El primer trauma es aquel chichón que le hicieron cuando andaba tomando pozos petroleros. El segundo trauma es haber tenido que dormir en una carpa porque lo que usted quería es dormir en un palacio. El tercer trauma que no lo deja en paz, es haber perdido el corazón de la Ciudad de México ese es el fondo de la fachada”.

Lilly Téllez no solo tiene tres traumas, sino muchos más pero mencionar uno, basta: Sabe que le será imposible alcanzar a Claudia Sheinbaum. Que haga lo que haga, afirme, contradiga, firme, no firme, grite y sea posesa de extremismo no le servirá de nada. Sigue muy abajo en las encuestas.

Su estridencia, su excesivo protagonismo no le han servido. La camaleónica y estridente Téllez se quedará sin voz perdida en su paraíso multicolor ya no tiene a donde ir, ya que no hay otro camerino, a menos que vaya al del casi extinto PRD y se vista ahora de amarillo…