La misión de Google no es modesta: “Organizar la información del mundo y hacerla accesible y útil de forma universal”. Pocas metas más ambiciosas pueden existir, pero admitámoslo, los fundadores de tal empresa, Larry Page y Sergey Brin, han cumplido: en Google está todo y resulta sencillo encontrarlo.

Ayer me puse a googlear —o guglear, grafía que le parece más adecuada a la Real Academia Española—. Buscaba disparates políticos relacionados con elecciones presidenciales.

¿Disparates políticos? En efecto. La curiosidad me la despertó la columna Templo Mayor de Reforma: sus redactores consideran un disparate de AMLO incluir en la lista de presidenciables de oposición al comediante, misógino y arrogante —seguramente por ello con rating creciente en Radio Fórmula—, Chumel Torres.

Google me enseñó que la palabra disparate “procede de disparātus cuyo significado era separar y lanzar en direcciones diferentes”. Existe naturalmente el verbo disparatar: lanzar afirmaciones sin ton ni son, esto es, “fuera de razón y regla”.

¿Disparató AMLO al incluir a Chumel Torres entre los y las presidenciales de oposición? Evidentemente, no. Lo hizo para obligar al PRI, al PAN, al PRD y a MC a ponerse serios, así sea que lo hagan únicamente porque les dé pena andar en la chumelización acelerada.

Andrés Manuel sabe que a Morena, partido en el gobierno —por lo tanto obligado a defender propuestas aplicables y aplicadas— solo se le complicaría el 2024 si enfrentara a un candidato disparatado —o una candidata disparatada— que hiciera campaña con ofertas políticas totalmente absurdas, pero que pueden ser atractivas en tiempos en que TikTok es el rey en las redes sociales.

La búsqueda en Google de disparates y posibilidades presidenciales me llevó a un par de comentarios, hechos en Twitter, de la periodista brasileña Bela Megale —@BelaMegale en la red social—, columnista de @JornalOGlobo y comentarista de @CBNoficial.

El primer tuit de ella tiene que ver con una encuesta publicada el día de ayer: “Cuando la campaña de Lula cree que las urnas se mueven. Datafolha este viernes muestra estabilidad: Lula sigue con 49% de intención de voto y Bolsonaro, 44% #OGlobonasEleicoes”.

No me queda claro si Datafolha es una empresa independiente o simplemente el departamento de encuestas del diario Folha de São Paulo. El hecho es que sus estudios demoscópicos tienen credibilidad, así que debe concluirse que en Brasil todavía no se puede saber quién ganará la elección presidencial.

En ese contexto de cerrada competencia electoral adquiere una importancia enorme el otro tuit de la columnista Megale, en el que cita al diputado federal André Janone, a quien Lula ha considerado reclutar para combatir las noticias falsas en redes sociales: “Tal como están las cosas, o bajas el nivel o pierdes las elecciones”.

Triste diagnóstico: vivimos una época en que, a falta de otros recursos, los políticos sin talento ni experiencia —quienes no puden exhibir una biografía de lucha social prolongada— para incrementar su popularidad disminuyen deliberadamente su propio nivel intelectual. En vez del debate de altura, recurren al insulto. Incapaces de desarrollar propuestas sólidas, simple y sencillamente gritan cada vez que se paran en una tribuna, tienen enfrente cámaras y micrófonos o acuden a los estudios de realización de videos de sus estrategas de redes sociales.

Sin duda es un disparate pensar en Chumel Torres como presidenciable, pero la oposición no encuentra a nadie más popular. Lo saben los otros y las otras aspirantes a la candidatura principal de 2024 y, para mejorar su competitividad, se chumelizan.

¿Quiénes se han chumelizado en el PAN, el PRI y MC?

√ En primer lugar, Samuel García, gobernador de Nuevo León. Hacer el ridículo le funcionó en su anterior campaña y en eso sigue.

