En una final de cualquier deporte siempre hay polémica solo que la victoria del campeón sea muy clara. La nueva política de la FIFA donde no se pueden tener las repeticiones de un millón de ángulos hacen que la labor del VAR sea incuestionable aunque muchas veces lo es.

A Argentina le marcaron un penalti en la mayoría de sus partidos de esta copa, y el penalti con que abrió el camino al trofeo es bastante dudoso. En la transmisión en vivo no pasaron mucho esa jugada y no hubo mil ángulos para poder analizarla en los programas deportivos. A muchos no nos pareció penal, pero al árbitro y al VAR si les pareció y fue marcado.

El penal que le marcaron a Francia también fue dudoso pero igual lo marcaron como una especie de compensación bíblica que luego hace el arbitraje mundial. Un penal dudoso por lado parece empate, pero no lo es así pues los goles, a favor o en contra, mueven la vibra, la mística y el planteamiento de un partido.

Messi dio un juegazo, pero Mbappe dio un mejor juego que su compañero del PSG. No sé si sea el nuevo Messi o el nuevo CR7 pero que es un fuera de serie, lo es.

El partido tuvo todas las emociones necesarias pero cargados a los últimos 10 minutos del tiempo reglamentario. El partido se igualo cada vez más y bueno, nadie cedió y se reflejó en el marcador. Los penales después de tantos partidos y minutos jugados, no son un volado si no una proeza de fortaleza física y sobre todo mental. La presión del equipo esta sobre los hombros del tirador y en la fortuna del portero cuando predice para donde va el tiro.

Fallaron dos franceses y se acabó el juego, al final Argentina fue campeón. Si se pone a Messi como estandarte de Argentina, claro que el triunfo es merecido. Pero si se pone al imbécil del Dibu Martínez, es donde le deberían de quitar la copa y suspenderlo por un buen rato.

Martínez es lo más corriente que ha subido a un podio de un campeonato mundial de la FIFA en toda la existencia. Imagine el tamaño de la mente del “Dibu” para hacer lo que hizo frente a las autoridades de la FIFA y los representantes Qataríes. Creo que el grito de “puto” de los mexicanos se queda corto contra ponerse el trofeo en los genitales cuando hay medios de todo el mundo cubriendo el evento. Fue nombrado el mejor portero del mundial, pero debió de haber sido nombrado la peor persona. Antes que él estaban Bono de Marruecos o el mismo Lloris de Francia. Pero lo hecho, hecho esta. La FIFA debería de darle un buen jalón de orejas a Argentina, en forma de multa, suspensión o advertencia. Pero con los tibios que son en asuntos de este tipo, seguramente no lo harán.

Entretenida final, ganador esperado y con esto Messi se convierte en el mejor jugador argentino de todos los tiempos. Muchos le lloraran a Maradona, pero con lo de hoy Messi quedo como 1,000 escalones arriba, 200 pisos más que el famosísimo Diego. No hay mejor jugador argentino que Messi y a los resultados me remito. ¿Será Messi el GOAT? Yo creo que sí, pero el tiempo lo dirá.

Galimatías

Se va el Perro Bermúdez y se va en lo más grande que un narrador pueda llegar. Es el último de los narradores clásicos qué hay en el futbol. Los que narraban y no sobre analizaban los juegos, los que no tienen un acento que cansa y los que crearon expresiones que todos en México hemos imitado.

No hay alguien como el Perro que siga con ese tipo de narración y hoy quise escucharlo por última vez en la narración de un mundial. Queda Perro para rato, al menos en la Liga MX, pero en un mundial fue hoy la última vez del zambombazo y tiritito.

Bien por el Perro y ahora empiezan los tiempos de nostalgia.