En el más reciente foro que hubo sobre aviación en la casa del pueblo, también conocida como la Cámara de Diputados, se habló de los adiestramientos a las tripulaciones y me gustaría ahondar el tema; y es que con todo el respeto que me merece la Licenciada en Economía, Yessenia Leticia Olua González, Diputada por el Distrito I de Mexicali, Baja california, la iniciativa de ley que mencionó que subiría al Pleno no tiene ni pies ni cabeza.

La Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes emitió un comunicado el 13 de febrero, informando que durante el año 2022, el Centro Internacional de Instrucción de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (CIIASA) dio capacitación a más 15 mil trabajadores de la industria aeronáutica, tanto mexicanos como extranjeros.

Para quienes estamos empapados del medio aeronáutico sabemos perfectamente qué significa ese dato, pero la gran mayoría de la gente no. Pero eso no le resta importancia; todo lo contrario, se trata de información pública que es importante para los gobernados, y todavía más para nuestros representantes populares, que tienen en puerta legislar sobre el tema.

Así que partamos de lo más básico: ¿qué es CIIASA? Es una dependencia de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) cuya finalidad es brindar las herramientas necesarias para el personal de la industria aeronáutica.

Este centro de adiestramiento se fundó en el año 2010, y se le puso por nombre “Ing. Roberto Kobeh González”, en honor al Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica, egresado del Instituto Politécnico Nacional. Un chiapaneco que destacó por haber estudiado en la “Federal Aviation Administration Academy” de Oklahoma, con una trayectoria de más de 50 años que incluye su paso por la oficina de Ingeniería Aeronáutica del Departamento de Verificaciones Aeronáuticas de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) la precursora de lo que hoy es la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).

También fue Jefe del Departamento de Verificaciones Aeronáuticas de la DGAC, Subdirector General Administrativo y de Transporte Aéreo de la DGAC, así como Director General de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM).

Representante Permanente de México en el Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Presidente del Consejo de la OACI en materia de Aviación Civil a nivel mundial. Y en 2016 cumplió 50 años de trayectoria, por lo que fue se emitió una estampilla postal conmemorativa.

El CIIASA es reconocido a nivel mundial por la excelencia en la instrucción. Sus instructores cuentan con todas las acreditaciones tanto de la AFAC y de la OACI, ofreciendo tanto al personal aeroportuario como al aeronáutico una gran variedad de talleres, conferencias, diplomados en temas de seguridad aérea y aeroportuaria.

Por ello no debe extrañarnos que durante todo el año pasado, por dicho centro hayan desfilado más 15 mil personas provenientes de diferentes latitudes, recibiendo capacitación, ya sea de manera presencial, a distancia o mixta.

El curso que mayor demanda tuvo fue el de CRM Sobrecargos (Crew Resource Management), que consiste en dotar a los tripulantes de cabina de las herramientas necesarias para sus labores diarias, con el objetivo de minimizar errores humanos, que pudieran costar vidas, a través de un conjunto de procedimientos.

Justamente aquí quiero hacer una pausa, porque una de las propuestas del foro realizado en el Palacio Legislativo, que pinta para convertirse en “iniciativa” va justamente en este sentido.

Y es que lamentablemente, en la óptica de algunos legisladores, los sobrecargos que están a bordo del avión son gente que carece de preparación; me detengo específicamente con mis compañeros tripulantes de cabina, porque finalmente este es el personal que más tiempo de convivencia tiene con los pasajeros.

Es muy probable que precisamente este factor, el tiempo que los ve durante un vuelo, sea el que le genera más dudas a la diputada Yenni, pues ha podido “observar” a las tripulaciones, pero no ha investigado más a fondo sobre el tema.

Son muchos los requisitos para ser sobrecargo, no solo es que te contrate una aerolínea ¡y ya!, estás listo para emprender el vuelo. Para ello se requiere tomar y aprobar una instrucción cuyo temario abarque tópicos como meteorología, manejo de mercancías peligrosas y primeros auxilios, solo por nombrar algunos.

Pero no solo eso, también hay que conocer el equipo en el que se vuela, y una vez que se domina todo lo anterior, es necesario someterse a un examen médico, para poder solicitar la licencia de sobrecargo, la cual no es eterna; año con año se debe renovar, comprobando que los conocimientos están actualizados, y que la salud sigue siendo la óptima para ejercer la labor.

Cuando entré a volar a Mexicana de Aviación me tocó un adiestramiento que podría considerarse muy pesado, pues en esos años, en las postrimerías del siglo pasado, la aerolínea manejaba 4 equipos diferentes, y los sobrecargos teníamos que aprender la configuración (más adelante entro a detalle) de todos y cada uno de ellos.

A diferencia de mis supervisores, cuando ellos eran unos incipientes sobrecargos los mandaban al Boeing 727, y después de estar varios años “talachéandole al avión”, subían al DC-10, un avión que mucha gente sigue recordando porque era muy cómodo por su doble pasillo.

Sin embargo, en mi adiestramiento inicial, para poder después sacar la licencia de sobrecargo tuve que estudiar y aprenderme cuatro modelos de aviones diferentes: primero la familia Boeing, el famoso 727 y el 757, la diferencia de las cabinas, la ubicación de los paneles de intercomunicación, el manejo de las puertas, así como el armado de los toboganes. El B727 se caracteriza por tener una escalera ventral, y había que aprender a subir y bajar la escalera, entre otras cosas.

En cada avión se coloca en diferentes lugares el equipo de emergencia que consta de megáfono, extintores, botellas de oxígeno, botiquines de emergencia y lo más moderno que me tocó: el desfibrilador. Así que debí aprenderme dónde estaba ubicado todo en equipo, tanto en el B727 como en el B757. Pero además también la configuración del hermoso Airbus A320, y posteriormente se añadieron el A319 y A318 así como el Fokker100.

Ahora las nuevas tripulaciones ya no manejan tanta variedad de equipos, a lo mucho dos, como es el caso de los sobrecargos de VivaAerobus y Volaris, y el CIIASA tuvo durante el año 2022 adiestramiento a Sobrecargos en Equipos A320/321. También impartió cursos y talleres de:

Conciencia General en Seguridad de la Aviación Civil y Facilitación, Recurrente CRM Pilotos, CFIT/ALAR, Introducción a la Seguridad Operacional, Instrucción Básica para el Personal Responsable de la Seguridad de Aeropuerto (Básico) de la OACI, Análisis de Comportamiento para AVSEC e Inspección de Personas y sus Posesiones.

CIIASA

El objetivo que tiene el CIIASA para este 2023 es enfocarse en la capacitación del personal aeronáutico y aeroportuario, tanto para los mexicanos como para los extranjeros, que toman cursos por los altos estándares que se manejan en el país.

Nada de esta información está clasificada. Todo lo contrario, es información pública que bien puede consultar la diputada que en el foro dijo “no saber si los sobrecargos están debidamente preparados”.

Desde esta columna le digo que puede estar muy tranquila, que el personal de las aerolíneas se encuentra debidamente capacitado, y que eso nos da mucho gusto, porque se refleja en altos estándares de seguridad, que hacen destacar a nuestra aviación comercial.

Sin embargo, sí existe un océano de cosas en la que se debe poner lupa en otras áreas y sectores de la industria, para lograr un ordenamiento de rutas y slots, así como una efectiva política aeronáutica. Pero eso no le logrará legislando a ciegas. Eso sí, sería genial que hubiera más difusión del trabajo que se hace en el mundo aeronáutico, así los usuarios conocerían un poco más a fondo este maravilloso mundo.