El ajedrez es un deporte de análisis. Y en ocasiones algunas jugadas se prestan para hacer analogías. En esta partida parece que las piezas se mueven a voluntad. La apertura de los cuatro caballos es antigua y conocida en el mundo del juego de mesa. Los equinos pueden desarrollarse en cualquier orden. La apertura es sólida y simétrica. No malgasta los peones y permite controlar el centro desde la ocupación.
Esta partida tiene en Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal a sus cuatro caballos. Blancas y negras son movidas por el mismo jugador. Sea cual sea el resultado, quien controla la partida será ganador con uno u otro color. La antigua apertura ya inició. Nada oculto. Cada uno se desarrolla en el orden considerado. Sus movimientos son soportados por sus propios peones. Los alfiles o torres, tapados, seguros en su trinchera. A esos nadie los molesta. ¡La jugada se ve sólida, cualquiera puede ser! El Santiago fue ‘parejo’, hay simetría en sus acciones. Asisten a mítines, encabezan reuniones, divulgan su número personal de whatsapp… o what’s up.
Quien observa las jugadas y mueve las piezas, controla el centro. Sus piezas tienen sitiado el epicentro del tablero desde donde controla el escenario. La apertura de cuatro caballos permite agilizar el desarrollo de la partida. Se adelanta la guerra. ¡Se adelanta la sucesión del 2024!
Si me dijeran que López Obrador es maestro del ajedrez lo creería por el escenario que vivimos. Su apertura ha salido a la perfección. La oposición tiene pocas opciones. No han visto venir una apertura tan agresiva.
Pero volvamos a la partida. Claudia tiene gran respaldo de los peones. Es una pieza que lleva buena escolta desde el inicio de la partida. Hay torres que respaldan sus movimientos y alfiles flanqueando. Marcelo, parece que es de color distinto, se ha desarrollado a libertad. Ha puesto en jaque la jugada. Suma peones, pero también los sacrifica para avanzar. Pregúntenle a Santiago Nieto. Adán Augusto parece ser del mismo color de Claudia, es quien está cerca de cualquier enroque. Con cautela avanza y se posiciona amenazante para ser determinante en la partida. Monreal juega en el mismo lado de Marcelo. Aunque lleva ruta distinta, en ocasiones parece más vulnerable. Acumula peones para su causa, veremos qué tanto avanza.
Si alguien puede salir del jaque que Marcelo ha provocado, es el presidente Andrés Manuel López Obrador. Que aún controla ambos colores en el tablero.
Las señales parece que no han bajado bien. Marcelo se mueve como caballo desbocado en la apertura agresiva. Anunció equipo de campaña y todo. Luego, hizo público su número de “what’s up” -whatsapp de la famosa aplicación de mensajería- y casi de inmediato dijo padecer Covid-19. Esto último, pareciera más un estate quieto para sus aceleres.



Monreal está siendo distraído por “Alito” Moreno. Al dirigente tricolor le duele perder el respaldo de los priistas y su primera reacción fue invitar al proyecto aliancista al senador Ricardo Monreal.
Mientras Don Adán sigue haciendo su trabajo. Espera atento su movimiento. “Los tiempos del señor son perfectos”, dijo el tabasqueño. No desespera, sabe que el señor de Palacio Nacional en cualquier momento acomoda las piezas y puede resultar ungido como la pieza clave en la partida.
Sin duda el juego está interesante. La apertura de cuatro caballos es ad-hoc a los tiempos políticos que se viven en el marco de la sucesión presidencial del 2024. No descarten alguna torre o alfil; tal vez alguna dama, que aparezca para dar el jaque mate. Esas piezas, en este momento, están resguardadas, pues la apertura tiene a los cuatro caballos en la palestra.
Mientras tanto, en Sinaloa, el gobernador Rocha Moya fue cuestionado por su predilección por los candidateables al 2024. El experimentado gobernador no mordió el anzuelo. Dijo que como militante de Morena, apoyará a quien resulte ganador en las encuestas.
Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix