Juntos Hagamos Historia. La situación en México en cuanto a inteligencia nacional, seguridad multifacética y combate al Crimen Transnacional Organizado (CTO) se deteriora y es necesario salir al paso de este deterioro nacional. Urge una convocatoria de Estado desde la jefatura del Poder Ejecutivo, desde el Jefe del Estado, desde el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, desde el primer responsable de la administración pública federal para que se organice a la brevedad posible un evento de carácter representativo de alto nivel con el mejor formato posible para generar resultados inmediatos. Requerimos atención prioritaria a ello y una tregua en la lucha por el poder y el combate ideológico, las campañas sucias y la confrontación cotidiana para darle curso al evento. Atención prioritaria a la tríada inteligencia, seguridad y crimen organizado. Es un reclamo social.

Golpe al Complejo Operativo de Rebombeo de Pemex

Ya sé que muchos dirán que el autor de estas líneas, es tonto, iluso o falto de realismo o hasta ignorante y que “el horno no está para bollos”, que hay otras prioridades para las fuerzas políticas que detentan la representación nacional, pero esa torpeza, miopía e infame repetición de clichés desgastados, es precisamente lo que nos tiene así, en una tendencia gradual negativa en la situación nacional. Todo es importante y urgente de atender, pero exhibo como prueba fehaciente de este deterioro en la inteligencia nacional, la política de seguridad y el combate al CTO, el reciente golpe dado por la criminalidad en la estación de rebombeo de la plataforma de Pemex en la Sonda de Campeche. Las plataformas ubicadas en toda esa zona marítima con sus productos (petróleo y gas, maquinarias, equipos, herramientas, etc.), son estructuras de la seguridad nacional, además de la enorme cantidad de ingresos en divisas que proporcionan a la hacienda pública, y los productos de consumo nacional derivados de dicha producción (gasolinas, turbosina, diesel, Gas LP, etc.). La pérdida supera los $20 millones de pesos.

Un golpe de altísimo impacto y severas consecuencias, muy significativo de una correlación de fuerzas en la materia. Es un golpe contra un objetivo económico estratégico para el Estado, el gobierno y la sociedad nacional. Si no se quiere reconocer así, con minusvalorarlo o negarse a discutirlo no ganamos nada, al contrario: nos acostumbraremos a no discutir los grandes eventos y seguir “picando piedra” con los temas de “escándalo mediático”, sin abordar los temas profundos y trascedentes. La inteligencia nacional, la seguridad y el combate al CTO no son temas de partido, ni de ideologías sino de Estado, de las instituciones de la República, del conjunto de la sociedad, de la Nación. Por ello es viable una convocatoria de especialistas al seno del poder legislativo avalados por partidos, organizaciones civiles e instituciones.

Plantear este deterioro evidente no significa querer volver a la política punitiva, de confrontación abierta a ciertas organizaciones de la criminalidad, combinada con acuerdos de complicidad y asociación delictiva con otras, como hubo en los gobiernos pasados. Discutamos: profundizar el modelo actual, ajustarlo o cambiarlo.

La toma y control del Complejo Operativo de Rebombeo de Petróleos Mexicanos, ubicado en la Sonda de Campeche el 16 de junio de este año, ha sido un evento criminal de alto impacto con una duración estimada de tres horas aproximadamente. Se trató de un golpe a un objetivo de valor económico estratégico para el gobierno.

Pero es también un ataque directo a la Soberanía del Estado en la zona marítima exclusiva del Golfo de México. Desde mediados del Siglo XX se ha venido explotando intensamente toda el área marítima comprendida dentro de la Sonda en lo que se refiere a sus recursos petroleros. Se han instalado un gran número de plataformas para la perforación de pozos petroleros, obteniéndose abundantemente tanto el crudo como el gas natural asociado. De estas plataformas marítimas se extrae en la actualidad cerca de dos tercios del petróleo que México exporta, es decir, más de un millón de barriles de petróleo crudo diariamente.