Chumelizada está la senadora Lilly Téllez. No sé si sea idea de sus estrategas o de ella, pero dejó de ser la periodista seria que conocíamos y ahora disparata a diario en el Senado y en Twitter, no solo con expresiones y amenazas excesivamente agresivas que le restan nivel, sino con insultos discriminatorios como los que utiliza con frecuencia pretendiendo ofender a la secretaria general de Morena, Citlali Hernández.

√ La chumelización también ha afectado a Denise Dresser. Ella era una intelectual respetada, al menos yo la respetaba, pero ahora baila grotescamente en redes sociales, escandaliza en todas partes, miente en sus columnas periodísticas, ofende a sus rivales.

√ A veces Carlos Loret de Mola imita a Chumel, sobre todo cuando actúa como patiño de su leal compañero Brozo… ¿Me pregunto por qué AMLO no incluyó al payaso tenebroso en la lista de presidenciales de oposición?

√ Tampoco Andrés Manuel le dio calidad de presidenciable al muy chumelizado empresario Ricardo Salinas Pliego, quien como Lilly Téllez utiliza las redes sociales para insultar y discriminar. ¿No se dará cuenta el dueño de Elektra y TV Azteca de que un hombre de negocios tan importante —y objetivamente tan inteligente— como él, pierde prestigio con la chumelización?

Chunmelizado ha estado siempre Diego Fernández de Cevallos, quien presume cultura pero no pasa de ser un desvergonzado que no merece el menor respeto.

√ La chumelización de Gabriel Quadri está de sobra demostrada.

Gilberto Lozano es otro mal imitador de Chumel Torres.

√ La senadora Kenia López Rabadán también ve a Chumel como su guía intelectual.

Pedro Ferriz de Con —ya venido a menos— fue un gran chumelista en sus buenos tiempos en la radio. Quizá don Pedro inspiró al hoy periodista estrella de Radio Fórmula.

Ricardo Anaya perdió el toque y, por más que lo intenta, no llega al nivel de Chumel Torres.

√ Lamentablemente para una figura de oposición que podría en plan serio retar a Morena —en la Ciudad de México—, a la senadora Xóchitl Gálvez le da por chumelizarse cuando se pone malhablada.

√ ¿Y Claudio X. González? Quiere pero no puede. Típico de la caca de perico, que ni huele ni hiede. Dicho sea con todo respeto a su posición de jefe de la banda opositora.

¿Hay chumelizados en Morena?

√ Gerardo Fernández Noroña deberá volverse un político mucho más serio si quiere ser candidato del partido de izquierda en las elecciones de jefe de gobierno de la Ciudad de México. A un hombre tan culto le perjudica bastante jugar a ser un Chumel Torres todavía más revoltoso o alborotador que el original aventando mentadas de madre a diestra y siniestra.

Lord Molécula sí es un serio competir de Chumel Torres. No se descarta que MVS Radio lo contrate para darle el mismo horario que Chumel tiene en Fórmula, en lo que sería un duelo de tonterías de antología. ¿Que Lord Molécula no es corcholata? Si la cosa sigue igual, lo será.

Ricardo Monreal hace el esfuerzo, pero no consigue ser chistoso con sus canciones de rap y cumbia ni tampoco intercambiando estampitas del álbum Panini del Mundial de Futbol; es, por lo tanto, un pésimo Chumel, y lo peor para él es que no se va a rendir e insistirá en imitar al comediante.

√ Por increíble que parezca, la corcholata de Morena más chumelizada es quien muchos suponían era un hombre absolutamente circunspecto, Marcelo Ebrard, quien probablemente desesperado porque no ha llegado al primer lugar en las encuestas, dedica demasiado de su esfuerzo a videos bobos de TikTok que hasta Chumel Torres y Lord Molécula envidiarían.

Posdata

¿Por qué periodistas tan chumelizados como López-Dóriga, Riva Palacio y otros no fueron tomados en cuenta por AMLO en su lista de presidenciables de oposición? Habrá que preguntarle al presidente, solo él sabe.