Madrid, 2 feb (EFE).- La costura y el juego de volúmenes han estado hoy muy presentes en la segunda jornada de la pasarela de la moda Mercedes Benz Madrid Fashion Week, gracias a las colecciones de los diseñadores internacionales Roberto Torretta y Amaya Arzuaga.
Para el argentino Roberto Torretta, el próximo otoño-invierno 2012-2013 debe estar lleno de prendas ubicadas en el futuro retro, una combinación entre lo que el diseñador considera "pureza femenina" de mediados de siglo y una silueta moderna, deportiva y elegante.
Torreta también ha jugado con los volúmenes, los colores y las texturas en elegantes prendas que tienen el vestido como eje vertebrador, en las que el creador reintroduce las mangas ranglan y el largo por la rodilla, un clásico en la mayoría de las colecciones vistas hoy sobre la pasarela.
El toque moderno a esa visión clásica de la moda lo aportan la mezcla de colores, tejidos, texturas y formas geométricas, que le sirven al creador para confeccionar abrigos, trajes-faldas, pantalones masculinos y, cómo no, los vestidos.
Torretta ha mezclado hábilmente "jacquards", lanas cocidas, cuero y ante con lentejuelas, tejidos todos ellos ideales para combatir el frío con formas limpias, como en sus abrigos lisos y estructurados.
Pero si hay un denominador común en la colección del argentino es la cintura, marcada tanto en vestidos como en faldas, abrigos y chaquetas, mientras que para los vestidos de noche deja la línea recta y utiliza una paleta de colores dominada por el negro, el cobalto, el azul grisáceo, el marrón intenso o el rojo pasión.
Amaya Arzuaga ha querido, en su turno, ver la silueta femenina de la próxima temporada otoño-invierno como un juego de contrastes, como una oportunidad para mezclar distintos volúmenes y texturas dentro de un mismo perfil.
En esta segunda jornada de Madrid Fashion Week, la diseñadora internacional ha llevado a la pasarela su tradicional creatividad, con vestidos combinados de punto y tul, de cuero y mohair, o de tul y cuero elástico.
No contenta con la mezcla de tejidos, Arzuaga se atreve también a combinar volúmenes dentro de un mismo perfil, lo que da como resultado vestidos de falda mitad recta mitad con amplio volumen, logrado a base de pliegues, la marca de la casa.
Entre los volúmenes, la diseñadora apuesta por el de campana para amplios vestidos que esconden o disimulan la silueta, y para abrigos, ya sea en colores crudos, berenjenas, negros, marinos o rojo sangre, un tono que utiliza también para sus minivestidos en cuero elástico.



Arzuaga, que presentará su colección el próximo 2 de marzo en París, ha introducido también el talle imperio, el escote cuadrado en sisa y el largo por debajo de la rodilla, en prendas con aplicaciones de piel bicolor y cálidos tejidos de mohair, punto de lana o pelo de cabra tibetana.
Por su parte, los hermanos bilbaínos Ailanto, que se están abriendo mercado en México y Estados Unidos, han traído a la pasarela prendas brillantes con gran riqueza en los detalles y exóticos estampados, inspirándose en la "chinoiserie", el estilo artístico europeo de influencia china.
El vestido ha sido el epicentro de su desfile, construido en tejidos de aspecto lacado o barnizado de algodón satén, otomán de algodón o "tweed" de lana para el día, mientras que para la noche se reserva la organza, el shantung de seda o el lamé.
La versión diurna, siempre por debajo de la rodilla, concentra los detalles en el cuello y en los hombros, mientras que la nocturna da rienda suelta a la riqueza de los tejidos brocados.