Hay distintos antecedentes al último ataque: la Marina Mercante, en 2019 se registraron más de 200 ataques a instalaciones y buques petroleros, en 2018 fueron 140 y en 2017 tan sólo 49, lo que ha levantado los focos rojos tanto en México como en Estados Unidos, como lo confirma el comunicado de la Administración Marítima de los Estados Unidos de América (MARAD, por sus siglas en inglés), que advirtió a los navegantes sobre el incremento de la criminalidad en la Sonda de Campeche. (Staff Forbes, abril 2020)

Luego, la propia Auditoría Superior de la Federación ha dado cuenta de esta actividad criminal continua en instalaciones petroleras: los actos de robo, vandalismo, sabotaje e intrusión crecieron 139%  en plataformas petroleras de Pemex durante 2017, reveló en su tercera entrega del informe de Cuenta Pública  la ASF. Fueron 94 plataformas en las que se registraron 273 actos delictivos, desde 114 reportados en 2016. El incremento es notable, se duplica, aunque sólo dos se consideraron “graves”,  y 49 “moderados” y 222 menores, de acuerdo con el sistema de rastreo de eventos y condiciones inseguras de la subsidiaria Exploración y Perforación de Pemex (PEP)  (Solís, Arturo, 2019, Forbes México)

Algo muy importante: en ese reporte la ASF consignó desde aquél momento que “no existe coordinación entre la Secretaría de Marina y Pemex en tareas de vigilancia, patrullaje y estrategias de seguridad, además de que no se han implementado equipos de seguridad ni monitorio, que llevan sin utilizarse de entre tres y seis años” (Ídem). ¿Persistirá la falla o se habrá reparado? ¿Por qué continúan los ataques con impunidad?

Los ataques recientes a las plataformas y a los buques que allí convergen han sido sucesivos lo que exhibe una clara vulnerabilidad, para solo hablar de lo acontecido desde el mes de abril de 2022: el 8 de abril hubo un ataque al buque “Sapura 3500″. Dos días después, el 10 de abril, el buque de soporte italiano “Remas” fue atacado por grupos criminales. Antes, en noviembre de 2019 en un ataque a las plataformas con  un trabajador de Pemex herido de un balazo y otros golpeados; el 12 de abril los delincuentes accedieron al transportador “Maersk”; luego, el 14 de abril el barco hotel “Telford 28″, con bandera de Gibraltar, fue atacado con el resultado de una persona lesionada. No muy lejos de esta zona, el jueves 17 de abril, un grupo de cinco hombres armados sometieron y saquearon a los 70 tripulantes del buque “Bucanner” de Posicionamiento Dinámico Multipropósito, la embarcación estaba en el litoral de Tabasco, cerca de la plataforma “Mulach Alfa”, en las inmediaciones de Dos Bocas”, sede de la nueva refinería recién inaugurada.

El asalto a plataformas de Pemex duró más de 3 horas

El 19 de junio de este año un comando criminal de 10 hombres asaltó dos plataformas de perforación en dicha área marítima, mismas que abordaron y fueron identificadas como “CME II” (antes Menadrill II) y la “Teekit A” (otras fuentes hablan de tres plataformas) a 20 kilómetros de Dos Bocas,Tabasco. Obtuvieron un botín consistente en equipos de respiración autónoma (ERAs), herramientas, cables, entre otros dispositivos, no sería lógico pensar que no los robaron para usarlos, en segundo lugar, o venderlos en el extranjero. Fue un ataque sorpresa en donde controlaron rápidamente a unos 100 trabajadores de la empresa Weatherford y de Pemex. Llevaban lanchas rápidas para su traslado y embarcaciones para cargar con los equipos robados Tomaron las dos plataformas (o tres), se fueron y regresaron para completar el golpe (Graniel H. Gabriel, La Jornada Campeche)

El tiempo de la operación criminal en las plataformas fue de aproximadamente tres horas. Demasiado tiempo para un vacío de autoridad en instalaciones propias de la seguridad nacional, de valor económico estratégico. Luego de que pudieron avisar los trabajadores liberados, todavía la Marina Armada tardó una hora en llegar.

Lo que pretendemos destacar es que debe asumirse como una enorme falla de: a) la inteligencia nacional, civil y militar; b) nadie sospechó del operativo criminal en preparación después de varios ensayos que les permitieron observar la dinámica laboral en plataformas, la seguridad y estimar los tiempos de ausencia de la vigilancia en las dos instalaciones. Su inteligencia fue más certera que la contrainteligencia del Estado; c) no son “piratas”, son CTO que exhiben con ello una capacidad operativa importante sin necesidad de concentrar fuerzas, bastó un comando de 10 criminales. Muy delicado.

Sabemos y estimamos en lo que vale el inmenso esfuerzo hecho especialmente por las fuerzas federales, pero aquí el CTO mostró una gran capacidad operativa que debe ser una clara voz de alerta porque la refinería de Dos Bocas empieza a operar.

Continuaremos en la próxima entrega.