Tiempos de incertidumbre; el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania continúa, y el precio de los energéticos sigue subiendo. Sin lugar a duda, una de las industrias que más afecta este tipo de alzas es a la industria aeronáutica.

Por eso volteamos a ver celebración de la XXIV Asamblea de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo -mejor conocida por sus siglas “ALTA”-, llevada a cabo el 28 de marzo en Montevideo, Uruguay. En ella participaron los 22 Estados miembros que forman parte de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), entre los cuales se encuentra nuestro país.

¿Qué es ALTA? una organización privada sin fines de lucro fundada en 1980 con el objetivo de apoyar el crecimiento de las aerolíneas de la región. A lo largo de poco más de 40 años la ALTA ha abogado por una aviación más segura, eficiente y amigable con el medioambiente. Su presidente es Pedro Heilbron de Copa Airlines y los vicepresidentes Andrés Conesa de Aeroméxico, Tracy Cooper de Bahamasair, Enrique Cueto de LATAM Airlines y Anko van der Werff de Avianca.

En esta asamblea pusieron a consideración la creación de nuevas políticas regionales que incentiven programas de desarrollo para la producción y uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF por su nombre en inglés). Ya sabemos que uno de los gastos más grandes e importantes dentro de la operación aeronáutica es el combustible.

También los miembros de ALTA aprobaron de manera unánime una resolución para trabajar articuladamente en lograr cero emisiones netas para 2050, tal y como se viene trabajando en países de Asia como Corea del Sur, y en los países miembros de la Unión Europea.

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Ante el escenario de una guerra que no termina, las aerolíneas pisan más a fondo el acelerador para hacer esta transición del combustible normal al SAF. Hace un par de días, Airbus anunció el vuelo de un equipo A380, que despegó del aeropuerto de Blagnac, en Toulouse, Francia (08:43 horas, 25 de marzo). El vuelo duró unas tres horas, operando con motores Rolls-Royce Trent 900 con 100% de SAF.

ALTA cuenta con un Comité de Combustible que está trabajando arduamente en la implementación de las distintas iniciativas para agilizar y escalar la disponibilidad de SAF en la región. El equipo ejecutivo de ALTA tiene un compromiso firme de apoyar a todos sus miembros en la implementación de estrategias coherentes y eficientes.

Se trata de cuidar el medioambiente en el largo plazo, sin que representen grandes costos adicionales para la industria ni los usuarios. La próxima reunión presencial de ALTA será del 14 al 16 de septiembre de este año, en Río de Janeiro, Brasil.

Aeroméxico es parte de esta organización, y es natural (léase obligado) que también esté buscando mejorar el tipo de combustible que usan sus aeronaves, no solo por ser amigable con el medio ambiente, sino con miras en economizar en ese rubro; sobre todo porque al día de hoy no existe claridad sobre la duración, intensidad y consecuencias del conflicto internacional en Europa.

Los estragos que pueda causar a la aviación son más que inmediatos, pues estamos hablando de una industria de alto riesgo, en que las “bajadas y subidas” de tipo cambiario, así como de los precios del combustible, le afectan por igual.

Por ahora, a la empresa del Caballero Águila le sale más cara la recarga de turbosina en Estados Unidos que si lo hace en México, y esos impactos o son minimizados, o van a terminar siendo trasladados al usuario en su boleto de avión.

Estamos en la antesala de la Semana Santa, que junto con las vacaciones de verano e invierno, son las mejores temporadas para la aviación nacional. Aeroméxico tiene todo para comenzar a crecer y afianzarse económicamente después de su salida del Capítulo 11.

Tiene en sus manos la obligación de dejar al pasajero con un excelente sabor de boca. Bien vale la pena que no escatime en costos, para que sus trabajadores otorguen un excelente servicio.

Considero que es una buena noticia que Aeroméxico tenga una participación protagonista en la ALTA, asociación que está buscando que la industria reduzca su huella de carbono; ojalá que más aerolíneas nacionales se sumen. Si las acciones se conducen correctamente, todos en el planeta saldremos ganando.