A 425 años de la fundación de la ciudad de Monterrey, el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” decidió conmemorarla utilizando la figura de Shelbyville Manhattan, personaje de los Simpson que abogaba por la idea de que los hombres se pudieran casar con sus primas. No sorprende que el gobernador recurra a obtusas referencias porque no es la primera vez que su visión retrógrada de la realidad social se traslada a sus expresiones públicas.

Luego de haber señalado su desafortunada publicación, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” me respondió con un “ni te topo, compadre”, muy fiel a su estilo bravucón. Y bueno, parece que lo que no topa es la enorme cantidad de problemas públicos irresueltos que deja a pocos días de acabar su fallida administración al frente de unas de las entidades con mayor peso del país. El pueblo de Nuevo León no solo tiene que soportar las imprudencias de “El Bronco”, sino que se quedó esperando soluciones durante todo el sexenio.

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El aún gobernador no topa nada de la realidad de su estado porque la negligencia con la que gobernó fue patente cada día de su mandato, a grado tal de incluso abandonarla por su ambiciosa pero catastrófica candidatura presidencial en 2018. El fracaso, tras seis años de gestión, es evidente.

Ante la exigencia de paz y seguridad por parte del pueblo neoleonés, la entidad registra un sangriento cierre de sexenio, con cifras de homicidios no vistas en una década y que amenazan con convertir al 2021 en el año más violento de su mandato. De acuerdo con cifras de la Fiscalía de Nuevo León, entre enero y agosto, la entidad registró 738 homicidios dolosos, en su mayoría ejecuciones del crimen organizado. Para encontrar cifras tan elevadas se tiene que remontar al 2011 y el 2012, en el sexenio de Rodrigo Medina, cuando el estado era afectado por la narcoguerra entre los Zetas y el Cártel del Golfo.

Ante la demanda de un mejor transporte público, “El Bronco” deja todo sujeto sobre alfileres, a pesar de que fue una de sus principales promesas de campaña. Uno de los temas más alarmantes es el abandono del metro que, de acuerdo con reportes periodísticos, pone en alto riesgo las y los usuarios. La erosión de un cimiento ha provocado un socavón en una columna de la Línea 1, ya que se encuentra carcomida y con varillas expuestas; la columna presenta maleza y ramas en lo que debería ser el soporte de su construcción que está entre las estaciones Y Griega (Monterrey) y Eloy Cavazos (Guadalupe). Su mermada y deslegitimada administración -Jaime Rodríguez declaró cínicamente sentirse “contento” por haber obtenido el 10% de aprobación el año pasado en el sondeo ciudadano de la organización Nuevo León, ¿Cómo Vamos?- se lava las manos ante un potencial colapso de la estructura por la falta de inversión pública. Sobre los posibles y probables daños de esta negligencia, el gobernador no topa nada.

Además, la red de transporte está al borde del colapso. Por ejemplo, el “mocha manos” únicamente mantiene 2,700 unidades del transporte público urbano, cuando llegaron a operar más de 5,000. El grado de descomposición es tal, que los transportistas ya lo han acusado de destruir el sistema y perder los seis años de gobierno. Todo esto pone al transporte público y sus usuarios en un verdadero estado de indefensión, con paradas repletas de gente y tiempos de espera muy excesivos, esperando unidades para transportarlos a sus destinos. De esto tampoco topa nada el gobernador.

Ante la necesidad de mayor infraestructura en beneficio de la ciudadanía, los proyectos más relevantes de obra pública quedan solo en el papel. La Presa Libertad, al 30 de agosto de 2021, reportó un avance de apenas 26% en la construcción, la cual buscaba aumentar el suministro de agua. También, el Parque Libertad si bien fue recién inaugurado, la realidad es que el proyecto prometido era mucho más amplio de lo que se entregó. Otras de las obras que quedaron pendientes son: Interconexión Monterrey-San Pedro; Tren suburbano García- Aeropuerto; Prolongación Av. Morones Prieto; y Ampliación de Anillo Periférico. Prometer no empobrece pero sobre la dignidad del deber bien cumplido el gobernador no topa nada, evidentemente.

Ante la prioridad que representa la salud pública, para concluir 2021, la Secretaría de Salud estatal prevé enfrentar un déficit de 200 millones de pesos, de tal modo que faltarán recursos no sólo para atender pacientes de covid-19, sino con otras enfermedades. Ni siquiera está garantizado el presupuesto para concluir el presente año. La excusa siempre fue que la Federación incumplía sus obligaciones presupuestarias pero sobre austeridad y combate a la corrupción claramente el gobernador no topa nada, tampoco.

En fin, son demasiadas las promesas incumplidas por parte de Jaime Rodríguez y durante la transición se ha revelado que su gobierno dejará más problemas que con los que recibió el estado. Es él quien no topa la situación de urgencia a la que se enfrenta hoy el pueblo de Nuevo León, debido a las decisiones tomadas durante su mandato. La traición a la confianza del pueblo neoleonés en su mandato perdurará por décadas.

Estridente, impulsivo y atropellado. Con estas tres palabras se podría describir su endeble trabajo al frente del gobierno del estado. Confundió manejo de redes sociales con gestión pública y así le fue. Ahora se va a su rancho sin pena ni gloria, pero sí con una gran deuda con las y los neoleoneses.