Xóchitl Gálvez parece un chiste mal contado.

No podemos negar que la candidata de Fuerza y Corazón por México acapara los reflectores porque todos estamos atentos a lo que dice, no porque proponga, sino porque siempre la riega.

En ocasiones en su discurso parece que se moreniza hasta el fanatismo. Ya lo vimos con el famoso pacto de sangre para defender los programas sociales implementados por el gobierno del presidente López Obrador, mismos que la mayoría de la oposición, a la cual pertenece, en el pasado han querido eliminar.

El grotesco episodio se hizo viral hasta que un nuevo tropezón la puso en boca de todos, cuando dijo en un evento en la alcaldía Miguel Hidalgo que de llegar a la presidencia los adultos mayores recibirán atención médica especializada y se comprometió a que las personas de la tercera edad serían atendidos por un “pediatra”.

Para seguir con sus ocurrencias y deslices, el fin de semana se fue contra el petróleo mexicano, asegurando que “transformará Pemex” para convertirlo en EMEX (Energías Mexicanas) y de pilón propuso cerrar las refinerías de Tampico, Tamaulipas y Cadereyta, Nuevo León, lo que ocasionó el enojo del alcalde de esa ciudad, Cosme Leal, quien respondió en sus redes sociales que no permitiría el cierre porque es el sustento de las familias de su municipio.

Por su parte el presidente López Obrador lo tomó con humor y escribió en sus redes sociales:

“Hoy el presidente municipal de Cadereyta dijo que no permitiría que se cerrara la refinería de ese municipio. De modo que ya la libramos porque no se cerrará ninguna, dado que la de Tampico no existe”.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México

Y es que una vez más Gálvez demostró su ignorancia, pues las refinerías que tenemos funcionando en México se localizan en Minatitlán, (Veracruz), Cadereyta, (Nuevo León), Ciudad Madero, (Tamaulipas) Salamanca, (Guanajuato) Salina Cruz (Oaxaca) y Tula (Hidalgo) y no en Tampico, como dijo.

Urge que sus asesores ayuden a Xóchitl o que de plano los corra, de preferencia antes del primer debate que se llevará a cabo el próximo 7 de abril, porque seguramente será abatida verbalmente por la doctora Claudia Sheinbaum.

Por lo pronto vemos que la comentocracia antilopezobradorista hace esfuerzos sobrehumanos para querer convencer a su audiencia o lectores que la candidata del PRI, PAN y PRD es la mejor opción quedando, por cierto, muy mal parados.

Terrible que intelectuales de la talla de Jorge Castañeda, hombre cultísimo y preparado, de plano pida, casi suplique, que se “arrecie la guerra sucia” contra Sheinbaum como último recurso para que Xóchitl levante entre las preferencias del electorado, aunque el antídoto se le regó del frasco y obtuvo el efecto contrario: las personas están cansadas de mentiras y descalificaciones.

Xóchitl a estas alturas de la campaña está desahuciada políticamente y sólo nos queda seguir sus pasos para saber en qué más se va a tropezar.

Lo dicho: la senadora con licencia parece un chiste mal contado.