El video de un hombre en llamas deja en evidencia el indomable incendio en Castilla y León, España.

Lo anterior, luego de que este fin de semana, se registraron una serie de incendios forestales en toda la región, dejando saldo al momento de al menos dos personas muertas y varios heridos.

La situación es tal que los bomberos forestales de Castilla y León se han visto rebasados y pidieron este martes 19 de julio a las autoridades locales declarar el nivel 3 de riesgo para que el Estado tome el control del operativo contra los incendios que ya se expanden a Zamora y Salamanca.

“Estamos totalmente desbordados, no tenemos capacidad para lidiar con esta gravedad de incendios, no hay capacidad, pero tampoco hay organización. Parece que hay un mono gobernando”

Vocero de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León

Captan a hombre escapando de incendio en Castilla y León, en España

Un hombre identificado como Ángel Martín Arjona, de aproximadamente 50 años, fue captado escapando de un incendio registrado en Castilla y León.

En las imágenes se puede ver al hombre con la ropa quemada —todavía quemándose parcialmente—, mientras las llamas del incendio arden detrás de él.

De acuerdo con los reportes, este hecho ocurrió en localidad de Tábara, en la provincia de Zamora, durante la tarde de este lunes 18 de julio.

Tras lograr escapar del incendio, el hombre fue trasladado de inmediato a un hospital local para ser tratado por las quemaduras graves que sufrió; sin embargo, posteriormente tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Universitario Río Hortega, de Valladolid.

Y es que el hombre habría quedado envuelto por las llamas cuando trataba de combatir el incendio con su excavadora.

En los últimos días se han registrado docenas de incendios forestales en diversos puntos de España debido a las altas temperaturas. Los incendios han consumido cerca de 30 mil hectáreas de tierra en todo el país ibérico.

Diversos sindicatos de bomberos acusan que el protocolo de extinción de incendios implementado tiene más de 20 años de antigüedad y no renueva su texto desde 1999.

De modo que no considera la crisis climática y no se ajusta a las nuevas características de los incendios, “que son cada vez más virulentos y difíciles de frenar”.

Aunado a esto, también denuncian la falta de descanso, las malas condiciones laborales, falta de comida y agua para hidratarse.